Enemigo de la Humanidad

Ceder

El sonido de la puerta abriéndose no inmuto al rubio, él continuo leyendo y fumando sin preocuparse de que ella estuviera con la misma ropa del día anterior.

- Si desea tomar una ducha hace unas horas Hotaru le trajo ropa y calzado, quedamos en reunirnos al mediodía en un restaurant con ella y Nematori-san.- Zeke explico sin apartar los ojos de su libro.- también dijo que quiere que cause una buena impresión en Nematori-san, así que deje suelto su cabello.

Hanji noto al bolso sobre una silla y camino descalza a pesar del piso frió, ella no contesto mientras abría el bolso y encontraba varios vestidos, faldas, camisas y un abrigo de color rojo.

- Los zapatos están en el mueble frente a la ventana.- Zeke dijo y cerro el libro, se puso de pie y señalo a la cocina.- Tiene leche caliente, hay azúcar en esa pequeña lata y hay pan en esa alacena.

El rubio cruzo al lado de ella y noto que ella estaba consternada mirando la ropa. ademas de que Hotaru tenia mas busto que ella, también era mucho mas pequeña, lo que quiere decir que esos vestidos le quedarían casi como una camisa.

- Su trabajo del día está en la mesa.- Zeke menciono tomando del perchero su abrigo gastado.- No le recomiendo salir de aquí, y si lo hace, bueno como sabrá, lo hace bajo su propia responsabilidad. Volveré por usted al mediodía, Fraulein.

Cuando el rubio se fue Hanji aun seguía preguntándose como haría para que esa ropa se quedara en su cuerpo.

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- Jaeger-San...- Udo entro a la cocina y descubrió a la mujer de lentes absorta en la escritura.- Yo...

- Oh, Udo...- Hanji lo noto casi paralizado.

- Solo buscaba a Jaeger-San...- Él niño se giro para marcharse.

- No tienes porque marcharte, es decir, volverá al mediodía.- Hanji expreso dejando un instante los papeles.- ¿Desayunaste?

- Yo... um... no..- El jovencito contesto sentándose en la mesa mientras ella lo veía esforzándose por enfocar su vista.- Jaeger-San guarda mis lentes en el mueble frente a la ventana, ¿puede dármelos?.

- Um, yo, si claro.- Hanji se levanto y camino hasta el mueble frente a la ventana donde se veían las botas que Hotaru dejo para ella. Después de abrir unos cajones, ella encontró el paño donde había visto a Zeke guardar los lentes. La castaña regreso a la mesa y se los dio al niño quien se los coloco y parecía aliviado.- ¿Mejor?

- Sí.- Udo sonrió levemente y ella noto moretones nuevos en su rostro que no tenia el día anterior.

- ¿Quieres beber algo de leche y ummm...- Hanji miro a la despensa donde el rubio dijo que había pan.- también creo que hay pan.

- Sí, estaría bien.- Udo afirmo vehemente y ella asintió.

la castaña tomo la jarra de leche que aun estaba tibia y después de servirlo en un pocillo, tomo el pan enorme de la alacena y se lo dio al niño.

- Cómelo.- Hanji ordeno y aparto los papeles un poco de él.

- Eres la mujer de la isla de los demonios, ¿verdad?.- Udo menciono mojando una parte del pan y comiendo con mucho entusiasmo.

- Sí.- Ella contesto de forma siniestra.- ¿Quieres que te devore?

- N-no...- Udo casi se atraganto y luego noto a la mujer reír.

- No podría aunque quisiera, solo los titanes cambiantes pueden ser humanos y titanes al mismo tiempo. - Ella menciono y volvió la vista a sus papeles.