37: Futuro

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Disclaimer: MARVEL & Disney no me pertenecen. Esta historia si.

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En el capítulo anterior...

―Es un buen amanecer... ―dijo Alexei― Todo terminó, Natalia...

―Soy libre... ―los agentes fueron a encontrarlos y a ayudarles. Se llevaron a Igor esposado. Natasha entregó con cuidado el cuerpo de su amigo a ellos también, indicándoles el estado de él: Fallecido

Finalmente, Natasha Romanoff había acabado con su pesadilla de años. Todo había terminado, pero ¿a qué precio?

Clint Barton ya no estaba con ella.

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Apartamento Rogers-Romanoff

Steve Rogers despertó en su apartamento sin la compañía de Natasha. Estaba preocupado. No había recibido noticias de ella desde anoche. Pero intuía que todo estaba bien. Era un operativo secreto y si algo malo hubiera sucedido, enterarse sería lo primero en saberse.

Se dirigió a la ducha y salió a los cinco minutos. Quería demorar lo menos posible hoy. Iría a ver a James, Wanda y Sharon al hospital.

Se vistió rápidamente y tomó un café con un par de tostadas. Salió del apartamento camino al hospital central de Moscú. Pensó en irse en motocicleta, pero si debía quizás llevarse a James, en ese medio de transporte sería algo incómodo.

Al llegar no encontró a nadie conocido de la policía: Ni Fury, María o Tony. Se sentó en aquella sala, tal vez había llegado demasiado pronto y ahora solo había que esperar.

Sacó su teléfono para distraerse un momento y comenzó a mirar su galería de fotos. No sabía nada de Natasha. Realmente estaba preocupado por ella. Tanto silencio con la operación le daba mala espina. Pero no debía pensar así.

―¿Familiar de James Barnes? ―De pronto una enfermera dijo aquello y Steve se levantó rápidamente hacia ella.

―Soy su amigo, él no tiene familia acá, ya que ambos somos estadounidenses. ―Respondió en perfecto Ruso. La enfermera asintió y lo guió hasta su habitación.

―El paciente ya puede recibir visitas. ―dijo ella― Es cosa de esperar que el médico de turno lo evalúe y vea cuando le da el alta.

―Me parece muy bien. Muchas gracias. ―Respondió Steve y la enfermera los dejó solos.

―¡Ya decía yo donde estabas! ―James se alegró de ver a su amigo. Steve lo saludó como pudo, ya que no quería lastimar más a Bucky con sus heridas y hematomas.

―Lo siento, vine a pie hasta acá. Si te tengo que sacar de acá dudo mucho que puedas montar una motocicleta.

―Puedo intentarlo igual ―ese comentario hizo reír a Steve, quien sólo movió la cabeza―, sabes que puedo hacerlo.

―Si, claro que te creo. Pero quiero llevarte a casa con vida.

De pronto hubo un silencio entre ellos, ya que de la nada se acordaron de Wanda y Sharon. Ambas chicas habían salido muy heridas y no sabían mucho.

―No te preocupes, James. Wanda es una mujer fuerte. Saldrá de esto, no te preocupes.

―Quiero verla, Steve. Siento que todo esto es mi culpa... ―bajó su mirada y su voz se había apagado un poco.

―No es tu culpa...es culpa de Svetlana. Ella fue la autora de todo esto que les pasó. Pero a pesar de eso, la sacaron barata. Es decir, pudo haber sido peor, James... piensa en eso.

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