Sakura es una niña que a sus 12 años lo ha perdido todo, pero la vida y las personas detrás de su poder harán que pierda mucho más y que por esto ella llegue a odiar a las personas equivocadas.
Los siguientes personajes no me pertenecen, son de su creador; Masashi Kishimoto. ////®®////////®////®®/////////®////®////®//////®/////®/////
— Finalmente, eh aquí a mí más grande creación... Haz culminado de manera increíble tú entrenamiento, Haruno Sakura-chan —Declaró Orochimaru con una amplía sonrisa.
La peli-rosa de ahora catorce años frente a él, dio una sonrisa siniestra y sádica, acompañada de la más oscura mirada que alguna vez alguien podría tener.
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Pov Sakura
— Bien, Sakura-chan. Puedes ir a descansar —Permitió el Sannin. Yo me fui de inmediato sin decir palabra, caminé directamente hasta mi cabaña. En cuanto llegué subí a mi habitación, al abrir la puerta pude ver a Ryu recostado en mí cama, en cuanto me vio saltó de la cama y corrió a saludarme, se paró en sus patas traseras y apoyo las delanteras en mis hombros. Si, Ryu ya no era un cachorro; estos dos años lo hicieron crecer mucho y según mis cálculos en un año más yo podría montarlo como si se tratara de un caballo pequeño. Al principio me pareció muy extraño que creciera tanto, pero Oda-kun me explicó que el chakra que le inyectó a Ryu en el pasado había logrado convertirlo en un auténtico perro Ninja, como los compañeros de los Inuzuka... Ahora que lo pienso, Akamaru debe estar bastante grande, Kiba de seguro ya puede montarlo.
Después de acariciar a Ryu por unos minutos, me aparté de él y fui directo al cuarto de baño. Necesitaba una ducha urgente debido al reciente entrenamiento que terminé, es increíble pensar que por fin eh terminado mi etapa con Orochimaru; no fue sencillo, pero lo logré.
Al terminar de ducharme, salí del cuarto de baño y busqué uno de los trajes que Orochimaru me había dado hace tiempo. Se trataba de una camisa de cuello alto color lila, un short negro, un cobertor morado, un cinturón grueso color púrpura, unas abrazaderas negras y unas botas del mismo color hasta mis muslos. Cuando terminé de vestirme me miré al espejo y pude notar todo lo que eh cambiado.
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Mi cabello sigue hasta debajo de mi cintura, yo eh querido conservarlo así; soy unos veinte centímetros más alta, mi rostro a tomado facciones más finas, mis pestañas crecieron y mis ojos están un poco rasgados, mis pechos y mis glúteos han crecido más de lo que me esperaba, no hasta el punto de incomodarme pero me siento cómoda con su tamaño, mi cintura es pequeña, mi nariz es un poco más fina y mi piel sigue siendo igual de nívea que siempre.
Decidí dejar mi cabello suelto ya que estaba algo húmedo, le hice una señal a Ryu para que me siguiera fuera de mi habitación antes de entrar a la de al lado, ahí ya tengo una respetable colección de armas. Me acerqué a la pared dónde estaban las espadas y Katanas, me decidí por una púrpura, era delgada y ligera así que no me estorbaria. La colgué en mi cintura, salí de la habitación, bajé al primer piso y luego de ponerme mi estuche de armas salí de mi cabaña y la guarida, con mi compañero canino a un lado mío. Ryu además de haber crecido también aumentó sus habilidades y su inteligencia, hemos aprendido a pelear en equipo y para ser honesta hacemos uno bastante bueno.
