Uy Dios, ¿Recuerdan cuando les dije que los chicos estaban tomándose un paseo? Ya sé, cuando los atacó el Gohul llamado Ayato Kirishima, claro ¿Ya se acordaron? Les había dicho que los padres estaban con los mijos, y eso les vengo a contar hoy.
¿Qué estaban haciendo ellos mientras Mailen había comprado un banco y Abril casi comete un homicidio?
Bueno, ahí les va la historia.
Era de mañana y ambos padres miraban a sus dos hijos jugando a ser Rápidos y Furiosos con los coches apagados.
Por eso como si fuese una conexión cósmica de amigos o compas, o lo que sea, se miraron entre sí y ambos sonrieron cómplices.
Kirishima: ¿Quien quiere manejar?- preguntó con su típica sonrisa a los dos chicos de 17 años.
H/A: ¡¡¡YO!!!- saltaron ambos emocionados.
En fin una vez que cada padre se subió con su hijo arriba del vehículo, la explicación comenzó.
Bakugo: Bien, escucha mierda por fin voy a poder morir en paz, sabiendo que tú escoria vas a atropellar a la vieja esa que siempre aparece- sonrió orgulloso en el asiento del copiloto.
Aslan: ¿Esa vieja?- señaló a unos metros de distancia a la señora que cruzaba la calle.
Bakugo: ACELERA ACELERA ACELERAAAA JODER QUE SE NOS VA LA VIEJA- empezó a apurar al mijo que de algún modo prendió el vehículo y salieron disparados a la anciana.
A/B: ¡SHINEEEEEEEEEEEEEEE!- gritaron los dos mientras aceleraban.
Kirishima: Les dije que nos esperaran- suspiró viendo como los otros dos salían a toda velocidad de allí- como te decía, primero lo enciendes y lo tienes en punto muerto- explicó y la chica realizó todo.
Haru: ¿Así?- sonrió orgullosa mientras miraba a su padre para que siga con los pasos.
Kirishima: Eso es- la felicitó- ahora tienes que apretar el embrague para pasar al cambio y de ahí soltarlo despacio mientras aceleras- dijo y la chica con cuidado realizó la acción- y ahora vamos a darle una vuelta a la plaza, recuerda mirar a los costados y poner las luces de giro- avisó mientras veía que su hija en el tiempo de quince minutos ya manejaba bastante bien.
Pero volvamos con los otros dos.
Bakugo: ¡No idiota!- le da un zape- TE DIJE QUE TIENES QUE PONER EL EMBRAGUE PARA PASAR LOS CAMBIOS- y ahí se nos fue la paciencia.
Aslan: ¡CÁLLATE VIEJO ESTÚPIDO!- le devolvió el grito enojado para apretar el volante.
Bakugo: ¿¡AH!?- empezó a chispear- ¿¡A QUIÉN LE DICES VIEJO, MOCOSO!?- se nos emputo el musulmán.
Aslan: ¡A VOS TARADO!- salió bien argentino.
Bakugo: ¡MÁS TE VALE CALLARTE MOCOSO MALCRIADO!- seguía emputado el pibe.
Aslan: ¡¿ME AMENAZAS HIJUEPUTA?!- ambos estaban que se armaban a los vergazos si no fuese por Aslan que se calentó demás y en un momento de ira, golpeó el acelerador con todo chocando al auto de delante suyo.
En fin la hipocresía, sigamos.
Haru: ¿Qué fue ese ruido?- preguntó andando de lo más bien alrededor de la gran plaza mientras frenaba en un semáforo.
Kirishima: No te preocupes cariño, seguro que es algún camión de los que llevan bastante mercadería- habló calmado disfrutando del viaje mientras tomaba un café y comía una facturas del desayuno y charlaba con su hija.
Haru: La verdad es que ese pibe que te conté es un pelotudo, ya lo confirmé- y de paso le cuenta algunos chismes.
Bakugo: Tienes suerte de que es una camioneta- suspiró de alivio mirando que el coche de en frente estaba hecho Mi-er-da.
Aslan: Si~ soltó todas sus "malas energías" para recostarse en el asiento antes de sacar el auto de allí para que no les cobren un seguro de vehículo y una multa por mala conducción, además de otra de por que el pibe no tiene licencia.
Bakugo: Recuerda poner las luces de giro- recordó mirando que el chico iba a estacionar- y también mirar para los fuckings lados- dijo mientras revisaba el retrovisor.
Aslan: Ya lo sé viejo- aclaró concentrado.
Todo esto mientras Haru y Kirishima los miraban en la vereda sentados, desayunando en un banco de lo más tranquis.
Bakugo: Mira a los costados- repitió como disco rayado.
Aslan: Ya lo sé, me lo acabas de decir- dijo un poco irritado.
Bakugo: Pon las luces de giro- ¿En cerio?
Aslan: Ya-lo-sé- mencionó la frase por sílabas.
Bakugo: Es muy importante mirar a los costados- era obvio que lo estaba cargando, pero le encantaba ver a su hijo que rebosaba de ira.
Aslan: ¡YA LO SE VIEJO YA LO SÉ, NO SOY SORDO LA CONCHA DE TU MADRE!- y chau paciencia.
Bakugo: ¡A MI NO ME GRITAS MOCOSO PEDAZO DE PUTO!- uuh bardo argentino en pleno Japón.
Aslan: ¡FLACO YA ME LO DIJISTE NO SE CUÁNTAS VECES! NO SOY PENDEJO- salió a la madre.
Bakugo: ¡TE LO DIGO PARA QUE TENGAS CUIDAD CHIQUITO MAL AGRADECIDO!- preparen el mate y los churros para brindar por los nuevos integrantes de Argentina.
Aslan: ¡CALLATE Y DEJAME ESTACIONAR!- dijo ya cabreado a tope.
Haru: ¿Los ayudamos?- miró a su padre que negaba con la cabeza.
Kirishima: Son padre e hijo, ellos se van a entender- habló para seguir tomando su café- ahora sigue contando la historia de este tal crayón, se oye interesante- al papá le gustan los chismes.
Bakugo: ESTACIONA DE UNA VEZ- apuró al mijo.
Aslan: LISTO- apagó el vehículo par que el padre baje primero.
Bakugo: ¿Ves? No era tan dific- un auto literal a toda velocidad pasó para arrancar la mitad de la puerta con Bakugo todavía dentro y sus pupilas tan minúsculas de la rabia que contenía, mientras un ojo se le hacía un pequeño tick.
Por su lado el hijo no hizo más que acercarse y palmear el hombro de su padre antes de hablar.
Aslan: Recuerda mirar para los costados- le mencionó en un tono suave cerca de la oreja para salir de allí antes de que la rubia oxigenada cometa un homicidio.
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