El Jinchuriki Color Rosa

Edo Tensei 1/2

Los siguientes personajes no me pertenecen, son de su creador Masashi Kishimoto.
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— Es hora de que comience la verdadera diversión —Hizo sellos de manos— Al campo de batalla, mis fieles revividos —Añadió con una sonrisa sádica.

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Con aquellos sellos de manos las fichas de su tablero empezaron a vibrar y a una distancia prudente de cada división, ataúdes se levantaron de entre la tierra, llevando en su interior cuerpos de muchos caídos que esperaban ordenes.

— "Un ninja formidable jamás demuestra sentimientos" —Recitó aquella regla y de inmediato empezó a mover sus fichas.

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En la primera división dirigida por Darui...

En la costa aún el número de lobos redondeaba la cifra de doscientos puesto que la tercera parte de todo el ejército enemigo había sido enviado por dicha zona.

De entre el fondo del océano, cuatro ataúdes subieron hasta la superficie y se abrieron dando paso a quienes se encontraban en su interior.

Los conocidos hermanos de oro y plata, Ginkaku y Kinkaku, aquellos que poseían una cuarta parte del chakra de Kyubi.

Un castaño de cabello largo, tez blanca y de ojos perla, Hizashi Hyuuga.

Y por último un hombre viejo de cabello gris y ojos negros, un Sarutobi, aquél que fue el tercer Hokague.

Los cuatro individuos caminaron a paso firme sobre el mar mientras divisaban frente a ellos la batalla que se desarrollaba con los lobos hechos de chakra.

— ¿Pero qué es esto? —Murmuró Hiruzen viendo como caían tanto ninjas como lobos.

— Una guerra según mi punto de vista... —Mencionó el Hyuuga.

Mientras más avanzaban, más llamaban la atención de los ninjas en combate. Asuma y Hiashi fueron algunos de los últimos en percatarse, pues estaban demasiado concentrados en no morir a causa de los lobos, sus reacciones fueron las esperadas.

— Pa-Papá... —Susurró Asuma observando al tercer Hokague sin poder creerlo.

— Hermano —Mumuró el patriarca Hyuuga, el otro le sonreía con un gesto pacible.

— No puede ser cierto, son Ginkaku y Kinkaku... Esto no es bueno —Dijo Darui preocupado, conocía bien la historia de aquellos dos ninjas que alguna vez pertenecieron a su aldea.

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En el cuartel general...

Después de que Jiraiya, Naruto y Minato terminaran con los lobos infiltrados, este ultimo regresó al cuartel para con ayuda de Shikaku y el Raikague planear su siguiente estrategia.

— ¡Hokague-sama, Raikague-sama, los revividos han empezado a aparecer! —Informó el rubio. Los dos líderes se acercaron rápidamente a él.

— ¿De quienes se trata? —Preguntó el Namikaze.

— Hiashi Hyuuga, Hiruzen Sarutobi, Ginkaku y Kinkaku, señor —Respondió sorprendiendo a los presentes.

— ¡¿Ginkaku y Kinkaku?! ¡¿Cómo es que ese maldito logró hacerse con sus cuerpos?! ¡Maldita sea! —Bramó A molesto y se dio media vuelta alejándose— ¡Tendré que ir yo mismo a ese lugar! —Añadió. Al escucharlo, Minato se apresuró a interceptarlo.