El Jinchuriki Color Rosa

Nuevo lazo

Los siguientes personajes no me pertenecen, son de su creador; Masashi Kishimoto.
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- Sabaku No Gaara... -Murmuró ella viéndolo con seriedad.

- Haruno Sakura... -Dijo él de igual manera.

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Ambos Jinchuriky's observaron al otro con atención y seriedad, perdiendose en los ojos del otro por unos minutos hasta reaccionar.

- No tengo tiempo ahora, Gaara -Comentó la joven girando sobre sus talones para proseguir con su camino hacia la puerta. Pero, antes de que pudiera avanzar mucho, una pared de arena se formó frente a ella impidiendole el paso. Ella bufo al ver como la arena rodeaba su cuerpo hasta levantarla del suelo y dejarla nuevamente frente a su controlador, liberandola.

- Repito. ¿Qué haces aquí? -Preguntó con sus brazos cruzados y su dura mirada.

- Simplemente quiero hacerle una pregunta a tú padre -Respondió de mala gana a lo que el chico la miró con algo de sorpresa.

- ¿Cómo sabes que "él" es mi padre?. Tú ni siquiera eres de la aldea -Observó algo desconfiado.

- Sabes, cuando vives con alguien como Orochimaru el saber cosas como esas es demasiado sencillo -Murmuró y giro una vez más para acercarse a la puerta- Si quieres hablar entonces espera aquí. Mi misión es primero -Comentó tomando el pomo de la puerta y dio un vistazo al peli-rojo. Gaara asintió y dio vuelta para salir del lugar por lo que ella aprovechó para llamar a la puerta.

- Pase -Ordenó una seca voz desde el interior. Sakura obedecio y entró a la oficina cerrando la puerta tras ella. Allí vio a un hombre de unos treinta años, cabello rojo oscuro, ojos abellana y su túnica de Kague, más conocido como Sabaku No Rasa; Kazekague de la aldea de la arena- ¿Y tú eres...? -Preguntó viéndola de pies a cabeza.

- Buenos días, Rasa-sama. Mi nombre es Yumi Takeda -Se presentó haciendo una leve revencia- Soy una forastera que es amante de la medicina. Eh venido a su aldea porque estoy interesada en conocer a Shiyo-baasama con el fin de aprender de sus increíbles venenos -Explicó con tranquilidad.

- Tks... Mira, niña. Ahora no tengo tiempo para turistas así que te agradecería si te largaras de mi oficina -Contestó abruptamente. La Haruno permaneció tranquila ya conociendo el temperamento del Kague.

- Lamento mucho ser una molestia, Señor. Pero si tan sólo pudiera proporcionarme la información de un lugar donde encontrarla... -Insistió. Rasa pasó una mano por su rostro y tomó una hoja de papel, en ella anotó una dirección y se la extendió a la chica con un bufido.

- Ahora largo -Vio a la joven unos instantes más y luego volvió a lo suyo.

- Hai. Gracias, Rasa-sama -Agradeció saliendo de la oficina y cerrando la puerta- Tks... Bastardo. Ahora entiendo porque te odia tú hijo -Susurró entre dientes. Caminó por el pasillo y prosedio a bajar las escaleras, encontrándose con un hombre en el camino.

- T-Tu eres... -Mascullo el hombre apuntandola.

-... Tú eres el hombre que estaba con Gaara y sus hermanos el otro día, ¿no?... Baki -Comentó con sus brazos cruzados.

- ¿Co-Como sabes mi nombre? -Preguntó con notable nerviosismo. Sakura sonrió burlona ante eso.

- Digamos que me gusta leer -Respondió siguiendo su camino y pasando a su lado- Adiós, Baki -Dejó escapar un poco de su instinto asesino por lo que el mayor palideceo y cayó sentado sobre las escaleras. Ella sonrió satisfecha y salió de la torre donde la esperaba el Sabuko No menor de brazos cruzados- ¿Y bien? ¿Qué quieres saber? -Cuestionó.