¿Qué hace esa teñida aquí?

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Los siguientes personajes no me pertenecen, son de su creador; Masashi Kishimoto.
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— ¿De quién estás hablando? —Cuestionó Karin. Ino volvió la vista a ella y sonrió un poco.

— A Tsunade-sama, por supuesto... —Respondió sorprendiendo a ambas chicas.

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Las dos chicas intercambiaron miradas antes de volver a ver a la rubia, quién parecía muy segura de sus palabras.

— ¿Estás segura? —Preguntó Ten-ten.

— Tengo entendido que es muy difícil que ella acepte a alguien como su discípulo, hasta ahora la única que ha tenido es la chica que vino con ella aquella vez, la del cerdo —Comentó Karin.

— Sé que no me aceptará fácilmente, pero previamente lo hará, no dejaré de insistir —Dijo con tranquilidad.

— ¿Y estás segura de poder con el entrenamiento de una Sannin? —Preguntaron al unísono.

— ¿Qué clase de pregunta es esa? Claro que podré —Contestó ofendida.

— Es que Tsunade-sama es reconocida no únicamente por su Ninjutsu médico, sino también por su fuerza sobre humana y tú Ino... Eres demasiado delicada —Opinó la castaña.

— Es cierto, si vas sólo perderás el tiempo. Estoy segura de que se tratará de un entrenamiento muy duro y te terminarás rindiendo sin llegar a la mitad —Mencionó la pelirroja.

— ¡Claro que podré terminarlo! ¡Y te lo demostraré! —Bramó molesta antes de alejarse hacia las puertas de la aldea.

— Sip... Definitivamente volverá aquí sin lograr nada —Murmuró Ten-ten a lo que Karin asintió de acuerdo. Minutos después cada una se retiró a su casa, dando por hecho que su amiga estaría pronto de regreso en la aldea.

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Con Sakura, tres días después...

Pov Sakura

Me encontraba observando a mi presa desde unos arbustos, está bastante distraído y pude haberlo atacado desde un principio, pero tuve la ingenua idea de que tal vez este tipo tenía un haz bajo la manga debido a lo que costaba su cabeza, pero como era de esperarse me decepcionó enormemente.

Suspiré pesadamente y miré a mi lado donde permanecía Ryu al acecho, le hice una señal con mi cabeza y él se lanzó a atacar al tipo, este estuvo muerto dos minutos después, fue entonces que salí de mi escondite. Saqué un pergamino rojo que tenía dibujado una calavera de mi estuche ninja y guardé el cuerpo.

— Vamos, Ryu. Hay que cobrar —Recordé a lo que él ladró y me siguió por el solitario sendero.

Hace más de una semana empecé mi entrenamiento con Tsunade, es bastante buena enseñando y debo admitir que su control sobre el Ninjutsu médico me sorprendió. Desde que entreno con ella, en mis tiempos libres me dedico a cazar a los criminales del libro bingo, hasta el día de hoy eh cazado a unos treinta, la lista es larga y pagan bien, así que no tengo prisa.

Recuerdo que el primer día que fui a cobrar la recompensa por mi primera presa, el hombre viejo y con cara de pocos amigos, creyó que se trataba de una broma hasta que le mostré el cuerpo. Después de que saliera de su sorpresa, se apresuró a buscar al tipo en el libro para ver cuanto valía y ¡zas! Que el viejo se topa con mi fotografía, en cuanto vio cuales eran mis delitos, todo rastro de duda respecto a mis habilidades desapareció, después de todo yo había matado a un Kague.

El Jinchuriki Color RosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora