Los ojos de Alex se abrieron poco a poco, siendo encandilado por una brillante luz blanca que lo cegaba. Pujó a manera de queja, llamando la atención de alguien a su lado.
- ¿Alex? - la suave voz de Samuel lo recibió antes de que aclarase su vista y divisara aquellos conocidos ojos morados.
- Sam... - susurró con un hilo de voz - ¿Donde...? - no terminó la pregunta, pero el otro la entendió igualmente y respondió.
- Estas en el hospital - le apretó la mano, solo hasta entonces Alex se dio cuenta de que lo había estado sujetando todo este tiempo - ¿Recuerdas lo que pasó? - asintió.
- Estaba en una bodega... - empezó a relatar - Estaba herido, Fargan sangraba. - le dolía la cabeza - Luego escuché disparos... Y tu voz. - trató de forzar su memoria, pero no había más.
- El operativo para tu rescate ya estaba planeado, pero el cabrón de tu novio no sabe cumplir ordenes y se adelantó - Alex sonrió - Cuando llegamos no tardamos en abatir al cártel. Ambos estaban desmayados cuando los encontramos - terminó de contar.
- Mi novio... - Alex ignoró todo lo demás - Suena bien, ¿No crees? - miró al mayor a los ojos y Samuel le devolvió la sonrisa. Su mirada reflejaba cansancio, pero a la vez parecía aliviado. De repente los ojos de Alex se abrieron con terror. - Fargan, ¡¿Cómo está Fargan?! - exigió saber y trató de incorporarse, pero un agudo dolor lo detuvo y volvió a caer sobre la camilla.
- Hey, tranquilo - trató de calmarlo - Él tenía una herida de bala cuando los encontramos, detuviste bien la hemorragia y su cirugía fue exitosa. Está descansando en la otra habitación. - Alex soltó el aire con alivio, pero nuevamente sintió dolor.
- ¿Y yo? - gimió - ¿Qué me pasó a mi? - Sam frunció los labios.
- Además de tener múltiples hematomas por todo el cuerpo y rostro, signos de deshidratación y marcas de estrangulamiento - le dolía decir aquello, pero suponía que a Alex le dolía más haberlo pasado - Tenías una infección en la herida de la muñeca y dos costillas rotas - ahora entendía el dolor en el tórax.
Alex bufó y luego de unos segundos de silencio miró a Samuel. Tenía una mueca preocupada.
- ¿Qué más? - preguntó sin mucho problema.
- Mostraste... Signos de posible abuso sexual - Alex rodó los ojos.
- No fue un abuso como tal... - no le enorgullecía decirlo - Tuve que apañármelas para salir de ese cajón de alguna manera - pero la respuesta no tranquilizó a Samuel.
- Lo siento mucho - Alex lo miró nuevamente, parecía al borde del llanto - Yo debía estar al pendiente de ti, debí escucharte cuando me pediste que no te dejara con Lolito y... - pero lo detuvo.
- Hey, no - se apresuró a decir - No fue tu culpa - agachó la vista - Todo esto fue culpa mía y de mi maldita necesidad de sentirme superior - se regañó a sí mismo y sus ojos se cristalizaron - Es solo que... No quería sentirme pequeño... No de nuevo - Sam le apretó la mano nuevamente.
- No eres pequeño - atrapó los zafiros del menor - Nunca lo has sido, Alex eres la persona más fuerte que conozco. Desde que te vi por primera vez lo supe... - Alex abrió los ojos con sorpresa - No se trata de si puedes con todos los maleantes de la ciudad o no. Se trata de que siempre luchaste por hacer lo que tanto te apasionaba, sin importar todo lo demás -
Alejandro lo miraba con toda la admiración que le tenía, sin saber que Samuel le admiraba de igual manera e incluso más.
- Se trata, de que soportaste tanto dolor por convertirte en quien tanto deseabas - le sonrió con sinceridad - Eso te vuelve la persona más fuerte e increíble que he conocido - pero Alex agachó la mirada nuevamente.
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Protector of Your Love //Fargexby//
FanfictionAlejandro es el mejor oficial de la ciudad. Con el puesto bien merecido de comisario se encargaba de limpiar las calles del crimen organizado. Por desgracia, el odio que se ha ganado por lo bien que hace su trabajo lo obligan a buscarse un compañer...