Un gran trozo de papel estaba extendido sobre la mesa, y en su compañía estaban los dos descendientes del antiguo rey del ese lugar. Ambos hombres llevaban reunidos gran parte del dia en el sitio que pese a tener gran tamaño, tenía poco más que las pinturas de los antiguos reyes y reinas, incluyendo a los padres de ambos y un par de muebles de madera tallada, incluyendo la mesa y la silla donde el rey resolvía los asuntos de papeleos.
El mapa sobre la mesa y las indicaciones de los informantes del reino no daban señales muy alentadoras respecto a la guerra que se avecinaba y ambos podían reconocerlo.
— Esto no puede ser aplazado por más tiempo. —comentó Saur hacia su hermano— ¿Tengo que hacerte recordar cuál es tu verdadero deber?
El despacho del rey se llenó de silencio por un largo rato después de aquella pregunta. La guerra cada vez estaba más cerca y ellos se encontraban atrasados en preparación.
— El príncipe Hyungwon necesita entrenamiento. —le respondió el capitán, provocando que Saur, quien miraba por la ventana, se diera la vuelta para mirarlo— Fue nuestra decisión llevarlo a su reino dentro de unas semanas.
Saur cada vez estaba más enfadado con el tema, así que tomando su autoridad como el heredero al trono y hermano mayor, se acercó a él sin titubeos.
— ¡Eres el capitán general del ejército de Namélar, y tu deber es con y para el pueblo, defenderlos y protegerlos de nuestro enemigos! —le gritó a escasos centímetros de distancia, a lo que el capitán solo pudo agachar la cabeza en respuesta.
Quería excusarse a sí mismo, pero Saur tenía razón. Quizá había malgastado tiempo valioso entrenando a Hyungwon, en vez de preocuparse por el reino entero, apoyar a sus hombres y estar con ellos hasta el final, y no solo dando ordenes y suponiendo que todos harían las cosas bien o que nada se saldría de control, por lo que pese a lo mal que pudo haber sonado Saur, reflexionó.
— En este mismo momento comienzo con los preparativos. —contestó sin titubeos, debía darse prisa y obedecer a su hermano para recuperar el tiempo que había perdido al haber descuidado sus verdaderas obligaciones.
Saur lo vio fijamente y asintió.
— Yo mismo entrenare a Hyungwon. —informó a su hermano— Concéntrate en lo que debes.
Wonho asintió y dio una leve reverencia de respeto para después marcharse de la habitación, solamente pensando en que debía cumplir con su palabra. Era bien entrada la noche, pero la guerra nunca espera.
Al día siguiente, Hyungwon esperaba encontrarse a Wonho esperándole como siempre en el campo de entrenamiento, pero en cambio se encontró a Saur esperando sentado, mientras trataba con mucho cuidado a su brillante espada.
Al ver lo extraña que era la situación, el príncipe se acercó andando dubitativo hacia el campo de visión del rey, sin saber muy bien que sucedía.
— Buenas tardes su alteza... —le saludó Saur. Hyungwon asintió con la cabeza— Hoy seré quien le entrene.
El delgado se sorprendió un poco perl trató de no ser tan obvio en su reacción, así que volvió a asentir.
— ¿Y Wonho? —preguntó sin poder aguantarse, ya que estaba nervioso y a la vez preocupado de que algo extraño hubiera ocurrido.
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Timeless
FanfictionTodo lo que recordaba era una salida con sus compañeros de trabajo y mucho alcohol... Pero despertar en una nueva realidad le cambió la vida para siempre. ✘ Historia en colaboración con: @traumARS