Corro
No dejo de correr por el frondoso camino lleno de arboles donde cualquiera podría perderse pero yo los conozco como la palma de mi mano, escucho es sonido de pasos apresurados y ramas rompiéndose pero sigo sin detenerme después de lo que parece una eternidad me detengo me recargo un árbol donde todo está a oscuras solo la luz de la luna ilumina en ciertas áreas, con cuidado reviso el bulto que tengo entre mis brazos el bebe de al menos de un año me mira con sus grandes ojos mientras se chupa uno de sus deditos no podía permitir que cometieran tal atroz contra un ser indefenso lo cual me vi orillada a hacer lo que hice, pero lo que más me duele es que él no me haya apoyado cuando le dije que podríamos hacer para que este pequeño no sufriera el simplemente se negó, diciendo que no es problema nuestro, pero no podía dejarlo en manos de aquel monstruo para que lo dañara como lo hizo con mi esposo y con todo el dolor de mi corazón tomé esta decisión miro al pequeño entre mis brazos, siento como las lagrimas se acumulan entre mis ojos acaricio su pequeña mejilla el simplemente me sonríe.
-Nadie te hará daño pequeño, lo juro-
-Ma...mama- dice entre balbuceos, mientras aplaude sus manitas.
Siento como las lágrimas salen de mis ojos soltando todo el dolor que siento en estos momentos, no puedo evitar una pequeña sonrisa.
-Si pequeño yo soy tu mamá-
Beso su frente y decido continuar con mi camino con más tranquilidad ahora que se los eh perdido de vista, miro una última vez hacia dónde está mi antiguo hogar a pesar de la oscuridad alcanzo a distinguirlo soltando un par de lagrimas, mi mirada se desvía al pequeño que se ha dormido ya no hay vuelta atrás con una última mirada digo al viento.
-Lo siento Dominick-
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Volver a ti
Narrativa generaleSaga Flores en la Mafia #3 Dominick Becker siempre se ha mostrado como un hombre duro y frío, creía que el amor era solo una ilusión hasta que llegó Katherine Lang a su vida demostrandole que por más riquezas y poder que tengas siempre estarás solo...