El Jinchuriki Color Rosa

Yo tendré el Byakuno In

Los siguientes personajes no me pertenecen, son de su creador; Masashi Kishimoto.
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— ¡Tsunade-sama, ya ha bebido demasiado! —Exclamó la peli-negra. Sakura sonrió ladinamente.

— Bingo...

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Sakura analizó la situación por unos segundos y se dio cuenta que la Sannin de las babosas era toda una amante del sake, tal y como decía en los registros de Orochimaru.

— *Será mejor que no te relaciones lo suficiente con esa mujer como para que te influencie en la vida del alcohol* —Advirtió Oda.

— *Sabes que no me relaciono mucho con las personas. No te preocupes* —Respondió tranquila antes de decidirse a acercarse a la Sannin y su asistente— Disculpe, Tsunade Senju... —Llamó. Inmediatamente las dos mujeres dejaron de discutir por la botella de sake y elevaron su vista hacia el apuesto peli-rosa frente a su mesa.

— ¿Mm? ¿Qué quieres chico bonito?... ¡Hip! —Preguntó la rubia viendo algo borroso.

— Quiero hablar con usted —Contestó serio tomando asiento frente a la rubia.

— No tengo tiempo para mocosos ahora, hip ¡Shizune! ¡Traeme otra botella! —Ordenó elevando la botella vacía en su mano.

— Tsunade-sama, ya ha bebido demasiado —Protestó la peli-negra.

— ¡No me dirás cuanto tengo que beber, Shizune! ¡Quiero más sake! ¡Ahora! —Exigió dando un ligero golpe a la mesa, esto bastó para levantar de un salto las copas y botellas sobre esta, las cuales cayeron al instante siguiente con un golpe seco.

Sakura suspiró, se puso de pié y se alejó de la mesa mientras escuchaba aún la discusión entre las dos mujeres de beber y no beber. El joven peli-rosa se acercó a la barra y apoyó un brazo sobre esta llamando la atención de la mujer que limpiaba algunos vasos.

— Disculpe señorita, ¿sería tan amable de darme una botella de sake, por favor? —Pidió amablemente haciendo sonrojar a la mujer.

— ¡S-Si! ¡Por supuesto! —Exclamó y como un rayo buscó entre la zona de sus mejores botellas de sake, eligió la que le pareció la mejor y la puso en la barra frente al joven— ¿E-Esta le parece bien? —Preguntó tímidamente llevando un mechón de su cabello detrás de su oreja. Sakura como mujer que era, sabía que ese era uno de los signos que decía que le gustaba y quería verse bien para "él".

— Está perfecta, ¿cuánto le debo, señorita? —Cuestionó buscando su dinero.

— No me debe nada, la casa invita —Dijo ella interrumpiendo la búsqueda del chico. Sakura sonrió un poco, tomó la botella de sake y le hizo un guiño a la mujer.

— Muchas gracias —Agradeció antes de darse vuelta y alejarse de la barra, a sus espaldas escuchó el golpe seco del cuerpo de la mujer al caer desmayada. El Oji-jade contuvo una carcajada y caminó hasta la mesa donde aún se encontraba la Sannin discutiendo, se sentó nuevamente frente a la mesa y puso la botella frente a la rubia, inmediatamente esta dejó de discutir para mirar la botella frente a ella, sorprendida notó que se trataba de uno de los sakes más finos y caros que había. Interesada miró al joven peli-rosa— Tal vez esto le dé motivación para escucharme —Comentó.

Tsunade agarró la botella, la miró de cerca y olió su interior para asegurarse de que fuera auténtica.

— Me intriga saber que hizo un joven como tú para lograr conseguir esta botella, eres claramente menor de edad así que no pudieron habertela dado así como así. ¿La robaste? ¿Amenazaste a la vendedora? —Preguntó dejando la botella frente a ella.