Enemigo de la Humanidad

Trenes y mapas

La sensatez sujeto la boca por primera vez en la vida de la castaña antes de que soltara una pregunta o una afirmación sin pensar, ya fuese porque al ver a la rubia abrir la puerta noto su estado de gravidez o porque al verla, supo que Historia la reconoció de inmediato.

- ¿Le sirvo mas, Hanji-san?- Reiner pregunto colocando su plato y el de Historia en el fregadero.

- No, gracias.- Hanji respondió, su plato aun estaba intacto.

- Yo.. voy a recostarme, me siento muy cansada.- Historia se excuso antes de que Hanji pudiera pedirle que se quede.- Nos alegra verla, vice-comandante.

La castaña vio a la rubia apoyarse en Reiner y marcharse silenciosamente en dirección de una puerta cercana.

Historia estaba viva... Eso, eso quiere decir...

Hanji llevo sus manos a sus ojos y los masajeo con suavidad... La probabilidad hasta hace unas horas era 0, pero ahora, después de años... la posibilidad de que Zeke estuviera con vida, esa posibilidad ahora existía.

La castaña sintio la reacción química de aquella emoción casi al instante, su boca se seco y el cuerpo le temblaba violentamente, los deseos de llorar llegaron en oleadas como tantas otras veces mientras veía a Hotaru creciendo, o a Udo celándola de cualquiera que representara una amenaza. Esos momentos donde ella hubiera deseado de todo corazón, no estar sola... no estar sin Zeke.

- Puedo preparar otra cosa Hanji-san.- Reiner menciono haciendo que ella regrese a la realidad.- Krista preparo res solo porque me gusta mucho.

- No, está bien.- Hanji expreso y tomo el platillo de abundante pasta y carne.- Voy a cenarlo ahora, mañana necesitare fuerzas para traer a tu hijo al mundo.

- S-si...- Reiner sonrio aliviado de verla comer por fin, su aspecto se volvió demasiado pálido desde que se sentó a la mesa y por un momento temió que ella se descompensara.

- ¿Como... se encontraron de nuevo, Hi... Krista y tu?.- Hanji pregunto casualmente mientras cortaba la carne.

- Hace unos tres años estaba en Hizuru, estuve tramitando asilo para mi madre allí.- Reiner relato.- Es decir, cuando los ghettos fueron eliminados de las ciudades, fue uno de los días mas felices de mi vida. Pero también tuve la incertidumbre respecto a donde podríamos vivir, entonces fui a Hizuru con Bertholdt y Annie. Hizuru nos reasigno a Diadamó, pero Annie quería vivir en un lugar mas frió, así que ellos se fueron a Rhona, mas al norte.

Hanji mastico la carne como supresión para la ansiedad que estaba subiendo por su espalda y comenzando a triturarle la cabeza.

- Fui al hospital para ingresar mi tipo de sangre que se requería para los formularios de reubicacion, y la encontré allí en una silla de ruedas.- Reiner menciono un tanto feliz otro tanto triste.- Ella dijo que se había lastimado severamente su pie en el bombardeo en Paradis, y que salio en un barco con otro grupo pero que naufragaron, días después Hizuru la encontró y llevo allí, llevaba meses tratando de rehabilitar su pie.

- Ahora camina relativamente bien...- Hanji señalo pensando en que no la había visto cojear.

- Sí, lleva un tratamiento para eso, aunque realmente su pie tiene un daño nervioso muy grande.-Reiner suspiro.- Ella no tenia a nadie allí que la cuidara entonces... bueno permanecí con ella en Hizuru hasta que le dieron el alta, entonces le ofrecí quedarse conmigo una vez que me asignaran un lugar. Así fue como vivimos aquí hace mas de dos años y medio.

- Parece... un final feliz.- Hanji menciono removiendo la pasta en su plato.

- Creo que el termino final feliz, siempre ha sido una grosera mentira.- Reiner expreso llamando la atención de Hanji.- Hay días en que Historia permanece en silencio por horas, solo mirando por la ventana, como si recordara algo horrible y solo tratara de alejar eso de su mente con todas sus fuerzas. Esos días, no importa lo que haga, ella permanece sufriendo silenciosamente. Y hay días, en que yo, no puedo dejar de pensar cuanto durara la paz, cuanto tiempo pasara hasta que sea arrojado de nuevo a un campo de batalla o mis hijos sean reclutados para formar parte de una absurda guerra.