Capítulo 19

2.4K 251 128
                                    

Semanas habían pasado como agua, mayo llegó sin escatimar entre muchísimas lindas experiencias para el peliverde, cada minuto en la UA podía recordarlo con alegría.

Era de noche, las nubes se fueron y la luna subió presumiendo su belleza a los insignificantes humanos que le admiraban desde abajo.

Izuku, aquél chico que tanto disfrutaba cada minuto del día estaba dormido profundamente, ebrio de sueño cerraba sus ojos bañados en luz de luna proveniente de su abierta ventana.

Izuku, aquél chico que tanto disfrutaba cada minuto del día estaba dormido profundamente, ebrio de sueño cerraba sus ojos bañados en luz de luna proveniente de su abierta ventana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todo era negro... Un negro profundo e infinito, pero era seguro que el pequeño de mirada de jade estaba justo en el centro. Envolvióse a si mismo con sus manos tomando sus piernas escondiendo en ellas su cabeza con temor.

En sus oídos podía escuchar ruidosos susurros que le gritaban de manera inaudible pero que aún podía entender.
Pudo sentir un toque en su hombro, que después se convirtieron en más de un fuerte agarre sobre su delicado cuerpo.

-¡No! ¡B-Basta!...¡Por favor!...basta...No me toquen...suelten...me...se los suplico...-Suplicaba a gritos cada vez más inestables y desesperados con los ojos cristalinos de lágrimas.

Mordía sus labios hasta que estos se desgarraron en sangre.
-Deténganse...se los suplico...-Balbuceaba... Le dolía, le quemaba sentir aquél asqueroso toque sobre sí y en sus ojos esmeraldinos no paraban de llover lágrimas amargas que le desgarraban el alma llenandolo de desconsuelo.

Miles de veces suplicó, suplicó y suplicó sin respuesta.
Su voz se agotó,
Su garganta ardió,
Sus ojos se secaron
Y sus oídos dejaron de oír.
Pero aún así el dolor no se detuvo,
La agonía inconsolable no se contuvo ni un solo segundo al corroerse por su inocente alma rota.

Y entonces, en medio del despiadado recuerdo de desamparo y centenares de lágrimas desesperadas despertó.

Sus jadeos se estendían por toda la habitación y posiblemente, también por el pasillo y los cuartos cercanos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sus jadeos se estendían por toda la habitación y posiblemente, también por el pasillo y los cuartos cercanos.
Tocó su pecho tembloroso...Era doloroso y tenía miedo, el recuerdo de esas terribles experiencias que tanto trató de superar estaban tan vivídos como si acabasen de suceder.

Dekubowl - NothingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora