33: Noche de espías

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Disclaimer: MARVEL & Disney no me pertenecen. Esta historia UA si.

Notas de la autora: Contenido para +18. Si eres menor de edad es tu responsabilidad.

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En el capítulo anterior...

―Nat, deja de ser tan formal conmigo... ―pidió él― siento mucha lejanía cuando lo haces...

―Lo siento. Es la costumbre... ―se disculpó― Nos vemos pronto entonces.

―Estaré atento al teléfono. ―se acercó a ella depositando un beso en su mejilla― Nos vemos, Natasha.

A pesar de que poco a poco estaban retomando su relación, Steve sentía que no era lo mismo que antes. Pero eso era muy obvio. Las heridas y los sentimientos del pasado se demoran mucho en cicatrizar. Él sabía que era cosa de tiempo y que las cosas se acomodasen poco a poco.

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Ya habían pasado algunos días desde la última visita de Natasha y Alexei. Pero ella iba a arreglar el matrimonio de sus amigos, ya que ellos habían accedido a ayudarle con el caso. Era lo mínimo que podía hacer por ellos.

Habían decidido ambos celebrar su matrimonio en un local de eventos. Era espacioso pero lo suficiente para hacer algo privado.

Natasha estaba con Bobbi viendo vestidos de novia en tiendas comerciales, pero no podía decidirse por ninguno. Era bastante difícil elegir.

―Esto está muy difícil. ―suspiró Bárbara― Quiero un lindo vestido, pero tampoco quiero gastar tanto en uno.

―Tómatelo con calma, aún falta ver varias tiendas. Seguro encuentras uno perfecto para ti. ―decía Natasha, mientras veía como su amiga se veía al espejo probándose un vestido.

―¿Te gustaría casarte algún día? ―preguntó Bobbi de pronto. Natasha sintió aquella pregunta como un balde de agua fría. Luego ella se volteó a verla― Lo siento... había olvidado sobre tu rompimiento...

―Está bien, no te preocupes. ―respondió desde su asiento― Se podría decir que yo rompí con él por el tema que tú ya sabes... ―suspiró y miró a otro lado― Admito que lo extraño demasiado, pero no estoy segura si podría volver con él después de todo esto.

Ambas chicas salieron del local para hablar con más tranquilidad. Se dirigieron a una heladería y Bárbara le compró un cono. Se sintió algo tonta por haberle hecho aquella pregunta y volvió a disculparse.

―Nat, de verdad te pido disculpas... ―decía ella― Tengo mi cabeza en otro lado y de verdad no quise ocasionar un disgusto.

―No pasa nada, de verdad. Deja de torturarte. ―rió ella― Deberías estar feliz por su matrimonio con Clint.

―Lo estoy... pero no puedo negar que estoy preocupada por tu situación...ya sabes. ―dijo ella refiriéndose a su historia y su pasado.

―No te preocupes, todo va a estar bien. Tienes que confiar en mí. ―decía Natasha ferviente en su decisión.

―Lo sé. Si Clint lo hace, es porque de verdad todo va a salir bien.

―¿Pasemos a esta tienda? ―apuntó Natasha a una― Creo que acá no hemos entrado.

―Si, pero primero acabemos nuestro helado. No nos dejarán pasar con esto. ―sonrió un poco.

Después de pasearse en varias tiendas de vestidos de novia. Bobbi se decidió por uno, el cual era recatado pero elegante a la vez. Cómo sería una ceremonia íntima, no quería que fuese tan vistoso.

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