21.Graduación

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Acabo de salir de la quinta tienda de vestidos junto a Natalia, quien debería estar en la empresa, pero según ella esta es una "emergencia de moda" puesto que hoy en la tarde es mi graduación y yo no he comprado vestido por estar pendiente a Dario, lo había olvidado.

Entramos a la tienda y nos llaman la atención varios vestidos, Natalia toma tres. El primero es verde Aqua sin tiro y corto, el segundo es largo, pegado al cuerpo, color negro y el tercero el cual es mi favorito, es azul príncipe con una abertura en una pierna, pegado al cuerpo, ¡es precioso!

Me coloco el primero de los tres vestidos y no me termina de convencer, aún así decido salir para que mi amiga me dé su opinión.

—¡Siguiente!—grita apenas me ve.

—¡Qué amable!—exclamo sarcásticamente.

Regreso con el siguiente y siento que este si le gustó, pero a mí no termina de convencerme.

Me adentro nuevamente a los probadores y esta vez me pruebo mi opción favorita.

—¡Es muy bonito!—pienso, observando mi reflejo en el espejo.

Decido salir en busca de la opinión de mi amiga, apenas vi su cara me doy cuenta de que este es el vestido. Terminó nuestra búsqueda.

—¡Te queda precioso!—halaga esta.

—Lo sé, es perfecto—me doy una última ojeada en el espejo, me veo hermosa. Saber que mi madre no podrá verme vestida así, ni logrando una de mis metas, me pone triste, la extraño.

—Vete a cambiar—Natalia me saca de mi ensimismamiento—te espero en la caja.

—Es tan lindo que quisiera irme con él— musito mientras me observo.

Al finalizar salgo y me acerco para pagar.

—Tranquila, este será mi regalo para ti por tu graduación.

—¿En serio?—pregunto emocionada a lo que ella contesta con un asentimiento—¡muchas gracias!

—Vamos, te dejaré en casa—me ofrece apenas salimos de la tienda.

—No es necesario, puedo tomar un taxi, además, tienes que ir a la empresa.

—Tranquila, te dejo en casa y luego me voy.

La personalidad de Natalia aclara mis dudas sobre: porqué si Darío es el menor, es quien maneja la empresa. A pesar de todo es muy responsable y trabajador, su hermana es más relajada.

Subo a la habitación y coloco la bolsa  encima de la cama para sacar el vestido y engancharlo en el closet.

—Está distrayendo a mi hermana de sus obligaciones, ese no es su trabajo—escucho a mis espaldas. Darío.

—No entiendo lo que me trata de decir—me hago la loca, sin embargo, esto solo hace que mi jefe entre en la habitación y se acerque a la ventana.

—¿Está segura?, entonces, ¿ese auto que se aleja no es el de mi hermana?

Prefiero seguir fingiendo que no sé nada.

—No sabía que espiar se había vuelto uno de sus pasatiempos favoritos.

—Mañana regreso a la empresa, estoy harto de este encierro.

Más que tu jefe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora