Capítulo 46

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Izuku, cómo solía hacer de vez en cuando, dormía con solemnidad, aunque quizás está vez, no fuese su mejor opción.

Irónicamente, aunque trató de despertarse sus párpados pesaban pese al ruido incesante, los gritos, choques y golpes dignos de cualquier batalla...¿Batalla?.

El joven con mirada viridian dió un salto, de pronto su instinto de alerta y su piel estaban erizados, solo pudo sentir un roce en su muñeca. Tenía listones de colores atados a ella.

¿Qué estaba pasando? Era bastante obvio. Los héroes habían encontrado su paradero y acudido en su "rescate", aunque, quizás Izuku no necesitaba ser rescatado.

De inmediato sintió un mareo sobrellevar su cuerpo, había pasado más de una semana sin su medicación y el shock mental que si presente sucitaba no significaba buena combinación.

Se sentó de golpe en el colchón, buscando a alguien, una mirada. Tras encontrar al niño que se durmió en sus brazos, tan alerta como él mismo, ni siquiera hubo tiempo de preguntar dónde estaban los demás.

El infante tiró de su muñeca izquierda, lo hizo levantar en un santiamén y a empujones, entre sollozos e ignorando sus palabras, lo guió a oscuras rumbo la terraza del destartalado edificio dónde estuvo confinado.

-¡Tienes que irte! ¡Ya!- El joven de riza cabellera sin esclarecer su mente se dejó llevar, asustado como la primera vez que abrió sus ojos encadenado.

-¿¡Qué está pasando!?- Antes de que llegase su respuesta, el pequeño abrió la puerta de la terraza, y se encontró con una catástrofe frente a sus ojos.

Dabi lanzaba temerarias llamas a Hawks, quien sobrevolaba el edificio circularmente, en busca de una entrada.

Cuando dió pasos afuera, se encontró también a Shigaraki, quien gritoneaba al resto del escuadrón órdenes de batalla, incluídos los nomu, a quienes se les veía salir de portales púrpuras tan misteriosos cómo el de hace unos días.

Toga peleaba entusiasta contra los jóvenes héroes, en conjunto a numerosos nomu. Iida, Kaminari, Katsuki y Ojiro, era difícil para quien les viese. Aizawa y Enjiro luchaban contra Twice, sin pistas de terminar.

Apenas Izuku caminó hacía el borde, Hawks, lo detectó, anunciándolo con entusiasmo.

-¡Izuku!¡Vinimos por tí!-. Shigaraki volteó en su dirección.
-¡¿Porqué lo dejaste salir?! ¡Tienen que irse!-.
-¡¿A dónde?! ¡¿Dé qué hablas?!- Izuku gritó, hasta que divisó un segundo portal, que atravesaban los niños aprendices del escuadrón. Una ruta de escape.

-¡Dabi! ¡Distraelo!- Grita Shigaraki, pero es tarde, en una ráfaga Hawks aterriza en el techo del edificio, en busca del peliverde.

Shigaraki se interpone, y una batalla inicia frente a sus ojos. Pronto, el resto de héroes presentes comienzan a subir. Todoroki, quejándose del esfuerzo, crea una especie de escalera gigante, por dónde suben gran parte de los estudiantes.

-¡Carajo, Retirada!- Grita Shigaraki.
-¡Ni se te ocurra!- Hawks le embiste.
Dabi le apunta, casi calcinándolo, y forzandole a retirarse.

-¡Midoriya!- Gritan Todoroki y su padre al unísono. Dabi permanece estupefacto. Cuándo intentan acercarse, el hombre con cicatrices en el rostro agrega una nueva oleada de llamas a los demás, quemándose a si mismo en el proceso.

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