- ¡No, Wilson! Gato malo, ¡Abajo! - Alex se quejó al ver al minino subir a la encimera. Pero el gato lo ignoró, se limitó a lamer su pata sin prestar la mínima atención a las palabras del comisario. - ¡Agh! Rub, saca a tu gato de mi cocina - gritó con fastidio.
- Lo haré cuando tu saques a tu perro del baño - le regresó la queja - Que lleva dentro media hora - y por perro se referían a Fargan, claro está.
- Tiene que ducharse, llegaremos tarde al trabajo. - lo justificó.
- Si lo hubieses dejado ducharse contigo habrían ahorrado tiempo - se burló el rubio recordando el motivo de que estuviese despierto tan temprano.
Alex y Fargan lo habían despertado en una discusión en la que Fargan le rogaba al menor dejarlo entrar a la ducha con él, cosa a la que el comisario se negó rotundamente.
- No empieces tu también - le advirtió apuntándole con la pala que tenía en la mano. Rub soltó una risilla.
- Anoche llegaron muy tarde, ¿Está todo bien? - cuestionó el rubio mientras se acercaba a la encimera para tomar a Wilson en brazos.
- Si, solo estaba ayudando a Sam con algunos papeles. Está muy estresado últimamente - confesó.
- Bueno, tu tampoco te quedas corto - y era cierto, Alex estaba estresado la mayor parte del tiempo.
- Si, pero Samuel ya está viejo, necesita más ayuda que yo - se burló y compartieron una risa. Luego de un minuto la puerta del baño se abrió, dejando ver a Fargan con el cabello mojado salir de la habitación, dejando una estela de vapor en el trayecto.
- Por fin - Rub dejó al gato en el piso y se aproximó al baño - Tardas horas - le reclamó.
- ¿Acaso crees que este hermoso cabello se lava solo? - presumió su larga cabellera mientras Rubén le sacaba la lengua y se introducía en la habitación.
Fargan sonrió, divertido ante las ocurrencias del chico noruego y luego giró hacia Alex
- Puedes decir lo que quieras, pero él es perfecto para Samuel - Alex se limitó a sonreír ante el comentario de su compañero y a negar con la cabeza mientras se llevaba una taza de café a los labios. - tiene la chispa para apagar el mal humor de don perfecto -
- Deja de decir tonterías y ve a cambiarte - le reclamó el comisario con voz divertida, siendo obedecido al instante.
Sin embargo, en cuanto Fargan se adentró en la habitación, su sonrisa desapareció.
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- ¿Cómo te fue anoche? - preguntó Samuel apenas lo vio entrar con Fargan detrás.
- Nada mal - disimuló una sonrisa que el superintendente no pasó por alto.
- Pues ya que te gusta tanto el papeleo quizá te lo deje más seguido - inmediatamente el atisbo de sonrisa desapareció del rostro del comisario.
- Sabes que estoy feliz de ayudarte, pero aprecio mis horas de sueño - Sam asintió con la cabeza, pero sus ojos fueron a dar a Fargan, quien permanecía como siempre de pie a pocos pasos de Alex, con la mirada clavada en el perfil del chico.
- Yo no diría que tanto - soltó y se ganó la mirada de aquél par.
- ¿Exactamente a qué te refieres? - Alex frunció el ceño al ver a su jefe sonreír. El mayor se agachó hasta que sus palabras solo fuesen audibles para el comisario.
- Pásate más tarde por mí oficina, creo que olvidaste un pequeño detalle - se apartó apeas lo suficiente para señalar hacia arriba con los ojos.
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Protector of Your Love //Fargexby//
FanfictionAlejandro es el mejor oficial de la ciudad. Con el puesto bien merecido de comisario se encargaba de limpiar las calles del crimen organizado. Por desgracia, el odio que se ha ganado por lo bien que hace su trabajo lo obligan a buscarse un compañer...