XLIV

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- Hoy parece de especial mal humor, comisario - resaltó Lolito estando ya en el patrulla. Hacía un rato ya que Samuel lo había dejado en comisaría y se había puesto a trabajar con la única intención de no pensar en nada. 

- Cierra la boca - fue lo único que respondió el menor. 

- Escucha, Alex. Se que tu y yo tenemos un pasado - el mencionado se tensó inmediatamente - Pero los años han pasado y creo que llegó el momento de superarlo, ¿No crees? - Alex se paró en seco, tanto que seguro dejó la marca de los neumáticos pintada sobre el pavimento.

- ¿Superarlo? - preguntó con ironía y soltó una risa igual cuando vio al pelirrojo asentir - Increíble, simplemente increíble - Alex regresó la vista al frente y retomó la marcha, solo que esta vez parecía estar saliendo de la ciudad. 

Lolito miró atento por la ventana durante un extenso rato de silencio. 

- Vale, si, tienes razón. - el comisario rompió el silencio - No somos niños, lo sano es dejar esto de una vez por todas así que... Adelante - se detuvo nuevamente frente a una colina y giró en su asiento hacia Lolito. 

- Bien, pues... - sin saber muy bien que hacer levantó su mano - ¿Colegas? - Alex miró su mano, luego a él y sonrió nuevamente con ironía. 

- ¿No crees que olvidas algo primero? - le ayudó. Lolito lo miró incrédulo. 

- No se que esperas que haga - dijo con sinceridad. 

- ¿Disculparte? Por ejemplo - pidió el menor. Tras un breve silencio Lolito soltó una maniática carcajada.

- Ah, espera ¿Lo decías en serio? - y siguió riendo. La cara de Alex enrojeció de ira y vergüenza antes de salir del auto. Lolito lo siguió. - El que debería disculparse aquí es otro - dijo con descaro y Alex lo miró incrédulo.

- ¿Disculpa? - preguntó indignado - ¿Y yo qué te he hecho? - la sínica sonrisa del otro se ladeó. 

- Te podría preguntar lo mismo - Alex sonrió con ironía nuevamente antes de darse vuelta, tirar de su cabello y reprimir un gruñido de frustración. 

- ¿Que qué me has hecho? - preguntó primero con calma - ¡¿Que qué me has hecho?! - repitió la pregunta casi en un grito. - No lo se, abusar de mí mental y físicamente por años, por ejemplo - era la primera vez que podía reprochar eso. Se sintió bien.

- Ay por favor, Lely. No me digas que te tomabas en serio nuestros juegos - la respuesta llenó de fuego el interior de Alejandro.

- ¿Sus juegos? - dio un paso al frente - Los juegos deben ser divertidos, ¿Les parecía divertido golpearme y encerrarme en la puta bodega de limpieza? - Lolito sonrió.

- Pues si - respondió con descaro.

- ¡Pues a mí no! - espetó con ira obligando a sus ojos a permanecer secos. - Para mí no lo era - respondió ahora más calmado y clavó la vista en el suelo. 

- Eso no se compara a lo que hiciste tu - atrajo la mirada del comisario nuevamente - "Capitán Samuel, míreme, soy tan pequeño y débil" - trató de imitar inútilmente el lloriqueo de Alejandro - "Capitán Samuel, los demás me molestan porque soy un inútil" - Alex apretó los puños - "Capitán Samuel, por favor fólleme para que pueda mantener mi beca" - esa fue la gota que derramó el vaso. Alex remató su puño contra la mejilla de Lolito con toda la fuerza e ira que tenía. 

Lolito giró la cabeza y se llevó la mano al golpe, escupió un poco de sangre pero igualmente sonrió. 

- Todos lo sabíamos, Alejandro - siguió diciendo - Siempre lo negaste, pero ya enserio ¿Cómo te mantenías en la academia si no era por él? - Alex le miraba con rabia. 

Protector of Your Love //Fargexby//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora