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【🅴】 Capítulo Explícito

Aunque el príncipe recordaba que había ido en innumerables ocasiones a festejos implicados a la realeza, esa era la primera vez que asistía a uno de esa magnitud. Para el Hyungwon moderno también aplicaba la misma situación, ya que nunca había sido invitado a una boda antes, y esta vez no sólo era un invitado casual, era un invitado de honor.

La chica a la que consideraba su amiga, la princesa Ivrisia por fin tendría su tan esperada boda con el rey Saur, o mejor dicho su cuñado.

Después de las guerras y las pérdidas, todavía había mucho que la realeza debía hacer por el pueblo, pero en el poco tiempo que pasó desde la tragedia, los pueblos de la alianza se habían recuperado más rápido de lo esperado y antes de que pudieran darse cuenta ya eran de nuevo el vivaz pueblo de siempre, así que las familias reales tomaron a bien poder festejar el matrimonio, que ya se había pospuesto por un largo tiempo, sin culpabilidad alguna.

Todo el mundo parecía irradiar alegría ese día. La gente vistió sus mejores trajes y aunque para muchas personas suponía un viaje largo y cansado, muchísimas personas asistieron al banquete celebrado por los reyes.

El príncipe fue uno de los primeros en llegar al reino aliado, de hecho utilizó la excusa de la boda para poder viajar con varios días de anticipación y poder compartir tiempo con su amado, el Capitán. Sin embargo también era cierto que estaba emocionado por la boda.

Cuando vio a la princesa Ivrisia irradiando belleza con su vestido blanco de cola larga, su corona de diamantes, un ramo cuidadosamente decorado, y el rey Saur apreciándola con una sonrisa imborrable, no pudo evitar suspirar. Se preguntó internamente si algún día él también podría tener la oportunidad de tener una boda así de alegre.

¿La gente también haría ovaciones por su felicidad?

—¿Qué ocurre? —susurró una voz a su lado. —Estuviste toda la ceremonia mirando fijamente a los novios como si la desilusión estuviera impregnada en tu rostro. —el príncipe volteó para encontrarse a Wonho sonriendo a su lado. —¿Mi amor es tan insuficiente como para que desees el de alguien más?

Hyungwon sonrió de regreso y tomó su mano con discreción.

—Sólo me preguntaba si también podría tener una boda así de bonita en el futuro. —respondió acercándose un poco ya que la música estaba sonando fuerte.

La ceremonia había sido un éxito, pero un pueblo feliz no sería un pueblo feliz festejando sin la música, el baile que los caracterizaba y el alcohol, así que nadie desaprovechó la oportunidad.

Si bien la ceremonia se llevó a cabo en un sitio majestuoso, el banquete estaba siendo festejado al aire libre en la zona del jardín del palacio, donde había sido arreglado un gran espacio que serviría de pista de baile y que podía ser perfectamente observado desde el balcón donde la realeza y los nobles compartían.

Así que se quedaron viendo como todo el mundo, incluidos los recién casados se unían a los alegres bailes hechos en honor a ellos. Sin embargo Wonho todavía tenía las palabras de Hyungwon rebotando en su cabeza.

—Será mejor que esta. —dijo carraspeando la garganta como si estuviera demasiado avergonzado para decir las cosas en voz alta.

El príncipe se sorprendió de aquella afirmación. Pues aunque estuvieran seguros de su amor, Hyungwon seguía siendo el príncipe heredero de la corona, y se esperaba que se casara y tuviera herederos para el reino, así que su relación de alguna manera seguía siendo algo que podría marcar un punto de inflexión en la realeza, pero estaba feliz de saber que de cierta manera, su Wonho también estaba pensando en un futuro juntos.

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