38: Crímenes pasados

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Disclaimer: MARVEL & Disney no me pertenecen. Esta historia si.

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En el capítulo anterior...

―Nat... ―Steve se separó de ella lentamente para preguntarle algo que le carcomía un poco en su interior― Después de que todo esto termine... ¿te gustaría venir conmigo a Estados Unidos? ―Natasha quedó perpleja al escuchar aquella proposición. Y es que dejar su país natal era literal empezar de cero. ―No es necesario que me respondas ahora...aún queda mucho por abordar. Ven, vayamos a descansar.

Steve tomó su mano y antes de eso apagó las luces de la sala de la cocina y de la sala de estar, donde estaba el pequeño comedor donde habían cenado recién.

Ambos se introdujeron dentro de las sábanas y se abrazaron para dormir. Ni siquiera prendieron la televisión para hacer algo de sueño. El cansancio de ambos era superior.

Pero lo que más los reconfortaba, era que estaban juntos a pesar de todo lo sucedido. Ninguno había salido herido, excepto por James y la pérdida de Clint, carga que Natasha llevaría para toda su vida.

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Al día siguiente...

El día amaneció lluvioso

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El día amaneció lluvioso. Y es que era un día donde no podía ser peor para pasar la tristeza del día anterior. María Hill le avisó a Natasha mediante una llamada que estuvo toda la noche coordinando con todos los gastos para el funeral. La autopsia de él salió rápidamente, ya que era claro que la causa de muerte había sido por un arma de fuego. Ya tenía en su poder el informe forense, así que rápidamente ella agilizó el procedimiento. Fue ella quien tuvo que contactar con Bárbara en la madrugada acerca del fallecimiento de Clint Barton. Además tuvo que pedirle que viniera a la oficina central para que diera el visto bueno de reconocimiento del cadáver.

Steve, James y Natasha desayunaron de forma apresurada y se vistieron para la ocasión: vestimenta completamente de negro en honor y respeto. Ambos muchachos con traje formal, aunque James no podía usar chaqueta por su brazo lastimado, asi que Steve le prestó un swéter de color negro para que pudiese estar más cómodo.

Natasha por lo general no suele usar falda, pero esta vez sí lo quiso hacer. Se vistió con una chaqueta y blusa del mismo color.

«Créeme, no fue fácil...» ―le decía María desde el teléfono. Steve, Natasha y James iban camino en taxi hacia el cementerio. Ella quería ir sola, pero James y Steve querían acompañarla. Sabían que no podría contener el dolor yendo sola.

―Me imagino que no... ―susurró Natasha― Lo siento por pedirte esto...

«Tranquila, de igual forma es algo que debemos hacer nosotros como policía...¿Ya vas en camino?»

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