1. En casa de unos desconocidos

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*Ese mismo día por la mañana*

Lunes

Justo cuando me estaba robando un pañuelo con el sudor de Harry Styles, mi alarma me despierta.

Me levanto y camino hacia el espejo a observar mi cara, la noche anterior me dormí tarde por estar leyendo, pero ni modo, tengo clases.

¿Por qué existe la escuela?

¿Por qué me acosté tan tarde?

Son los pensamientos que inundan mi cabeza mientras me dirijo al baño a hacer mis necesidades y a tomar una ducha bien fría que me mantenga despierta al menos los dos primeros temas del examen.

Cuando salgo, me dirijo a mi armario para sacar el uniforme, este consta de unos jeans gruesos, acompañados de unos zapatos escolares y un polocher blanco.

—¡Nay, baja a desayunar, ya es tarde!—grita mi madre desde el primer piso.

—¡Voy!—respondo de igual forma.

Peino mi flequillo y dejo que mi pelo caiga despreocupadamente por mis hombros.

Tomo la mochila y agarro mi termo de encima de la cama, este termo es literalmente mi vida, lo lleno en las noches antes de acostarme a leer y luego en las mañanas para llevarlo a la escuela, paso todo el día con él.

—Buenos días mami, buenos días Henry—digo apenas bajo.

Henry es el esposo de mi mamá, mi padre murió hace 7 años en un accidente. Luego de la tragedia nos mudamos y desde entonces, ella me ha mantenido lejos de mi familia paterna, ni los recuerdo. Cuatro años después conoció a Henry y se enamoraron. Al inicio me sentí saboteada, traicionada, me dolía el simple hecho de pensar que ella haya podido olvidar tan rápido a mi padre, mientras yo seguía sufriendo cada noche, luego la pude entender, ya era tiempo de sanar, quizás nunca olvidará a mi padre, su primer amor; sin embargo tenía derecho de rehacer su vida con otra persona que la hiciera feliz y yo no me podía oponer a su felicidad.

—Cómo amaneciste?—pregunta él.

—Bien—respondo sin agregar más.

Mi relación con mi padrastro nunca ha sido verdaderamente buena, mi madre dice que mi miedo a que ocupe el lugar de mi padre, me tiene cerrada a la idea de llevarme bien con él.

Observo mi plato, hay unos ricos pancakes con guineo y jugo de naranja, mi desayuno favorito.

Tomo un trocito de pancake y una ruedita de guineo y los llevo a mi boca, permitiéndome degustar.

Estoy enamorada de las cosas simples, un rico desayuno, días soleados, libros interesantes, escuchar música, son cosas que me hacen verdaderamente feliz.

—Gracias por el desayuno mamá, ya me voy, espero y pases un lindo día—digo antes de pararme y llevar los trastes al fregadero.

—Adiós Henry.

—Adiós Naylea—responde.

Salgo de casa y me coloco mis audífonos para iniciar mi camino a la escuela.

Los vecinos se encuentran haciendo sus actividades rutinarias, sacar a sus perritos, la basura o simplemente darles vueltas a la manzana, vivimos en un vecindario de clase media, muy tranquilo.

—Buenos días señor Steward—saludo al señor de unos 70 el cual se encuentra recogiendo los desechos de su perrito, su fiel compañero.

—Buenos días señorita Williams, espero y tenga un lindo día.

—Usted igual—le sonrío, mis vecinos son muy agradables.

Al llegar pude divisar a mi mejor amiga Stheisy. Aún no puedo creer que a partir del Viernes duraré un largo tiempo sin ver a esa estúpida, puesto que sus padres consiguieron trabajo en Estados Unidos y tienen planeado que ella termine la escuela allá y empiece la Universidad, solo nos podremos ver en vacaciones.

Más que tu jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora