El Jinchuriki Color Rosa

¡Maldito seas, Danzo Shimura!

Los siguientes personajes no me pertenecen, son de su creador, Masashi Kishimoto.

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Sin embargo, solo dos semanas después Oda tuvo otra visita de un único humano, él quiso matarlo, estaba harto de los humanos, pero en cuanto el humano se percató de su presencia y se giró para contemplarlo, Oda pudo reconocerlo con un vistazo... Un joven de cabello rosa y ojos de un color lila suave.

— Ya veo, así que tú debes ser Kaito Haruno, el hermano mayor de Sakura Haruno —El joven lo miraba con sorpresa desbordante— Esperaba tu visita —Anunció.

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Por supuesto que Kaito esperaba encontrarse con algo fuera de lo ordinario, sabía que el chacra que sintió de normal no tenía nada... pero, ¿el Juubi? ¡¿la criatura más poderosa y temida sobre la faz de la tierra?! ¡Cielos! ¿en serio? ¡Esto era una broma, ¿verdad, Saku-chan?! ¡¿No podías despertar a uno más pequeñito?! Quiero decir, es obvio que ella no lo hizo a propósito, pero había que ser un tonto para no darse cuenta de que efectivamente su llanto lo despertó y nada más, aunque tal vez debería culpar a su padre por hacerla llorar en primer lugar. Después de todo, si a diferencia de cualquier bebe normal, su hermana no había llorado al nacer, debía existir una razón y ahora sabía cuál era, sin el llanto de su hermana, el Juubi seguiría dormido.

Además, estaba preocupado, ¿Qué les había pasado a Kakashi-san y al señor Riuji? Ellos claramente habían estado ahí, el arma de Kakashi-san lo confirmaba... entonces, ¿acaso el Juubi...? No, no podía sacar conclusiones apresuradas, si el Juubi los hubiese asesinado, ¿Cómo es que sabría sobre él y su hermana? El señor Riuji y Kakashi-san debieron decírselo, eran los únicos que sabían sobre ellos, ¿el Juubi los obligó a decírselo antes de quitarles la vida? ¿Por qué? ¿Acaso él sabía que su hermana fue quien lo despertó? Si era así, ¿Qué quería de ella? Él no querría lastimarla, ¿o sí?

— ¿Qué pasa? ¿Tienes tanto miedo que olvidaste cómo hablar? —Inquirió Oda haciendo reaccionar a Kaito, quien hasta entonces se dio cuenta que había pasado varios minutos perdido en sus pensamientos— Puedes estar tranquilo, no voy a hacerte daño, Joven Kaito. Yo simplemente tenía curiosidad por conocer al protector de Haruno Sakura —Explicó. El joven peli-rosa parpadeó confundido al escucharlo.

— Disculpe, Juubi-sama, pero puedo preguntar, ¿Cómo es que usted sabe sobre mi hermanita y sobre mí? —Cuestionó con relativa calma y mucho respeto.

— Al parecer no era miedo lo que te impedía hablar —Murmuró algo sorprendido— Sé de ti y de tu hermana gracias Hatake Kakashi y Uchiha Riuji, ellos vinieron aquí unos días atrás y hablamos un poco, dijeron conocerte a ti y a tu hermana días antes a eso... ah... —Suspiró— Pero lamentablemente el Joven Riuji falleció durante un ataque que hicieron ninjas de cuatro naciones, querían capturarme y ellos se vieron envueltos en nuestra batalla. El Joven Kakashi estaba muy herido, pero por suerte seguía con vida, pude curarlo y enviarlo de regreso a su aldea, el Joven Riuji no tuvo tanta suerte —Contestó con cierto pesar. Kaito apretó sus puños y agachó su mirada, su cabello cubrió sus ojos.

— Señor Riuji... otra persona más... otra persona que pierde la vida en esta estúpida guerra —Su voz sonaba contenida, llena de impotencia y dolor. Aquello llamó la atención de Oda.

— ¿Odias la guerra, Joven Kaito? —Quiso saber. Kaito se dejó caer de rodillas y sus hombros bajaron en señal de derrota.

— Si, Juubi-sama, la odio... pero odio más no poder hacer nada, no tener el poder suficiente para acabarla —Confesó, su voz sonaba entrecortada— Odio que mi pequeño Cerezo haya tenido que nacer en un mundo tan podrido como este y me siento impotente porque no puedo ofrecerle algo mejor... yo la amo tanto, daría mi vida por ella, pero mis esfuerzos no parecen ser suficientes para mejorar al menos un poco el ambiente en el que le tocó nacer... Nif —Gimoteó y pasó sus manos por sus mejillas, limpiando el rastro de las lágrimas que simplemente escaparon de sus hermosos ojos color lila.