Se había negado a comer por mucho tiempo, sin embargo Ivrisia fue clara al explicarle que a menos que él no descansara adecuadamente y consumiera la ración de comida establecida por Hoseok para su bienestar, ella no hablaría absolutamente nada. Por lo que a pesar de su ira, Hyungwon no tuvo más opción que obedecer a cambio de que al día siguiente, ambos hijos de reyes se reunieran con la cabeza un poco más fría, en uno de los jardines del palacio.
A pesar de que debido al trato hecho con la princesa tuvo que pasar por cosas incómodas, como tener un desayuno con los padres de Ivrisia, quienes le preguntaban constantemente cosas a las que no tenía respuesta porque no las sabía, el momento por fin llegó.
A la hora del almuerzo fue citado, y guiado por orden de la princesa hacia el lugar de reunión que se trataba de un majestuoso jardín que era similar al del palacio de Saur, y también al de sus visiones o recuerdos, aunque siendo sinceros a ese punto ni siquiera podía catalogar como algo lógico lo que le sucedía a veces.
Apreciando un poco del encanto diferente de aquel jardín, caminó lentamente a través de los túneles verdes que lo llevarían a la pergola donde estaría la princesa. Se tomó su tiempo, porque aquel lugar le recordaba de cierta manera a un parque al que visitó de pequeño, y después de ese no había vuelto a ver un parque tan bonito como ese.
Cuando llegó, se saludaron en silencio pero con formalidad, después tomó asiento en el lugar que le indicaron, y echó un vistazo rápido al manjar que había sobre la mesa. Estaba claro que antes de la charla tendría que almorzar con la princesa, y una vez más se veía obligado a obedecer sólo porque si no lo hacía, no tendría información de parte de aquella inteligente chica.
Al degustar la comida se dio cuenta que a pesar de haber comido varias veces la comida de ese palacio, no se acostumbraba a su sazón porque no se parecía demasiado a la comida del reino de Saur. Ambas eran deliciosas, pero por alguna razón no le parecía mejor que la otra, y así fue como de repente se vio a sí mismo extrañando amargamente un lugar al que antes juraba odiar. Se sintió un poco tonto por ello.
— Y bien... —comentó carraspeando la garganta después de haber terminado la comida, un poco molesto y triste de que Wonho lo hubiera dejado en ese lugar— Cuando considereís oportuno, podemos comenzar a conversar.
La mujer observó como los sirvientes se encargaban de limpiar el lugar y se iban de ahí uno por uno hasta quedar ellos solos. Pero no totalmente solos, ya que algunos sirvientes y guardas reales tanto de la princesa como para Hyungwon se encontraban a una distancia considerables, donde podian ver, pero no oir. Y aunque la princesa sabía que Hyungwon estaba ansioso por tener esa charla, tuvo que hacer un largo silencio para pensar correctamente las cosas, después de todo a ella tampoco le resultaba demasiado fácil hablar de las cosas que sucedieron en el pasado.
Cuando levantó la mirada, se encontró con un inigualable príncipe Hyungwon mirándola fijamente, claramente molesto. Incluso aquella escena le pareció un poco cómica.
— Se podría decir que Su Alteza, El Príncipe Hyungwon ha vuelto de verdad. —comentó sonriendo— desde antes de su ausencia no habia podido apreciar de nuevo esa mirada tan feroz, y tan caracteristica del principe Hyungwon... —el delgado se sorprendió por sus palabras y no pudo ocultarlo en su expresión, cosa que también sorprendió a Ivrisia— ¿Su alteza recordó todo lo que sucedió o sólo es por lo que ocurrió hace unos dias, concretamente a su llegada? —Hyungwon se mantuvo en silencio ante la pregunta, porque después de todo él ni siquiera era el príncipe que todos conocían y se sentía un poco confundido— Bueno, supongo que después de todo, aunque la memoria del príncipe esté dañada como todos aseguran, su corazón seguirá siendo el mismo.
