16: Sorpresa

728 78 35
                                    

Disclaimer: MARVEL & Disney no me pertenecen. Esta historia AU si.

.

.

Lunes, 09:30 am, Oficinas de SHIELD.

Natasha había llegado muy temprano a las oficinas de SHIELD para retomar todos los temas pendientes que le tenía Fury; tenía mucho trabajo acumulado, pero eso no le importaba, porque ahora, tendría por fin una academia para impartir sus clases de ballet que tanto anhelaba por hacer.

Se quedó pensando además en lo que le dijo Steve, sobre abandonar este trabajo. Podría sólo vivir haciendo clases pero...igual un dinero extra no le hacía daño a nadie; lo bueno era, que no tenía que lidiar con el tráfico, ya que se podría ir caminando hacia el taller. Ya lo pensaría mejor.

Llegó a su puesto de trabajo, donde había más o menos una pila mediana de archivos, los cuales ella tendría que revisar y ver cuáles son los que Fury debía firmar y aprobar. Por lo general se trataban de proyectos nuevos y renovaciones de algunos. No era difícil, pero la tarea de separarlos era tedioso.

Suspiró, levantando un mechón rojo de su sien. Debía hacerse el ánimo de ordenar todo eso.

Encendió el ordenador para comenzar a trabajar. Pero antes de eso sucediese, necesitaba una taza de té verde humeante. Era su favorito.

Al llegar a su puesto con aquella bebida humeante, se dio cuenta que encima del escritorio había una rosa de color rojo; arqueo una ceja ante esto ¿por qué?

—Feliz día amiga —se escuchó la voz de María. La aludida no entendía de qué se trataba todo esto. Rodó los ojos ante esto y le respondió—, es el día de la secretaria...

—¿En serio? —se sorprendió ante esto—, lo lamento, no sabía... gracias María, eres muy gentil —Se levantó de su puesto para darle un abrazo.

—No te preocupes, sé que has estado en otras cosas...como salir con ese tal Steve... —mencionó algo molesta, pero divertida—, me has abandonado totalmente.

—Lo sé, soy una persona horrible. Pero ¿te parece que vayamos por un café mientras ordeno estos papeles? Y nos ponemos al día —le dedicó una sonrisa—, yo te invito.

—Ni se te ocurra mujer. Es tu día, te invito yo, así que toma tus cosas y vayamos a la cafetería.

.

.

—Y bien... llevas mucho tiempo con este muchacho. Veo que posiblemente quieras casarte con él —Hill la molestó.

—No sé si para casarme, pero es un buen chico —confesó—. Es atento, respetuoso, divertido...aunque un poco anticuado, pero eso da lo mismo —La pelirroja dejó a un lado su café, para empezar a ordenar aquellos documentos. Hill tomó la mitad de aquella torre para ayudarla.

—¿Anticuado? ¿cuántos años tiene? —preguntó curiosa—, no creo que sea tan viejo.

—No, no lo es. Tiene apenas treinta y cinco años —se encogió de hombros—, pero aún así, es muy lindo conmigo.

—Necesito conocerlo... ¿cuándo me invitarás a tu casa? puedo llevar algo para la cena. Por ejemplo unas buenas cervezas.

—No es una mala idea, nos vendría bien una junta con amigos —timbró un par de papeles—, y además, Steve también tiene un amigo... —de pronto, recordó que él y Steve estaban un poco distanciados por ese día, donde ella tuvo "un viaje de emergencia". No sabía si se habían arreglado.

Pas de DeuxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora