Pas de Deux

27: Querido Steve...

Disclaimer: MARVEL & Disney © y sus personajes no me pertenecen. La historia si es de mi completa autoría.

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En el capítulo anterior...

— Aún debo escuchar la parte de Natasha. —a pesar de que sabía su verdadero nombre, no podía llamarle de otra manera.

— ¿Acaso no te contó nada cuando entró a verte?

— No la dejé hablar. —Sharon abrió los ojos al escuchar esto— Simplemente no pude escucharla. No quiero verla por un buen tiempo. Necesito pensar muy bien las cosas...

Sharon sonreía satisfactoriamente al escuchar las palabras de Steve. Sin duda alguna, ésta era una victoria y la estaba gozando como nunca.

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— ¿Cuánto tiempo estará Steve internado? —preguntó Barnes— Es decir, ¿debería ser pronto o no?

— En teoría. —respondió a su pregunta Alexei— De todas formas, aquella bala le dejará una fea cicatriz y necesitará que le realicen curaciones.

No habían pasado ni cinco minutos y Sharon Carter salió para encontrarse con sus colegas fuera del hospital.

— He terminado mi visita. —dijo Sharon respondiendo justo a la duda que tenía Bucky— Le darán el alta a Steve mañana. Me acaba de avisar el médico de turno.

— Lo pasaré a buscar entonces para llevarlo a casa —habló James—, es claro que no podrá irse solo en transporte público. —Sharon asintió.

— Si, él está con su teléfono celular. Así está al tanto y nosotros de él. —agregó la rubia.

— Recibí información de Fury muchachos, —mencionó Hill— necesitamos ir a su oficina ahora para saber más detalles.

— Bien. Vayamos entonces. —dijo Wanda— ¿Trajiste el auto no?

— Quien te crees que soy. —María levantó una ceja indignada— No voy a caminar diez kilómetros ni que Fury me pagase extra.

Los cuatro agentes se dirigieron hacia el automóvil, dirigiéndose rápidamente donde Fury. Al llegar, él los esperaba en su enorme despacho en conjunto con Tony Stark. Todos se saludaron y tomaron asiento.

— Bien...finalmente la KGB ha dado su primer movimiento. —habló Fury— Y debemos empezar a movernos también.

— Con todo respeto señor, —tomó la palabra Alexei— debemos hacerlo ya. Los conozco demasiado como para saber qué es lo que se traen entre manos.

— Lo sé Shostakov. Es por eso que he ideado en conjunto con mi colega Stark un plan de acción. —prendió un monitor donde se encontraba un mapa de la enorme Rusia— Iremos a Siberia.

— Pero señor, no tenemos la certeza de que en ese lugar se encuentra su base principal. —interrumpió Hill con todas las de la ley— Debemos seguir investigando acá en Moscú.

— Nos dividiremos en dos equipos. —ahora Stark tomaba la palabra— No se preocupen por eso.

— ¿Y cuándo comenzaría la misión? —Wanda habló.

— Primero tendremos un equipo en Moscú averiguando si la KBG tiene activos acá. Y el segundo grupo se irá a investigar a Siberia. Lleven calzones de lana. —sugirió Stark— Se me congeló hasta el alma.