El Jinchuriki Color Rosa

En busca de Tsunade Senju

Los siguientes personajes no me pertenecen, son de su creador; Masashi Kishimoto.
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— Uchiha Kagami —Leyó y frunció su ceño— Estoy segura de que ese es el nombre del hombre que desapareció hace algunos años... Uchiha Kagami, padre de Uchiha Shisui...

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Sakura miró las frascos por unos minutos antes de suspirar y ponerse de pié.

— Es imposible saber todo lo que hizo esa serpiente durante su rastrera vida —Murmuró ella antes de mirar al cachorro— Hora de irnos, Ryu. Andando —Ordenó, guardó los frascos en su estuche de armas y se dio vuelta saliendo de la destruida guarida con su compañero detrás de ella.

Al estar fuera del lugar, Sakura se permitió apreciar la destrucción por unos minutos antes de que unos quejidos la interrumpieran. Miró a sus lados y encontró a uno de los guardias vivo, con varios golpes y cortadas en el cuerpo, su pierna estaba atrapada bajo los escombros y este intentaba sacarla inútilmente.

La peli-rosa decidió acercarse a él haciendo que el hombre la notara, este inmediatamente intentó retroceder para huir de ella pero sólo logró lastimar más su pierna.

— ¡No... No te acerques! —Exclamó con temor.

— No voy a matarte —Aseguró y pateó los escombros, estos salieron volando varios metros dejando libre la pierna del guardia, esta estaba notablemente rota. Sakura se agachó y la curó con rapidez antes de volver a levantarse. El hombre se levantó lentamente sin apartar la mirada de ella, temía que lo atacara en cualquier momento y sabía que si su jefe, el Sannin; no pudo derrotarla, entonces él no tenía oportunidad alguna.

— ¿P-Por qué me ayudas? —Masculló.

— Hum, no creas que lo eh hecho por cumplir con mi buena acción del día, ahora tú tienes una misión —Contestó seria.

— ¿Misión? —Repitió él desconcertado.

— Así es, irás a cada una de las cinco grandes naciones y dirás estas palabras: "¡Haruno Sakura ha asesinado al Sannin de las serpientes y hará lo mismo con todo aquél que se interponga en su camino! ¡Es el monstruo que todos desearon que fuera!" —Instruyó— ¿Las memorizaste? —Preguntó.

— S-Si —Respondió con nerviosismo, esa chica prácticamente le estaba declarando la guerra a todo el mundo.

— Bien, ahora vete. Si me entero que no cumpliste con la totalidad de tú misión, me enojaré, te cazaré y te mataré, ¿entendido? —Dijo frunciendo su ceño, esto logró asustar aún más al guardia.

— ¡H-Hai! —Exclamó antes de correr en la dirección contraria. La oji-jade lo siguió con la vista hasta que lo vio desaparecer en lo profundo del bosque.

— Bueno, ahora haremos una despedida rápida —Susurró tomando camino a la frontera del desierto, al llegar ahí inmediatamente se dirigió al pequeño pueblo más adelante. Caminó a paso tranquilo hasta llegar a la tienda de la señora Harumi— Buenos días —Saludó a la distraída señora tras el mostrador.

— ¡Oh! ¡Sakura-chan, buenos días! ¿Algo que quieras llevar el día de hoy? —Preguntó la mujer. La peli-rosa negó ligeramente.

— Vengo a despedirme, Harumi-san —Informó.

— ¿Despedirte? ¿Irás a alguna parte, Sakura-chan? —Cuestionó.

— Así es, me ausentaré por un año o tal vez más —Respondió. La mujer inmediatamente rodeó el mostrador y se acercó a la menor para darle un cálido abrazo.