c i n c u e n t a y c u a t r o

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Louisa llegó a la casa de Sam sin poder dejar de llorar, con el rostro hinchado y los ojos rojos

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Louisa llegó a la casa de Sam sin poder dejar de llorar, con el rostro hinchado y los ojos rojos.

Tocó la puerta esperando que Paul abriera, no quería que nadie la viera así. Fue Seth quien abrió la puerta, mirándola confundido y después abrazándola por unos segundos.

—Iré por Paul.

Louisa asintió, quedándose justo donde estaba. Sintió que llevaba horas esperando a Paul, quien finalmente apareció sin playera y con el rostro serio.

—No hace falta que digas nada, Evans, sé que estabas en casa de los Cullen.

La chica suspiró, sintiendo cómo se le encogía el corazón al ver a Paul así, tan molesto, ocultando el amor que sentía por ella, poniéndose un caparazón.

—¿Puedo hablar al menos?

—¿Qué necesitas decirme? —respiró con fuerza—. No tienes que explicármelo, estoy cansado de explicaciones a decir verdad. Quizá eso te funcione con el rubio, hablar y jurarse amor eterno, no creo en las palabras. Lo demostraste todo, ¿sabes?

Louisa sintió que los ojos se le llenaban los ojos de lágrimas.

—No llores, por favor —suplicó Paul—. Sabes que no tolero verte llorar, no cuando no puedo abrazarte.

—Sí puedes —murmuró.

Paul sonrió sin ganas.

—No, Evans, no así. Te lo dije una vez, no tolero verte y saber que no eres mía.

Louisa dejó que las lágrimas le corrieran las mejillas y bajó la mirada.

—Y no hablo de que me pertenezcas, sé que no lo haces, nunca vas a serlo porque no se trata de eso. Ni siquiera puedo explicártelo, creo que te lo demostré. Te demostré que soy tuyo y eso no cambió las cosas, porque tú eres así, Evans, crees en las palabras y en que la gente cumple lo que dice.

»—¿Querías hablar? Bien, es mi turno de hacerlo, de que escuches de mí lo que probablemente ya sabes de sobra.

»—Me rompiste, Louisa Evans, cada parte de mí quedó destrozada. Y no soy como tu novio, no voy a estar mirándote a lo lejos y compadeciéndome a mí mismo. No lo hago, compadecerme. Sé qué cosas son mi culpa y qué cosas no lo son, sé que también te lastime y muchas veces no dije lo que querías escuchar, igual sé que puedo ser burlón hasta lo insoportable y que la mitad de mis comentarios están fuera de lugar, por no decir todos. Eso no impidió que te amara con el alma, tampoco impidió que me hicieras la mejor persona que puedo llegar a ser y, quizá suena tonto, pero me convertí en esa persona gracias a ti, no buscando agradarte, lo hice porque me hacías bien, Evans, quería ser la mejor versión de mí, por más estúpido y cliché que eso suene. Y, si no me equivoco, tú también lo fuiste.

»—No sabes lo mucho que me encantabas, cómo sonreías y te reías olvidándote de todo lo demás. Esa forma tan tuya de vivir, caminando sintiéndote dueña de la calle, cantando en el auto aún sabiendo que lo haces horrible, comiendo y haciendo ruido cuando lo haces. Sacudiendo el cabello y después acomodándotelo detrás de la oreja porque te cubría los ojos. Creo que lo que más me gustaba de ti era tu sonrisa, tan sincera, tan real. Sabía lo rota que te sentías, Evans, siempre lo supe y eso era lo mejor de ti, que a pesar de todo, que a pesar de tanto, te convertiste en una persona mágica. Lo dije mal, no te convertiste, siempre lo fuiste pero, por primera vez en tu vida, fuiste lo suficientemente valiente para serlo. Y te admiraba por eso, Louisa, te admiraba por ser tan valiente.

»—¿Dónde quedaste? ¿Dónde quedó el valor que sé que tienes para decir las cosas? Qué importa, ¿dónde quedó la chica que se atrevía a hacerlas?

»—No te voy a mentir, Evans, estoy bastante molesto contigo y no por tu decisión, no se trata de mandar al corazón. Me molesta todo lo que dejaste atrás para estar con alguien que, perdón que te lo diga, no te quiere. Y di lo que quieras, no me importa, no te quiere como eres, no puede tolerar que seas feliz, que tengas una vida aparte de él, que quieras vivir a tu manera. Nunca te lo dije porque no quería presionarte, no quería que sintieras que te manipulaba para elegirme.

Suspiró.

—Por eso me alejé de ti, no podía soportar ver cómo te destruías, cómo derrumbabas todo lo que construiste, cómo dejabas atrás a tu familia, a tus amigos. Y sí, quizá esté enamorado de ti, pero antes de eso fuimos amigos, Evans, amigos de verdad. Probablemente me arrepienta de decirte esto, suena a chantaje, pero quiero que lo sepas y que sepas que me dolió, no sabes cuánto. También me dejaste atrás, Louisa, sabiendo que yo jamás hubiera interferido en tu relación, ni hubiera hecho nada para hacerte sentir incómoda. Tú lo sabías, sabías que prefería verte con alguien más a no verte. ¿Cuánto te importó?

»—Y sé lo idiota que sueno, reprochándote algo que no tendría por qué, pero no sabes lo cansado que es estar sólo cuando me necesitas. ¿No se te ocurrió pensar que quizá yo te necesitaba? ¿Que te extrañaba?

»—Te estoy haciendo sentir culpable, ya lo sé, pero lo tenía que decir. Tienes que saber, Evans, saber que estás equivocada y que lo que estás haciendo está mal. Quizá no creas en eso de bien y mal cuando se trata de sentimientos, yo sí, porque lo veo desde fuera y te apagaste. Ya no sonríes y no puedes entender lo mucho que eso me molesta, la impotencia que siento al no verte feliz y saber que no puedo hacer nada al respecto. Sólo puedo decirte eso, Louisa, que lo que más me duele es que no seas feliz. Lo único que quisiera es volver a verte sonreír, sonreír de verdad, no me importa con quién. Si tienes que irte de aquí, si tienes que dejarme atrás, si tienes que dejarlo todo para sonreír otra vez, hazlo.

Paul respiró con fuerza, intentando ocultar lo cristalizados que lucían sus ojos.

»—Nunca pensé decir esto, Evans, pero lo mejor es que te vayas. Quiero recordarte como lo hago, con una enorme sonrisa en el rostro y el cabello empapado mientras nadábamos. No quiero que la última imagen de ti sea esto, cómo lloras por alguien que no te merece y saber que no pude hacer nada.

»—Te amo, Louisa, en todas tus facetas, ni siquiera me importa lo hinchada que luces o que pareces un tomate —sonrió con tristeza—. Pero no puedo verte, no así.

Y dicho esto, Paul se dio la vuelta.




Estoy inspirada y se los debía, último por hoy

Subiré lo más pronto posible, lo prometo

brown eyes || jasper h. & paul l.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora