- Hoy parece de especial mal humor, comisario - resaltó Lolito estando ya en el patrulla. Hacía un rato ya que Samuel lo había dejado en comisaría y se había puesto a trabajar con la única intención de no pensar en nada.
- Cierra la boca - fue lo único que respondió el menor.
- Escucha, Alex. Se que tu y yo tenemos un pasado - el mencionado se tensó inmediatamente - Pero los años han pasado y creo que llegó el momento de superarlo, ¿No crees? - Alex se paró en seco, tanto que seguro dejó la marca de los neumáticos pintada sobre el pavimento.
- ¿Superarlo? - preguntó con ironía y soltó una risa igual cuando vio al pelirrojo asentir - Increíble, simplemente increíble - Alex regresó la vista al frente y retomó la marcha, solo que esta vez parecía estar saliendo de la ciudad.
Lolito miró atento por la ventana durante un extenso rato de silencio.
- Vale, si, tienes razón. - el comisario rompió el silencio - No somos niños, lo sano es dejar esto de una vez por todas así que... Adelante - se detuvo nuevamente frente a una colina y giró en su asiento hacia Lolito.
- Bien, pues... - sin saber muy bien que hacer levantó su mano - ¿Colegas? - Alex miró su mano, luego a él y sonrió nuevamente con ironía.
- ¿No crees que olvidas algo primero? - le ayudó. Lolito lo miró incrédulo.
- No se que esperas que haga - dijo con sinceridad.
- ¿Disculparte? Por ejemplo - pidió el menor. Tras un breve silencio Lolito soltó una maniática carcajada.
- Ah, espera ¿Lo decías en serio? - y siguió riendo. La cara de Alex enrojeció de ira y vergüenza antes de salir del auto. Lolito lo siguió. - El que debería disculparse aquí es otro - dijo con descaro y Alex lo miró incrédulo.
- ¿Disculpa? - preguntó indignado - ¿Y yo qué te he hecho? - la sínica sonrisa del otro se ladeó.
- Te podría preguntar lo mismo - Alex sonrió con ironía nuevamente antes de darse vuelta, tirar de su cabello y reprimir un gruñido de frustración.
- ¿Que qué me has hecho? - preguntó primero con calma - ¡¿Que qué me has hecho?! - repitió la pregunta casi en un grito. - No lo se, abusar de mí mental y físicamente por años, por ejemplo - era la primera vez que podía reprochar eso. Se sintió bien.
- Ay por favor, Lely. No me digas que te tomabas en serio nuestros juegos - la respuesta llenó de fuego el interior de Alejandro.
- ¿Sus juegos? - dio un paso al frente - Los juegos deben ser divertidos, ¿Les parecía divertido golpearme y encerrarme en la puta bodega de limpieza? - Lolito sonrió.
- Pues si - respondió con descaro.
- ¡Pues a mí no! - espetó con ira obligando a sus ojos a permanecer secos. - Para mí no lo era - respondió ahora más calmado y clavó la vista en el suelo.
- Eso no se compara a lo que hiciste tu - atrajo la mirada del comisario nuevamente - "Capitán Samuel, míreme, soy tan pequeño y débil" - trató de imitar inútilmente el lloriqueo de Alejandro - "Capitán Samuel, los demás me molestan porque soy un inútil" - Alex apretó los puños - "Capitán Samuel, por favor fólleme para que pueda mantener mi beca" - esa fue la gota que derramó el vaso. Alex remató su puño contra la mejilla de Lolito con toda la fuerza e ira que tenía.
Lolito giró la cabeza y se llevó la mano al golpe, escupió un poco de sangre pero igualmente sonrió.
- Todos lo sabíamos, Alejandro - siguió diciendo - Siempre lo negaste, pero ya enserio ¿Cómo te mantenías en la academia si no era por él? - Alex le miraba con rabia.
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Protector of Your Love //Fargexby//
FanfictionAlejandro es el mejor oficial de la ciudad. Con el puesto bien merecido de comisario se encargaba de limpiar las calles del crimen organizado. Por desgracia, el odio que se ha ganado por lo bien que hace su trabajo lo obligan a buscarse un compañer...