Timeless

51.

Cuando volvió en sí, parecía que de repente se encontraba en un bosque, aunque no recordaba cuando había llegado allí, sólo sabía que se había dormido normalmente como lo había hecho desde que había regresado a su moderna vida, en su antigua cama, con su pijama y soportando el ruido de la avenida.

Sin embargo, ahora parecía estar en un bosque, y al ver su ropa se dio cuenta que llevaba puestas las vestimentas de epoca a las que se había acostumbrado anteriormente.

¿Eso significaba que había regresado?

¿Encontraria a Wonho como la primera vez si lo buscaba?

Sin perder tiempo en responder sus propias preguntas con especulaciones, corrió sin rumbo por aquel bosque que se parecía demasiado al sitio donde lo encontraron los soldados la primera vez, deseando en su corazón encontrar rápido a Wonho o a alguien que lo llevara con él antes de que otras personas lo encontraran.

Pero entonces se detuvo cuando a lo lejos vio a un hombre, vestido con ropa similar al estilo que solía usar Wonho cuando estaba en el castillo, y estaba de espaldas hacia él.

—¡Wonho! —gritó con emoción alzando la mano para llamar su atención más rápido.

El hombre lo escuchó y volteó tan pronto como escuchó su voz, desafortunadamente el pitido de un coche lo regresó a la cruel realidad en medio de un susto. Ese era el precio que tenía que pagar por vivir cerca de una concurrida avenida.

Soltó un suspiro al darse cuenta que había sentido mucho miedo de que aquello que vio no fuera real, pero no había nada más que demostrar. Al despertar de dio cuenta de que efectivamente todo había sido un sueño, que él todavía estaba en su apartamento, en su cama y con su pijama. Aún soportando el ruido de la avenida.

Triste y aturdido, se quedó en la cama viendo al techo, como se le estaba haciendo costumbre, pero esta vez tenía unas ganas inmensas de llorar ya que con cada día que pasaba, aquella leve esperanza de volver se volvía cada vez más lejana.

Respiró profundamente para evadir el llanto y su cobardía y negativismo fueron suprimidos en ese momento cuando se dijo a sí mismo que incluso si todo se viera imposible, todavía no había investigado lo suficiente y algo debía haber por ahí que le diera la fórmula para volver.

Antes de rendirse al menos debía buscar información, empezando por la poca que tenía.

Con un poco de motivacion por descubrir que todo lo vivido era real y no una mera ilusion como le explicaron, se levantó de su cama fue a la cocina y se preparó un desayuno rapido. Es decir, unos cereales con leche, y mientras comía, le vino a la mente aquel sueño. Se sentía tan real… ojalá poder haber visto a Wonho una vez más. ¿Si volviera lo recordaría? Hyungwon supuso que sí.

«Aunque si ese sueño se sintió tan real, puede que los medicos tuvieran razon» pensó con un poco de decepción, pero rápidamente desechó esa idea gracias a su propia motivación.

No sólo lo deseaba, en realidad Hyungwon necesitaba que todos esos recuerdos fueran reales.

Dejó algo de comida en el plato por su impaciencia, y después del rápido desayuno, enchufó su ordenador portatil y se sento en su silla de escritorio, uno los pocos muebles que tenía en casa, porque lo necesitaba para su trabajo.

Al principio comenzó a buscar algunas cosas como viajes en el tiempo o cosas por ese estilo, pero sencillamente todo parecía tan irreal que incluso él que sabía que había vivido una experiencia así de fsntasiosa, no podía creersela. Entonces decidió cambiar el rumbo de su investigación.

El joyeron le indicó un par de días atrás que aquella joya databa del siglo XI, por lo que continuó su búsqueda por ahí.

Al poner en el buscador de google «siglo XI» lo primero que encontró fue el conteo de hasta qué año era el siglo, pero eso no le interesaba. Eso no era un dato para demostrar que su experiencia fuera real, así que continúo buscando y encontró algo más, esta vez se encontró el nombre de cada guerra que hubo en esos años. Sin embargo era demasiadas.