Un poco aturdido de confusión, Hyungwon arregló su postura y trató de cambiar el tema, pero no pudo evitar preguntarse internamente por qué se sentía tan molesto con esa princesa, cuando realmente él no la conocía.
— Por favor, hablemos de forma directa y clara del asunto, evitando mencionar mis problemas personales e irrevelantes para lo que nos compete. —pidió lo más amablemente que pudo, estando en su estado.
Ella asintió lentamente con tranquilidad y procedió a continuar.
— He visto la forma en la que el príncipe Hyungwon me mira desde que escuchó la noticia que... —miró a otro sitio— el capitán Hoseok y yo nos comprometimos.
— Él no estaba de acuerdo. —soltó fríamente sin importar lo que la otra persona sintiera— No era un secreto que él no quería hacer eso, pero aún así iba a hacerlo por complacer a todos.
Ella se sorprendió de la forma tan informal y agresiva en la que habló, sin embargo no dijo nada y se tomó la situación con calma, sabiendo que aquello era algo que probablemente el príncipe llevaba guardado desde hace mucho.
— El capitán Hoseok, usted y yo siempre mantuvimos una linda amistad desde nuestra infancia cuando nuestros padres hicieron el tratado de paz y decidieron unirse en una alianza. —intentó recordarle— Está claro que al ser una mujer tuve que guardar los modales y dedicarme a tareas distintas que a ustedes. Mientras yo aprendía sobre oratoria y a cómo debía caminar o presentarme en un baile, ustedes aprendían a montar a caballo y a usar una espada... —susurró— Pero siempre los consideré mis amigos. Incluso ahora cuando me miras como si fuera una extraña.
El delgado se sintió un poco mal por la chica. Al parecer no se había dado cuenta que en realidad era más cercano a ella de lo que parecía. Quizá estaba siendo demasiado duro con ella.
— No recuerdo nada. —le recordó— Lo siento.
Ella sonrió levemente.
— Lo supuse. —comentó— Incluso si me recordara, ahora mismo estaría viéndome con esa fría mirada que le caracterizaba, pero la verdad es que... —bajó la mirada— Nunca quise interponerme en la relación especial que tenían. En serio.
Hyungwon frunció el ceño.
— ¿Relación especial? —preguntó un poco aturdido.
Siempre pensó que aquellas cosas que habían sucedido en sus visiones e incluso aquellas que habían pasado recientemente, eran meras coincidencias o acciones que habían sido forzadas por las situaciones que ocurrían en privado. No pensó que realmente fuera algo que pudiera saberlo una persona como ella.
— Su Alteza... —soltó un suspiro— Yo tampoco quería concretar el compromiso con el capitán... —confesó— En ningún momento quise arrebarte el amor de Hoseok, y menos hacerte infeliz. —el delgado la miró fijamente casi sin comprender la situación— Aunque siempre lo mantuve en secreto, siempre fui muy consciente de todo el amor que le profesaste, y no sería capaz de ser yo quien pusiera fin a ello. Yo realmente...
Ivrisia habló por varios minutos más, pero no le prestó más atención porque ya había dicho algo que tocó algo en su interior.
De repente le dolió la cabeza, y aquel sentimiento de incomodidad hacia esa persona por algún motivo se desvaneció, dejando desnudo el verdadero motivo detrás de la molestia: la impotencia.
Todo se hizo claro en su mente, en ningún momento el príncipe Hyungwon había odiado a Ivrisia. Es sólo que de alguna manera ella podía obtener lo único que él no podía tener tan fácilmente, que era el amor de Hoseok.
Pero la verdadera cuestión era:
Si esos eran los sentimientos del príncipe,
¿por qué podía sentirlos tan
vívidamente él mismo?¿Cómo era posible?
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Timeless
FanfictionTodo lo que recordaba era una salida con sus compañeros de trabajo y mucho alcohol... Pero despertar en una nueva realidad le cambió la vida para siempre. ✘ Historia en colaboración con: @traumARS