Marcando posiciones

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Hanji observo a los alrededores mientras buscaba algun uniforme de Paradis. Los uniformes de Zulu, Linoa y Bavaria lucían de un lado al otro del puerto. Finalmente ella encontró uno de los pequeños puestos de control y bufo cuando descubrió que los soldados estaban en evidente estado etílico.

La castaña hizo una señas a Udo y Nifa quienes esperaban a un lado del barco sin perder su disfraz.

- Vayan hasta ese control e identificate Nifa.- Hanji indico.- Me quedare aquí unos segundos y te seguiré, recuerden que los soldados de Zulu no deben identificarnos o expondremos la situación antes de tiempo.

Udo y la chica asintieron marchándose en dirección del puesto de control. La vice comandante de la legión suspiro silenciosamente y rogó que no fueran expuestos, es necesario actuar con precaución; las naciones extranjeras tienen sus soldados dentro de Paradis. En caso de saberse la verdad, sin un plan de respaldo, Paradis estará sumido en un verdadero caos.

- Puedo oler bajo esa apestosa capa de hollín y sudor.- la voz de Mike sonó a las espaldas de Hanji haciéndola sentirse dichosa de escucharlo.

- Saltaría y te abrazaría, pero estamos en una situación delicada.- Hanji dijo volteándose a ver a su amigo con aspecto aguileño.

- Lo sabemos.

- ¿Como?

- Te lo explicare en cuanto los saque de aquí.- Mike afirmo.

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- Entonces estabas en el puerto por eso.- Hanji suspiro un poco agotada.- Estoy feliz de que lo supieran antes de marcharse, Yo... no se que...

- Hanji, esto no es tu culpa.- Mike dijo mirando por la ventana del pequeño vagón de tren, el único medio para moverse en dirección al interior de forma rápida.

- Yo, realmente debería haber sospechado.- Ella dijo mirando a Udo y Nifa.- Perdí a mi equipo allí Mike, ellos contaban conmigo y los decepcione.

El rubio llevo sus ojos a los de ella y luego permaneció en silencio, hay muchas cosas que aun tienen que entender.

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- Su uniforme es aburrido.- Yelena dijo colocándose una camisa de Erwin mientras él revisaba sus cajones en busca de algo.

- Los uniformes son eso simplemente.- Erwin dijo tomando un pequeño libro que hojeo brevemente.

- Entonces voy a permanecer aquí encerrada, sin sexo y con su total indiferencia.- Yelena se lanzo a la cama mientras agarraba la chaqueta del rubio y pasaba sus dedos por la tela áspera.

- Me temo que si, pero al menos no es una celda.- Erwin afirmo deteniendo su vista en un párrafo del libro.

- ¿Puedo al menos hacer cosas sucias en su cama?

- No pensé que fuera a pedirme permiso.- Erwin dijo cerrando el libro y guardándolo en el bolsillo de su pantalón.

- No iba a hacerlo, pero quería que se horrorizara.

- Su mano estaba en mis entrepierna cuando desperté.- Erwin se inclino sobre la cama y tomo el otro extremo de su chaqueta intentando sacarlo de la mano de la rubia quien parecía una pequeña niña caprichosa aferrada a su juguete.- Como podría horrorizarme mas que eso?

- Pense que estaría feliz de despertar con una erección como esa.

- No necesito ayuda para tener erecciones.- Erwin recupero su chaqueta con un tirón firme que arrastro a la rubia al borde de la cama.

Enemigo de la HumanidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora