IX

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-¿Entiendes cual es la función de tu compañero? - preguntó Samuel con su clásica serenidad falsa, Alex sabía que explotaría de un momento a otro. 

- Si - se limitó a responder.

- Entonces se puede saber ¿Por qué coño lo dejaste encerrado en un puto coche? - la pregunta era agresiva, pero el tono siguió siendo el mismo. 

Alex no respondió, solo miró por el rabillo del ojo a Fargan, quien se encontraba parado a su lado en la oficina del superintendente. Estaba claro que Fargan lo había acusado, más tarde lo regañaría. 

Al no obtener respuesta, Samuel suspiró y frotó el puente de su nariz con frustración, a veces le parecía simplemente insoportable el comportamiento del menor.

- Te he dicho millones de veces que tu orgullo no te llevará a ningún otro lado más que a la tumba - lo regañó.

- No necesito uno de tus sermones - empezó a quejarse, pero no le sirvió de mucho.

- Me importa una mierda - Alex no disimuló su sorpresa por la mala palabra. - Estoy harto de tu maldita actitud y como no me hagas caso la próxima vez te relevaré de tu puesto y lo haré a él tu jefe - sus ojos apuntaron a Fargan.

- Creí que no confiabas en él - se defendió.

- Me ha demostrado que al menos él se preocupa por tu vida - Alex rápidamente miró a Fargan, pero el mayor ya estaba viendo hacia cualquier otro lado. 

- No lo hagas... - pidió en tono más sereno - no volverá a ocurrir - 

- Pues más te vale - advirtió Samuel nuevamente. - Pueden irse - apenas salieron las palabras de su boca, Alex se levantó ruidosamente y abandonó la oficina claramente molesto, sin esperar a Fargan. Samuel suspiró - como un niño pequeño - negó con la cabeza.

- Es demasiado necio - Fargan pensó en voz alta sin querer, llamando la atención del otro.

- Ni que lo digas - respondió - David... - llamó la atención del mencionado y una vez tuvo sus ojos sobre los suyos prosiguió - Alejandro es demasiado importante para mí, no me gustaría que nada malo le pasara - dentro de sus palabras había una petición. Petición que Fargan entendió perfectamente. 

Asintió con la cabeza y abandonó la oficina para ir en búsqueda de su compañero. Suspiró pesadamente, estaba casi seguro de que Alex le echaría una bronca por acusarlo. 

- ¿Viste por dónde se fue? - le preguntó a Luzu, quien estaba recargado en el pasillo leyendo una revista, el chico no respondió, tan solo señaló la puerta que daba a las escaleras. 

- Subió - se limitó a decir.

- Ya no hay otro piso arriba - le recordó Fargan.

- Aja - Luzu lo sabía, esa escalera daba al techo. A penas el mayor cayó en cuenta de eso corrió a la escalera. 

Trotó por los escalones hasta llegar al colado del edificio, apenas llegó abrió escandalosamente la puerta. No fue difícil identificar a Alex, estaba sentado al borde del edificio, con las piernas colgando.

- ¿Qué haces? - le preguntó escandalizado mientras se acercaba rápidamente. Al menos hasta que asomó ligeramente por el borde y se quedó pasmado.

- Relájate - le respondió el menor con total tranquilidad. - No voy a saltar ni nada parecido. ¿Por quién me tomas? - Fargan no respondió, tragó saliva y dio un paso más.

- ¿Por qué estas aquí arriba? - preguntó cauteloso mientras alejaba sus ojos de la tenebrosa caída. Alex simplemente se encogió de hombros. - Es peligroso estar aquí - sin poder evitarlo sus ojos se movieron hasta el borde y al ver la enorme distancia que los separaba del suelo toda la cabeza le dio vueltas.

Protector of Your Love //Fargexby//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora