Capítulo 8

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Katsuki comenzó a hablar, balbuceando de vez en cuando y confundiendo palabras con frustración, sin saber cómo decir lo que no tenía palabras, de vez en cuando entre párrafos sacudía su cabello enfadado buscando vocablos.
Aún así, la viridan mirada de su contrario era atenta a el, amable y paciente, dándole tiempo de reunir sus sentimientos y de intentar expresarlos; fue más que difícil pero al cabo de un par de horas logró, aunque a medias, decir lo que sentía, lo que recordaba y lo que esperaba, y si bien no se dió a entender de la manera que quería, su contrario le había escuchado atenta y pacientemente en silencio, con una expresión neutra y procesando cada frase del oji rubí.

Había ya oscurecido y Katsuki seguía hablando incesante mientras el chico de orbes de jade le miraba en silencio escuchando con educada atención cada palabra. Finalmente Katsuki terminó de hablar y sintiendo que lo hizo totalmente mal y que se equivocó en todo suspiró frustrado y finalmente dejó hablar al inusualmente calmado chico de cabellos esmeraldinos.

–Entonces, básicamente– Hizo una pausa en su habla mientras hacía una pose pensante digna de un niño pequeño– ¿Quieres que te perdone por los más de diez años de bullying que sufrí por tu parte y por todos los traumas de todo tipo que sufrí en ese tiempo solo debido a que el cambio en mi actitud que surgió en cuánto comencé a superar el daño que me hiciste te pareció curioso y quieres ser mi amigo de nuevo?– Preguntó como si fuera lo más normal del mundo, desconcertado al de mirada escarlata que solo pudo permanecer en silencio debido a la razón en las palabras del peliverde.

–Tomaré eso como un sí, entonces me estás diciendo "Oye, me pareces interesante porque cambiaste tu actitud timida, olvida todo el daño que te hice durante prácticamente toda tu vida y seamos amigos de nuevo a ver qué sucede" ¿no es así?–
Le miró fijamente con aquella mirada jade brillante que no expresaba ningún sentimiento en especial.

–N-no exactamente...– No pudo negar nada el ojo rubí pero no esperaba que se oyera tan mal decirlo así.
–¡B-bueno! ¡De todas formas!, ¿si o no nerd?– cruzó los brazos desviando la mirada con un obvio intento de ignorar lo último dicho por el joven de mirada jade.

–Pues...Kacchan, ¿no crees que si te digo que si sería pero que un idiota?– Preguntó poniendo un dedo en su mejilla y ladrando levemente la cabeza hacía la izquierda mientras veía con los ojos bien abiertos al joven frente a él, el cual no pudo decir nada por un par de segundos, pues obviamente tenía razón pero Katsuki se negaba a aceptarlo y sin intentar pensar soltó lo primero que le vino a la mente.

–Bueno, ¿tu siempre has sido un idiota no nerd?– Obvió alzando los hombros mientras mentalmente se daba un fuerte facepalm sabiendo que lo que dijo solo provocaría que Izuku enfadara.

–Eso es cierto, siempre me has llamado así y de muchas otras maneras, me has lastimado con palabras lacerantes sin cuidado alguno por años al punto en que pensé seriamente en terminar con mi vida– Habló como si fuera un tema de conversación normal, manteniendo una actitud medianamente calmada intentando ocultar su obvio enfado, mientras que por otro lado la cara del de cabellos amarillo ceniza palideció ante lo dicho, como si una gran piedra cayera sobre su cabeza.

El joven de mirada esmeralda notó la perturbada reacción de su amigo de la infancia, pero no le detendría de hablar y expresar sus sentimientos tal como lo había hecho el peliceniza hace unos minutos.
–Además no estoy tomando en cuenta el acoso y abuso físico ¿Sabes? Cuando llegaba a casa con moretones y mi mamá se daba cuenta era más que difícil hacer que dejará de llorar, y después de su muerte era yo quién lloraba, que ironía que todo fuera por ti y tus amigos ¿no?– Enfatizó con una expresión calmada mientras sus ojos abiertos parecían dejar de brillar– Es decir, prácticamente perdí la mayor parte de mi infancia y adolescencia por tu culpa, pudiendo haberla vívido normalmente, pero claro que yo como soy un idiota seguí ingenuamente intentando volver a ser tu amigo a incluso actualmente intento no guardar el mínimo rencor hacía ti a pesar de todo lo que me hiciste y provocaste en mí.– Culminó para mirar posteriormente a su contrario con una profunda mirada fija, observando la cara de notoria perturbación y tristeza en el joven de escarlatas orbes.

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