Saur se fue con el mensajero que había llegado, no sin antes hacerle una señal a Wonho para hacerle entender que lo necesitaban urgentemente. El capitán asintió hacia su hermano, y éste se marchó inmediatamente.
El agua medicinal ya se había enfriado, por lo que Wonho ya no debía mantener a Hyungwon por más tiempo en la tina, entonces tomándolo en brazos se lo llevó hasta la habitación en la cual se encontraba el galeno con sus ayudantes, pero al ver que llegaba el capitán con el príncipe, dejaron lo que estaban haciendo y se marcharon después de preparar todo lo necesario para secar el cuerpo de Hyungwon.
A pesar de que Wonho tenía prisa, no se dio el lujo de descuidar por ello al príncipe, por lo que fue él quien se puso la tarea de secar su cuerpo, quitándole la poca y húmeda ropa que tenía y poniéndole una nueva, limpia y seca. Siempre guardando el honor del príncipe, sin mirar y sin entretenerse, pues en lugar de sentir curiosidad o algo como eso, su corazón todavía estaba abatido por lo que había ocurrido momentos atrás y lo que menos quería era aprovecharse de la situación actual para cualquier motivo egoísta suyo.
Una vez que lo vistió, aunque con dificultad, lo acostó en la cama con cuidado y lo cubrió con las mantas. Entonces, se dirigió hacia la puerta y dejó pasar al galeno.
— Cuida de él. —le ordenó— Y avísanos si despierta.
El galeno asintió con respeto a la orden del capitán, y fue en ese momento cuando Wonho le dio una última mirada a un Hyungwon inconsciente, deseando que cuando volviera, estuviera como antes, sano y despierto.
Le hubiera encantado poder quedarse a su lado y cuidarlo personalmente hasta que despertara, pero sabía que la única manera que él tenía para poder protegerlo, era marchándose de aquella habitación lo más pronto posible.
Caminó a paso rápido hacia el despacho del rey, y cuando llegó, se encontró a los diferentes comandantes de las diferentes tropas, discutiendo lo que debían hacer. Estaban nerviosos, ya que no esperaban que los enemigos avanzaran tan rápido y en tan pocos días, por lo que se veían indudablemente en desventaja. El mensajero también se encontraba allí, indicando donde se encontraba el enemigo y esperando las ordenes que debía enviar hacia la frontera, pero todos se quedaron en silencio cuando la figura de Wonho se hizo presente en la habitación.
— Infórmeme la ubicación. —ordenó Wonho, entonces, el mensajero repitió todo de nuevo, pero esta vez al capitán general.
Después de meditar, pensar y discutir las diferentes estrategias posibles para la inminente guerra, consiguieron idear un plan. Aunque realmente eran varios planes según como fuera el comportamiento del enemigo.
El primero era que si conseguían prepararse a tiempo, conseguir el número suficiente de soldados, armas, y caballos, ellos mismos crearían una emboscada al enemigo, asegurándo muchas bajas y harían que retrocedieran, e incluso si tenían suerte, vencerían. Este plan, era el que todos querían, pero claramente el que menos posibilidades tenía que ocurriese, ya que simplemente, no estaban preparados.
El segundo, y el más probable, era una defensa en la muralla antes de la ciudad. Esto sucedería si el enemigo siguiera avanzando como hasta ahora, creando un plan de defensa, hasta que el enemigo estuviera en el límite, y entonces atacar.
Wonho terminó de dar las órdenes convenientes y todos se marcharon del despacho del rey, quedando ambos hermanos allí, solos. El agobio por parte del menor era notorio, pues habían estado discutiendo al menos por tres horas o más, y aún no había noticia del galeno. Estando con la mente tan ocupada, no se dieron cuenta que había pasado tanto tiempo, pero ahora éste cayó sobre ellos como una pesada roca.
ESTÁS LEYENDO
Timeless
FanfictionTodo lo que recordaba era una salida con sus compañeros de trabajo y mucho alcohol... Pero despertar en una nueva realidad le cambió la vida para siempre. ✘ Historia en colaboración con: @traumARS