Darío me dió el día libre, por lo que desde ayer decidí que hoy me levantaría temprano para recorrer Paris, nunca hubiese venido y sería una lástima irme sin conocer.Anoche me tomé el tiempo de buscar en internet algunos lugares bonitos y sobretodo gratis, a los cuales podría ir caminando.
Tomo mis cosas y me dirijo a la recepción del hotel, para darle inicio a mi tour, lo primero que haré es visitar un museo, llevo una botella de agua para la caminata, hoy será un día cansoso, pero valdrá la pena.
Llego al museo y me deleito viendo tantas esculturas y cosas interesantes, a lo lejos alcanzo a ver un grupo de personas siendo guiadas por un hombre alto de tez oscura; me apresuro para alcanzarlos y unirme al recorrido.
—Buenos días, bienvenidos todos a Musée du Quai Branly (El Museo del muelle Branly), mi nombre es Víctor Fuentes, los estaré guiando y enriqueciendo sus conocimientos durante este recorrido.
—Buenos días respondemos todos al unísono.
—¿Podemos empezar?—pregunta el susodicho, a lo que respondemos que si.
—Pueden anotar sus preguntas y hacerlas al final del recorrido, empezaré hablándoles del museo en si—presto atención, luce más entusiasmado que nosotros, se ve que ama su trabajo—El Museo del muelle Branly - Jacques Chirac (en francés, Musée du quai Branly - Jacques Chirac) es un museo etnológico francés el cual está constituido por colecciones de arte africano, Asia oriental, Océania y nativo americano con un total de 300,000 obras, 3500 en exposición; se inauguró el 20 de Junio del 2006. La colección es el resultado de la fusión de la colección de etnología del Museo del Hombre y de las colecciones del Museo nacional de Artes de África y de Oceanía (ubicado en Porte Dorée).
Lo seguimos atentos a sus palabras y los objetos que señalaba, hasta el final del museo.
—Aquí termina el recorrido, fue un placer para mí haber tenido su atención en todo momento, ¿alguna pregunta?— Levanto la mano— usted, la señorita de atrás.
—¿Cuál es su exhibición favorita?—preguntó con interés.
—El wampum—responde sonriendo.
—Okay, gracias.
—¿Alguna otra pregunta?—Nadie más levanta la mano, por lo que Víctor da por concluido el recorrido.
Esta es mi señal para continuar con el mío.
Próxima parada: Torre Eiffel.
Salgo del museo y me adentro en las hermosas calles de Paris, adornadas con grandes edificios y personas caminando de un lado a otro, no dudo en tomar mi celular para checar la ubicación.
—¡Perfecto!, voy en el camino correcto, si sigo así, en unos 6 minutos estaré en la torre Eiffel—digo para mí misma.
—Hola señorita— se acerca una señora de algunos 80 años, que por alguna razón habla mi mismo idioma.
—Hola—respondo amablemente—¿qué necesita?
—Menos mal habla español—responde aliviada—es que mi nieto se perdió y necesito que alguien me ayude a buscarlo, como puede ver usted es mi única esperanza, ya que nadie más puede entenderme.
—Está bien, con mucho gusto— total, ¿qué me podría pasar ayudando a una pobre envejeciente?
—Muchas gracias—extiende su mano, la cual estrecho— mi nombre es Marissa.
—Yo soy Naylea, ¿dónde fue la última vez que vió a su nieto?
—Estábamos dando un paseo por los alrededores, a veces lo hacemos porque nos aburrimos en casa, él estaba feliz correteando una paloma y me distraje por unos minutos, cuando volteé ya no estaba. Él lleva un suéter negro, jeans azules y botas del mismo color, su pelo es rubio, ojos verdes y piel pálida, responde al nombre Steward, llevo horas buscándolo y no he tenido éxito, al estar sola, no puedo abarcar mucho terreno, por esta razón decidí acercarme.
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Más que tu jefe
Teen Fiction¿Qué harías si una noche tu madre decide echarte de casa sin nada más que la pijama con que pensabas dormir minutos antes? Naylea es una chica tímida, cariñosa y astuta, nunca ha tenido novio porque cree fielmente en que el amor no se busca, sino, q...