- ¿Un policía? - preguntó el moreno con obvia sorpresa. - ¿Estas de joda? -
- No lo estoy - respondió el otro -Ese maldito cabrón metió a mi hermano a la cárcel, tiene que pagar - apretó los puños con ira.
- Entiendo, pero jamás me habían pedido algo como eso - explicó.
- Estoy dispuesto a pagarte lo que quieras - aclaró - Después de todo tienes una excelente reputación, Fargan - el mencionado sonrió complacido.
- ¿Qué te puedo decir? Realmente soy muy bueno - se pasó la mano por el cabello de manera arrogante.
- ¿Entonces lo harás? - insistió el muchacho. Fargan lo pensó un poco más.
- Por el precio adecuado, supongo - se encogió de hombros.
- Te daré la información entonces - el sujeto sonrió.
Esa mañana Fargan estaba tan tranquilo como siempre hasta que recibió una llamada. Un tipo quería contratar sus servicios de asesino a sueldo. Por lo general no ejercía mucho esa parte de su profesión y se daba el gusto de rechazar muchas propuestas. Pero de vez en cuando, y si el individuo se lo merecía, no tenía ningún problema.
En esta ocasión no estaba seguro de si el oficial se lo merecía o no, pero jamás había ido tras una rata uniformada, eso quería decir que podría cobrar bastante más por el trabajo. Además, estaba cansado de que esos policías le persiguieran de un lado a otro. Jamás lo atraparían, ¿Cuánto les costaba aceptarlo?
- Así que... Alejandro - analizó el mensaje que el cliente le acababa de mandar.
Su rutina para este tipo de trabajos consistía inicialmente en investigar un poco a su objetivo, espiarlo por unos días y ver que tanto le costaría terminar con su vida -por lo general, nada-. Esta vez no sería la excepción.
- Así que, ¿Comisario? - continuó leyendo hasta que se topó con la foto del objetivo. Tan solo era una foto media borrosa de su cara, pero sería perfectamente capaz de reconocerlo. - Vale, pues a darse una vuelta por comisaría - Tomó su chaqueta y se puso en marcha.
La noche ya había caído, así que estaba dispuesto a esperar hasta que este comisario saliera de su servicio y lo seguiría. Esperó por más de 45 minutos hasta que una patrulla aparcó en la entrada de comisaría, de ella salió una pequeña figura uniformada.
La gorra que llevaba puesta, además de la falta de luz no le dejaban distinguirlo del todo, pero era él, lo sabía.
- Uhm, esto será más simple de lo que pensé - se mofó - ¿Este chico tan pequeño le causó tantos problemas a mi cliente? Menudo gilipollas - esperó unos minutos más hasta que el oficial volvió a salir. Esta vez fue hasta el parquin y se montó en un coche azul.
Fargan se grabó el número de placa y segundos después de que saliera rumbo a la carretera encendió su moto y le siguió con discreción. En 10 minutos llegaron hasta un edificio. El moreno se estacionó a una distancia considerable y esperó a ver los movimientos del otro.
El policía aparcó su coche y se adentró en el edificio. Así que aquí era donde vivía. Volvió a encender la moto y volvió a casa. Poco más le quedaba por hacer más que volver a la mañana siguiente para ver a que hora salía de casa.
Es una pena que Fargan fuera tan vago, puesto que cuando llegó al edificio a la mañana siguiente, el coche de su objetivo ya no estaba.
- Joder, ¿A qué hora se levanta este cabrón? - miró su reloj, eran las 8:30am apenas. Se puso en marcha rumbo a la comisaría. El coche azul ya estaba ahí, pero la patrulla de la cual lo vio bajar la noche anterior no. - ¿A dónde has ido, pequeña rata? -
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Protector of Your Love //Fargexby//
FanfictionAlejandro es el mejor oficial de la ciudad. Con el puesto bien merecido de comisario se encargaba de limpiar las calles del crimen organizado. Por desgracia, el odio que se ha ganado por lo bien que hace su trabajo lo obligan a buscarse un compañer...