Enemigo de la Humanidad

Hizuru y Zulu

Hotaru contó los pequeños cilindros envueltos en un grueso cartón que se prensaba, Hanji continuaba cargando minuciosamente el interior de los cilindros vacíos. Cuando la castaña termino se levanto y comenzó a contar los pequeños fragmentos de piedra que consiguieron.

- Necesitamos... Mmm velas...- Hanji tomo los fragmentos metálicos y paso su mano por ellos.- Tambien un poco mas de cuerda de cáñamo.

- Nematori se marchara en unos dos meses, así que Marley no registrara este lugar en ese lapso de tiempo.- Hotaru dijo encendiendo un cigarrillo y noto la mirada de advertencia de Hanji.- Lo siento, lo olvide.

- Espera a que salgamos de aquí.- La castaña menciono y bajo el fragmento salitroso mirando al resto de las cosas.

- Hotaru!.- La voz de Nematori sonó desde abajo.

- Dios...- Hotaru se levanto de un salto de la cama mirando el desorden en la habitación, preparados y el olor horrible que le picaba en la nariz.- Se supone que él llegaría recién al mediodía.

- Ve, distraelo...- Hanji ordeno comenzando a guardar cuidadosamente los cilindros y el resto de los materiales en una caja de madera.

La rubia salio de la habitación corriendo, ella tenia que retrasar el egreso de Nematori a su habitación o estarían en problemas. Hanji se apresuro a esconder la caja dentro de un enorme baúl de ropa y luego lo cubrió con la ropa que allí estaba.

La castaña tomo el cigarrillo que la rubia dejo a medio consumir, después de encenderlo nuevamente esparció el humo por la habitación esforzándose por no tener un ataque de tos fulminante.

- Marley no tiene intenciones de dejarte partir en este momento.- Nematori ingreso a la habitación y encontró a Hanji doblando los vestidos de Hotaru.- vaya a casa Hanji, necesito descansar.

- Sí, señor.- Hanji asintió y dejo el vestido sobre la pila predoblada que tenían como excusa para estar encerradas allí.

- Nos vemos en la tarde, querida.- Hotaru menciono y la castaña vio algunas cartas en sus manos.

- Sí.- Hanji menciono y salio de la habitación rogando porque el olor del cigarrillo enmascarara los olores fuertes de los materiales que estaban utilizando.

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Zeke movió la pieza en el tablero haciendo que Udo refunfuñara.

- Jaque.- El rubio observo detenidamente las piezas atrapadas por las suyas.- Jaque mate, hijo.

- No es justo.- Udo reordeno las piezas y se levanto desperezándose de la mesa.- ¿Puedo ir a casa de Falco?.

- Si sigues la regla de tu madre y llegas antes del anochecer, sabes que si.- Zeke señalo colocándose de pie mientras tomaba el tablero.

- Sí, nos vemos en un rato.- Udo salio apresuradamente mientras Zeke se dirigió a la habitación.

Hanji miro el mapa a la luz de la ventana mientras intentaba descifrar cual era Paradis, era obvio que era lo que se llamaba una isla, pero los dibujos eran imprecisos ademas de poco claros.

- ¿Que intentas descubrir?.- Zeke pregunto dejando el tablero sobre la pequeña mesa de luz.

- Donde está Paradis.- Ella menciono apostando su ingenio en esa respuesta.

- ¿Quieres saber?.- Zeke rió un poco sorprendido del hecho de que no se rindiera.

- De otro modo no estaría mirando este mapa.- Ella expreso dándose vuelta y mirándolo con un rostro poco amistoso.