01: Mal día

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Disclaimer: Los personajes de MARVEL & Disney no me pertenecen. Pero esta historia es totalmente creación mía.

Notas de la autora: "Oraciones en comillas son llamadas telefónicas".

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Había encontrado un departamento en alquiler y a muy buen precio en Moscú. Era algo sencillo, una habitación, un baño, sala de estar, living con comedor y cocina, un pequeño pero acogedor edificio de cuatro pisos. Lo suficiente para sobrevivir. Ahora debía empezar a buscar inspiración o a continuar sus cuadros. Le agradeció a un hombre del aeropuerto que vio a Steve algo complicado y le pasó un papel con la dirección del apartamento. Si no fuera por él, aún estaría buscando donde caerse muerto.

Steve amaba mucho la pintura, por eso se dedicó a este arte. Amaba dibujar cada lugar o persona que encontrase interesante y plasmarlo en tela o en algún papel. En EE.UU sus cuadros se vendían muy bien. La gente amaba su arte, sobre todo mujeres. Pues sí, Steve Rogers es un hombre muy apuesto: alto, cabello semi rubio, un poco oscuro por así decirlo, cuerpo bien trabajado, una barba que hasta a los hombres les daba envidia, como un actor sacado de una película de Hollywood. Pero a pesar de lo hacendoso que podía llegar a ser, se sentía solo. Podía tener muchos amigos que le aconsejarían como vivir, que decisiones tomar, pero la soledad lo perseguía cada segundo de su vida. En la pintura sentía que ninguna de estas preocupaciones lo segaban. Quizás era algo psicológico, pero era el único escape para poder afrontar los problemas que le había dado hasta ahora la vida, era el arte.

A pesar de la poca fama que había cultivado gracias a su trabajo, es una persona modesta que jamás olvidará de donde empezó su vida, y a sus padres siempre los recordará como personas que le inculcaron buenos valores humanos. Los llevaría siempre en su corazón.

Ya con sus cosas instaladas en el pequeño departamento, era hora de conseguir algo de comida. Sin comida el artista no funciona por más inspiración tuviera. Así que tomó su cartera con dinero suficiente, chaqueta de cuero, ya que estaba empezando a hacer un poco de frío, tomó las llaves de su nuevo hogar y salió rumbo a explorar un poco el barrio donde sería su pequeña vida por algunos meses.

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Natasha se había levantado temprano ese día. Debía abrir la academia. La habían dejado a cargo para la apertura y el nuevo ingreso de niñas a la clase.

Después de harto tiempo, lo había decidido: Crearía su propia academia de ballet. Era lo que la hacía feliz en la actualidad y no iba a descansar para alcanzar su sueño, aunque le costase años. Siendo ya instructora oficial, tenía cierta confianza en poder hacerlo.

Se dio una ducha rápida, alcanzó a tomar algo de desayuno y lo que sobró lo metió en su bolso deportivo. No le importaba llegar tarde a su trabajo, su pasión por el ballet era primero, así que de inmediato se puso su ropa deportiva.

La pelirroja trabajaba en una prestigiosa empresa de accionistas llamada SHIELD Corporation, donde ella era la secretaria. Debía vestir siempre bien, casi a la moda. Esto a Natasha le apestaba bastante, si fuera por ella, iría a trabajar en pijamas. Hechó su ropa formal al bolso de paso y unos tacones que encontró por ahí. Tomó las llaves de su apartamento y salió un poco apresurada. Cerraba la puerta como podía, con otra mano tenía puesto su celular en su oído y trataba de que su bolso no cayera al suelo.

"No te demores demasiado Natasha, Fury te necesita a la hora" ─se escuchaba desde el auricular.

─Si, si entendí María, llegaré a las 10:00 am para la reunión ¡No te preocupes, ahí estaré!

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