2 días después...
-¿Qué pasó mi vida? ¿Por qué lloras? --bajo a la estatura de Angie para limpiar las lágrimas de sus mejillas.
-Mi mami vino, está peleando con papá. --me abraza sollozando y trato de calmarla.
-Tranquila princesa todo va a estar bien. --acaricio su cabello y ella se separa para mirarme con los ojos aguados.
-¿Me lo prometes? --dice.
-Claro que sí. --me levanto y la tomo en brazos-- Ahora ve a tu cuarto para ducharte y ponerte hermosa.
-Vale. --sale corriendo por las escaleras.
Me acerco a la puerta del estudio de Luis y desde fuera se escuchaba la discusión. No era justo que hicieran pasar a Angie por este tipo de cosas, si tan solo pudieran hablar tranquilos y tratar de arreglar las cosas.
Doy leves toques en la puerta antes de abrirla. -Disculpen que interrumpa pero... ¿pueden hablar un poco más bajo? --ambos están parados frente al otro y me miran-- Encontré a Angélica llorando en la sala al escucharlos.
-¿Ves lo que ocasionas? --dice Erika.
-¿Yo? Te recuerdo que la que vino hasta aquí fuiste tú. —acusa él.
-Claro, tenemos que hablar.
-Ya te dije todo lo que iba a decir.
-No es todo Luis, tenemos que hablar sobre nuestra hija.
-Mejor yo voy con Angie. --salgo antes de que puedan decir algo.
Ahora lo importante es mantener a Angélica alejada de esa puerta. Voy hacia las escaleras y subo a la habitación de Angie.
-¿Todavía no te has duchado? --voy hasta donde está con una sonrisa. Se veía tierna con dos vestidos tendidos sobre la cama con el ceño fruncido tratando de escoger con cual se vería mejor.
-Es que no termino de decidirme. --hace un puchero.
-En mi opinión, te quedaría mejor el rosa. --ella lo toma y de hombros antes de asentir.
-También me gusta.
-Eso es todo. Ahora a la ducha. --ríe antes de entrar.
***
-¿Tengo que irme con mi mami? -me pregunta Angie con los ojos llorosos.
-Sí corazón. -bajo a su altura y la tomo de las mejillas. -Pero podrás venir a visitarnos cuando quieras, yo voy a estar aquí siempre.
-¿Ustedes también me van a visitar?
-Por supuesto que sí. -le doy un fuerte abrazo. -Ay te voy a extrañar un montón.
Erika había regresado de su viaje y llamó a Luis ayer para avisar que hoy vendría por Angie. Jose Luis no quería que se fuera, se había acercado mucho a su hija en estos días y no quería volver a alejarse de ella.
Erika traía con ella los papeles del divorcio firmados y aunque eso fuera una razón para estar contentos también era algo difícil ahora la situación con Angélica. La custodia sería compartida, pero si Erika estaba de viaje, él no podría ver a la niña y menos pasar días con ella. Esto se había complicado un poco.