NayleaLa noche está fría e iluminada, ahora mismo parada en medio de un pequeño camino abierto entre cientos de puñados de rosas, puedo ver a un hombre increíble y atractivo esperando por mi respuesta.
Dario este último mes se ha portado increíble conmigo y ha restablecido mi confianza a un 1000%, ha sido educado, dedicado, atento y sobretodo, me ha priorizado.
Aún recuerdo la primera vez que estuve en esta casa, el cómo llegué mojada y ellos me brindaron refugio, el como estuve viviendo aquí por meses, los celos disfrazados de odio de Darío, todas nuestras discusiones, momentos incómodos y otros no tan incomodos.
Todo eso nos trajo a este momento, y aunque nuestro inicio no fue el mejor, yo creo en él...en su cambio.
Mi mejor amiga ha estado hablando conmigo, me aconsejó que me lanzara, que algo muy bueno podría salir de aquí.
Me veo a su lado por años, casándonos, teniendo hijos...
Y nunca había estado tan segura de algo como lo estoy en este momento.
—¡Si, quiero ser tu novia Darío!—contesto emocionada mientras le doy un gran abrazo.
Este exhala sonoramente y me levanta para dar vueltas conmigo.
—¡Me acabas de hacer el hombre más feliz del mundo mujer!—sonríe y me sorprendo al ver una lágrima traviesa bajar de su ojo izquierdo—gracias por la oportunidad.
Lo beso y abrazo por el cuello, entonces, ¿así se siente tomar una buena decisión?
Por primera vez en meses, siento la verdadera paz.
—He aprendido a quererte, a quererte bien—sonríe—gracias por ser quien me haya cambiado, ahora eres mi chica.
Dario no es ni la pelusa de lo que era hace meses.
Me baja con delicadeza y me lleva hacia la mesa donde espera nuestra cena de esta noche perfecta.
—¿Sabes lo mejor de esto?—pregunta apenas me doy el último bocado, él terminó hace rato.
—¿Mmm?—pregunto con cierta curiosidad, uno nunca sabe con qué saldrá este hombre.
—Ahora que eres mi novia, no te puedes negar a recibir esto—dice mientras presiona algún botón de una llave y escucho el sonido de un vehículo abajo, me asomo y ahí lo veo, el mismo auto de hace un mes.
—¿Lo guardaste?—pregunto lo obvio.
—Es tuyo, no había porqué devolverlo, y ahora que eres mía, no tienes razón para rechazarlo—sonríe.
—¡Gracias Dario, en serio!—esta vez si estoy dispuesta a aceptarlo—me haces feliz, gracias—digo sincera, estuve ahorrando para esto.
—Te mereces eso y más, todo lo tendrás conmigo—sonríe con autosuficiencia—no por algo soy el mejor magnate del país, disfruta todo lo que te puedo dar mujer.
—¡Algo que nunca perderás es esa humildad que tanto te caracteriza!—río sarcásticamente.
—Ahora, vamos a ver el auto de mi mujer—me extiende la mano para que yo la tome.
Bajamos y en cada escalón siento la emoción carcomerme por dentro, estoy muy emocionada, muchas cosas buenas en una noche.
Al llegar me encuentro frente a frente con mi nuevo bebé, es lujoso, muy, Dario gastó mucho dinero en mí y aún así, parece estar más emocionado que yo.
—¿Qué tal si damos una vuelta?—pregunta mientras me pasa las llaves.
—Okay—acepto emocionada.
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Más que tu jefe
Novela Juvenil¿Qué harías si una noche tu madre decide echarte de casa sin nada más que la pijama con que pensabas dormir minutos antes? Naylea es una chica tímida, cariñosa y astuta, nunca ha tenido novio porque cree fielmente en que el amor no se busca, sino, q...