XXXIII

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- Estoy en casa - anunció Rub y dejó las últimas cajas en el suelo, encimadas junto a las demás. - Uff, necesito limpiar este desastre antes de que Alex me mate - miró su reloj y finalmente se percató de la hora. 

Las 12:45am

- Quizá Alex ya se durmió - se encogió de hombros. - ¡Wilson! - llamó al gato, pero éste no respondió. - Ya llegué, ¿Dónde estas? - comenzó a buscar al animal por todo el departamento, incluida su habitación, pero no logró encontrarlo.

Dio vueltas e incluso se preocupó hasta que decidió buscar en la única parte de la casa que no había revisado. Dudaba que Wilson se encontrase ahí, pero una ligera esperanza le nació al ver la puerta del cuarto de Alex entreabierta. 

Abrió con cautela y se acercó casi de puntillas hasta la cama. 

- Wilson - susurró y notó como un bulto se movía bajo las sábanas de su amigo. El mencionado asomó la cabeza ligeramente y maulló al verlo. 

- Shhh - siseó para callarlo. - ¿Qué haces aquí? Molestarás a Alex - en cuanto el gato terminó de salir de entre las sábanas lo tomó en brazos. - Sabes que no le gustas - Wilson volvió a maullar en respuesta y se dejó arrastrar por su amo hasta salir de la habitación. 

Rub cerró la puerta detrás de sí una vez salió, no quería que Wilson molestara a su amigo sin ser consiente de que era todo lo contrario. 

Una vez en su habitación dejó al gato en la cama y comenzó a quitarse la ropa para reemplazarla por su pijama, se acostó encontrándose lo suficientemente cansado para no darse cuenta de que Wilson, aún sentado sobre su cama, miraba atento a la habitación del menor mientras meneaba la cola. 

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Los maullidos fuertes y persistentes de Wilson lo despertaron. Miró el reloj medio adormilado dándose cuenta de que eran casi las 4:00am. 

Una vez terminó de despertarse fue que se dio cuenta de que los maullidos del gato eran desesperados y eso lo puso alerta. 

Saltó de la cama y salió de la habitación. Wilson maullaba y arañaba a la puerta de Alex, y aunque Rub en un principio llevaba la intención de regañar al minino, se percató de que mientras más se acercaba a la puerta más se escuchaba otro sonido que no provenía del animal. 

Gritos. 

A Rubén de la heló la sangre, eran gritos de Alex. Lo peor pasó por su cabeza, creyendo que quizá alguien más estaba con él dentro de la habitación. 

- ¡Ya basta! ¡Suéltame! - escuchó al otro lado de la puerta y su primer pensamiento fue Fargan. Pero lo descartó inmediatamente, Fargan nunca dañaría a su amigo, aunque si lo hiciera estaba listo para romperle toda la cara. 

Abrió la puerta de la habitación escandalosamente y se adentró. Su cuerpo se relajó ligeramente una vez que la vio completamente vacía, pero reaccionó nuevamente al ver que el gato entraba a toda velocidad y subía a la cama de su amigo. 

Alex seguía gritando y se retorcía sobre su cama, apretando los párpados y frunciendo el ceño. Estaba completamente dormido. 

- Alex - lo llamó brevemente, pero no recibió respuesta - Alex, despierta - pidió una vez más a la vez que le tomaba del hombro y comenzaba a moverlo. Wilson se apartó rápidamente, prediciendo lo que Rub no podía. 

- ¡Te dije que me soltaras! - espetó Alex de manera violenta despertando solo a medias. 

Tomó la muñeca de Rubén y con una fuerza que el rubio no le reconocía tiró de él hasta que que lo dejó tirado al otro lado sobre la cama con el comisario sobre él y sujetando sus muñecas.

Protector of Your Love //Fargexby//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora