- ¿Fargan? - Alex llamó al distraído chico que se encontraba recargado sobre su escritorio viendo directamente a la nada. - ¿Fargan? - lo volvió a llamar al no obtener respuesta. Solo para estar seguro volvió a girar en la dirección que el mayor miraba, pero no lograba encontrar algo interesante, estaba completamente hundido en sus pensamientos.
Ya preocupado estiró la mano y dio unos cuantos toques en su hombro con el dedo índice en espera de una respuesta. Al fin, David se sobresalto por el toque y enfocó su sorprendida vista hacia su superior.
- ¿Eh? ¿Qué? ¿Qué pasa? - se apresuró a preguntar con voz confusa.
- ¿Estas bien? - la voz de Alex fue suave, un susurro preocupado y sincero - Estas muy distraído últimamente - sus ojos reflejaban angustia y le provocaron un revuelto al estómago de Fargan.
- N-No es nada - tartamudeo sin poder evitarlo.
- No te creo - frunció el entrecejo - Siempre estas parloteando y tonteando, desde hace días que no escucho ninguna de tus estúpidas bromas - se quejó haciendo que el mayor esbozara una dulce sonrisa.
- ¿Extraña mis bromas bobas, comisario? - recargo su mentón sobre sus manos, aun apoyado en el escritorio con los codos. Alex desvió la mirada y carraspeo.
- Solo digo que estas muy callado - la sonrisa de Fargan aumentó al notar un leve sonrojo.
- Lo lamento - se enderezó sobre su asiento - Creo que le estoy dando demasiadas vueltas a un asunto, por eso no estoy del todo aquí - se justificó y se rasco la nuca con nervios.
- ¿Todo bien? - insistió el comisario. - ¿Quieres hablar de eso? - a pesar de que el corazón del moreno dio un salto de alegría por la preocupación de su superior, negó con la cabeza. - Bueno, pero recuerda que puedes confiar en mí si algo te preocupa - le ofreció una dulce sonrisa antes de regresar su atención a la pantalla.
Sinceramente, Fargan no comprendía para nada a Alejandro. En momentos estaba gritándole, en otros se reía de sus bromas, al siguiente estaba tan sumido en sus pensamientos que olvidaba por donde caminaba, y ahora se preocupaba por él.
Era probablemente la persona más compleja que había conocido, y aun así, la que más lo había hecho sentir hasta ahora. No se dio cuenta de que estaba mirándolo fijamente hasta que Alex le volvió a regresar la mirada.
- ¿Que pasa? - le reclamo con voz aburrida - ¿Tengo algo en la cara? - Fargan apartó la mirada y se cubrió "discretamente" la cara para no dejar ver su sonrojo. Aun así Alex lo noto, y sonrió.
Pasó un rato más de silencio en el que solo se escuchaba al menor teclear. Luego se levantó y se estiró cual gato antes de bostezar.
- Demos un paseo - se encaminó a la puerta de la oficina y Fargan lo siguió de cerca. Eso significaba que era hora de patrullar.
Realmente no había nada de entretenido en patrullar, a Alex no le gustaba perder el tiempo en atender atracos o persecuciones. Fargan incluso tenía claro que solo decía lo de patrullar como pretexto para salir de la oficina.
Lo cual no estaba nada alejado de la realidad.
- ¿Tienes algo que hacer en la noche? - pregunto el castaño de la nada, luego de darle muchas vueltas a la cabeza.
- Hoy no, Fargan. - advirtió. - No tengo tiempo para eso -
- Ya, pero no me refería a "eso" - ambos sabían que era "Eso" - pensaba en ir a cenar o algo... - desvío la mirada al saber que Alex lo veía con sorpresa.
- No estarás hablando de una cita, ¿Verdad? - y se volvió a sonrojar.
- No - se apuro a decir - bueno... ¿Si? - tartamudeo - ¿Quizá? - empezó a jugar con sus manos de manera nerviosa. Y por más que el corazón del comisario se sintió cálido, hizo una mueca.
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Protector of Your Love //Fargexby//
FanfictionAlejandro es el mejor oficial de la ciudad. Con el puesto bien merecido de comisario se encargaba de limpiar las calles del crimen organizado. Por desgracia, el odio que se ha ganado por lo bien que hace su trabajo lo obligan a buscarse un compañer...