6.

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La preocupada mirada del capitán se posó sobre él al verlo palideciendo y sosteniéndose de una de las hermosas sillas de madera tallada.

— ¿Qué le ocurre? ¿Se encuentra bien? —cuestionó preocupado tocando el hombro del príncipe quien parecía haber olvidado como respirar.

Saur también lo miró con preocupación.

— Un vaso de agua —ordenó a uno de los sirvientes que estaba cerca— ¡Ya!

Wonho rápidamente dirigió el cuerpo flácido del menor hacia una de las cómodas sillas y una de las sirvientes se acercó a ellos con un abanico para intentar darle un poco de aire fresco, porque el menor estaba incluso sudando sin razón aparente.

— ¿Se encuentra mejor? —volvió a cuestionar más preocupado que antes— Llamen al galeno inmediatamente.

En ese momento Hyungwon levantó su mano para llamar su atención y negó levemente.

— No, no... —respiraba agitadamente— estoy bien, solo... —resopló— seguramente es alguna secuela del cansancio. —intentó sonreír aún sin poder respirar bien.

La mirada de ambos hombres se posó en él.

— ¿Seguro? —preguntó Saur— ¿Está mejor ahora?

El delgado asintió efusivamente un poco avergonzado por la reacción que tuvo frente a ellos, pero no podía dejar de sentirse sorprendido y agobiado con la situación. Definitivamente su ansiedad estaba más que justificada.

— Tranquilo. Estoy bien. —soltó con firmeza después de haber tomado casi todo el contenido de su vaso— y también es un gusto para mí, lo de conocerte en persona...

Saur sonrió al notar como el semblante del príncipe parecía nervioso pero aún así intentaba estar firme. Era algo verdaderamente digno de admirar.

— Comenzaremos con el almuerzo, entonces. —anunció formalmente, a lo que sus sirvientes respondieron rápidamente poniendo la comida sobre los elegantes elementos de la vajilla que reposaba perfectamente colocada sobre la mesa.

El olor de la comida recién hecha golpeó sus fosas nasales y su estómago rugió en respuesta. Entonces en aquel momento se olvidó de que aquellas personas lo miraban como un príncipe y en cuanto acabaron de servirle la comida, su atención se posó en aquella pequeña ave que parecía haber sido horneada y depositada con mucho cuidado sobre una cama de vegetales frescos, en otro plato tenía un trozo de pan que parecía estar realmente suave y en la copa le fue depositado alguna clase de vino suave para acompañar el almuerzo que estaba impaciente por devorar.

Miró de reojo como tranquilamente los dos hombres a su lado comenzaban a comer y él no dudó en imitarlos, sin embargo ignoró todas las piezas de metal que habían al lado de su plato y en cuanto tuvo la luz verde, tomó el ave entre sus manos y arrancó un trozo para finalmente llevárselo a la boca, soltando un sonoro jadeo de placer al sentir el delicioso sabor de la comida en su paladar.

Ambos hombres lo miraron sorprendidos por su comportamiento pero al recordar los difíciles días que el menor había tenido gracias a las guerras, decidieron dejarlo disfrutar a su gusto. El concentrado Hyungwon casi devoró su comida usando sólo sus manos y en un santiamén su plato estaba totalmente vacío, sorprendiendo aún más a los presentes.

Al ver tal escena, Wonho soltó una risita por lo bajo que atrapó la atención de Hyungwon.

—¿Esta la comida a su gusto?—cuestionó con un tono tranquilo intentando no incomodarlo.

En ese momento Hyungwon miró al plato de Wonho que aún contenía casi la mitad de sus elementos y luego miró al suyo totalmente vacío, así que se avergonzó un poco.

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