Timeless

31.

La mirada de Saur vagó por el lugar de forma inconsciente mientras pensaba, pero no imaginó que se encontraría con la afligida y pálida figura del príncipe de Hilya, mirándolos a través de la puerta a medio abrir de su despacho. Al darse cuenta de la situación, puso una mano en el hombro de su hermano sin poder decir nada más, y cuando Wonho dirigió su mirada hacia el lugar que el rey estaba mirando, no supo cómo reaccionar.

— ¿Hyu-Hyungwon? —preguntó con el corazón rebosante de sentimientos encontrados. Y sin decir nada más avanzó hacia él y lo tomó por los hombros— ¿Hace cuanto estás ahí? ¿Cómo estás? Háblame.

Su mirada y la del delgado se unieron, pero aquellos ojos que antes lo vieron con dulzura, ahora estaban inundados de agobio e impotencia. Entonces Wonho supo que quizá Hyungwon había escuchado más de lo que él creía y que por eso se sentía culpable por toda la situación.

En ese momento el galeno llegó a toda prisa a la entrada del despacho, sin embargo pareció sorprenderse al ver la escena que tenía delante.

— ¿Qué ocurre? —preguntó Saur al ver al hombre casi sin aliento.

El anciano hizo una leve reverencia en forma de disculpas por irrumpir en ese lugar de forma tan escandalosa, pero tardó unos segundos en poder respirar casi correctamente.

— Su Majestad, perdone a este servidor por irrumpir de esta manera. —se excusó y miró al delgado— De hecho yo venía a informarles a Su Majestad y al Capitán que Su alteza el Príncipe Hyungwon se había despertado y no estaba en sus aposentos, así que me preocupé de que saliera otra vez sin decir nada y vine para avisar de su ausencia, pero no esperé que estuviera con vosotros.

Wonho frunció el ceño y suspiró al ver los pies descalzos de Hyungwon, dejando como evidencia que se escapó de la habitación con prisas para buscarlo a él.

— No te preocupes, puedes descansar ahora. —respondió Saur amablemente hacia el hombre, pero él no se fue como esperaban los presentes, en cambio parecía querer hablar de nuevo— ¿Algo más que tengas que decir?

El hombre asintió.

— Su alteza el Príncipe Hyungwon acaba de despertar de un largo estado de letargo, su cuerpo está muy débil y aunque ya despertó recomiendo inmensamente que siga bebiendo las aguas medicinales y que coma para que pueda reponer las energías que su cuerpo perdió. —Hyungwon miró al hombre y luego bajó la mirada al suelo— Además, el reposo es imprescindible para que su cuerpo mejore.

Ambos hermanos estuvieron de acuerdo con las palabras del sabio galeno del reino, y no tardaron en llevar a Hyungwon de regreso a la habitación, llamar sirvientes para que lo vistieran de una forma cómoda pero más formal, y aparte para que se le preparara una ración de comida que el delgado pudiera comer sin provocarse una indigestión.

Pese a la situación que los englobaba, ambos hermanos supieron actuar de forma calmada y cada uno hizo algo diferente sin alterarse. Mientras que Saur se volvió a su despacho para continuar con los planes y tratar de organizar todo para seguir al pie de la letra el nuevo plan de su hermano, Wonho ayudó a Hyungwon a ir al enorme comedor donde solo ellos dos estaban sentados.

La comida se sirvió y aunque había literalmente un manjar frente a ellos, ninguno estaba comiendo realmente.

Hyungwon había estado con la mirada baja y desde que se habían visto no había mencionado ni una sola palabra, mientras que Wonho se había dedicado a ver su rostro todo el tiempo y analizar sus gestos y acciones, pero sólo él sabía lo mucho que estaba muriendo por dentro por querer levantarse de su asiento y correr hacia él para poder abrazarlo tan fuerte que pudiera fundirlo en su pecho y protegerlo ahí, para el resto de sus vidas. Pero no eran más que deseos que no se materializaban.

Suspiró un poco agobiado, y decidió que intentaría romper el hielo a como diera lugar.

— ¿Te sientes mejor? —preguntó en un susurro.

Hyungwon levantó su mirada de la mesa, pero tan pronto como lo hizo, así mismo la volvió a bajar y antes de que Wonho pudiera volver a decir algo, él depositó el cubierto en el plato y lo miró fijamente.

— Hace rato... ¿De qué hablabas con Saur? —preguntó sin vergüenza de sentirse entrometido o algo por el estilo— ¿Habrá una guerra? ¿Por qué?

— Solo era una reunión de prevención, no era importante. —comentó tratando de evadir el tema— Ahora mismo, lo único que tiene prioridad es tu salud.

La mirada del menor brilló con impotencia.

— Pero necesito saber qué ocurrió... —miró al mayor con una expresión casi de súplica— Recuerdo estar en el bosque, pero no sé que me pasó, y como termine en el castillo de nuevo. ¿En qué momento regresé? ¿Cómo?

El capitán suspiró. A veces se olvidaba que estaba hablando con aquel príncipe terco y rebelde que había conocido desde su infancia.

— Hyungwon, si no te acabas la comida que hay en el plato, me temo que no podré decirte nada. —le regañó amablemente— Sólo me preocupa tu salud.

Aunque al delgado le molestó el ultimátum, no podía negar que era verdad que necesitaba reponer muchas de las energías que había perdido. Aunque no sabía que había ocurrido después de ver aquel objeto extraño que no recordaba, supo que habían pasado muchas cosas. Lo podía ver reflejado en su condición física actual, su largo período de inconsciencia y también en la preocupación de aquellas personas.

Comió en silencio durante algún tiempo y aunque estaba haciéndolo en gran parte por conseguir respuestas, debía admitir que la cálida comida cayendo en su estómago se sentía realmente bien. Por eso no tardó en dejar los platos totalmente limpios.

Wonho sonrió levemente al ver su nivel de determinación por obtener una respuesta, pero no pudo incumplir con su palabra, por lo que al terminar, el delgado esperó en silencio por una explicación que él no tardó en dar.

—Hyungwon, en estos momentos, la situación en el reino es algo complicada, es algo que tenía que suceder tarde o temprano, y antes de que ocurra, mi hermano y yo hablamos, sobre ti y tu seguridad. —explicó lentamente, midiendo las reacciones del príncipe— Por lo que pensamos, que lo mejor sería llevarte a un lugar donde sabremos que te encontraras a salvo, y sin ningún tipo de peligro.

Después de escuchar atentamente la explicación, Hyungwon se preguntó si acaso todo se trataba de una ilusión o de una realidad. Todo parecía tan irreal y tan real al mismo tiempo, que era confuso.

Por un momento quiso poder preguntarle a Wonho si aquella cosa que parecía ser un recuerdo, donde ambos se habían escapado para conseguir frutas, era real o no. Pero después de pensarlo mejor, decidió que no lo haría porque si todo era producto de su imaginación, Wonho sabría que quizá estaba loco. A esas alturas ni él mismo lo sabía.

A veces sentía que él se imaginaba todo pero, si se lo imaginaba...

¿Por qué el sentimiento era tan real?

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Increíblemente esta es la primera publicación de esta historia en este año xD han pasado casi 4 meses desde la última vez que actualizamos, por lo cual nos disculpamos.
Han pasado cosas realmente inesperadas, pero aquí estamos una vez más con todas las ganas de volver y publicar.

Se agradece que hayan muchas personas pidiendo actualizaciones y preguntando cuando volveríamos, gracias por esperar pacientemente por esta historia.

¡Nos leemos pronto!