❝Son como un rompecabezas... sólo funcionan cuando están juntos❞
Portada hecha por marveltwd.
Los personajes pertenecen a Stephenie Mayer, salvo por Louisa y su familia. Todos los derechos reservados.
Fanfic Jasper Hale y Paul Lahote.
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Bella había ofrecido llevarla a su casa por lo que caminaron a su camioneta, era vieja y de un color rojizo desgastado, pero a Louisa le gustaba.
Jasper se encontraba lejos, al otro lado del estacionamiento, sentía la mirada de éste clavada en ella, sin embargo no le sonrió, ni tampoco hizo expresión alguna. Louisa no entendía, ¿qué había dicho que lo había puesto así?
Antes de subirse a la camioneta, Louisa miró hacia el otro lado del estacionamiento, donde Tyler Crowley manejaba a una velocidad prohibida en el instituto, «va a matarse», pensó Louisa. Pero estaba equivocada, no iba a matarse él, sino que su camioneta iba hacia donde estaban ella y Bella.
Sintió cómo su respiración se detenía, al igual que su corazón; el miedo se había apoderado de ella y no pudo hacer nada más que cerrar los ojos esperando el impacto que nunca llegó.
—¿Qué...? —comenzó la castaña, pero no pudo terminar la frase: ahí estaba Jasper, sosteniéndola firmemente de la cintura.
Louisa abrió la boca sin poder decir nada, ¿cómo había llegado tan rápido? Estaba al otro lado del estacionamiento, eran por lo menos quince, veinte metros a donde ella estaba y, por más rápido que fuera Jasper, no podía equipararse a la velocidad de una camioneta.
Se encontraba de pie detrás de la camioneta de Bella, con Jasper muy cerca y el corazón latiéndole con fuerza.
Louisa agradeció no ser alguien popular, toda la atención estaba centrada en Bella y en cómo se encontraba; nadie había reparado en ella y Jasper.
Levantó la vista y se encontró con los profundos ojos de Jasper, podía ver la preocupación reflejada en ellos, pero había algo más... algo que todavía no descifraba. Jasper había resultado ser todo un misterio para ella, diario tenía una reacción diferente que Louisa no alcanzaba a comprender; además de su forma de tratarla, como si fuera un hombre mayor, o esa madurez que lo caracterizaba. Le resultaba curioso cómo alguien tan joven podía comportarse de esa forma, ajeno al mundo.
Aunque ella también lo hacía, también vivía ajena al mundo que la rodeaba, refugiada en sí misma. Pero con Jasper estaba segura que había mucho más detrás, lo sabía porque ella también era extraña e igual tenía un secreto; de cualquier forma, estaba segura que su secreto no era nada comparado al del rubio.
Louisa no quería que Jasper la soltara y por lo que podía ver en el rubio, él tampoco estaba dispuesto a soltarla todavía. Se mantuvieron así unos segundos, que parecieron eternos, mirándose, con el mundo alrededor hecho un caos.
—Lo siento —murmuró Jasper.
Fue el rubio quien finalmente se alejó, después de su seca disculpa, sin dar explicación alguna, parecía ser una fastidiosa costumbre suya.
• • •
Las siguientes horas fueron horribles para la castaña, primero en el estacionamiento todos se habían acercado a preguntarle cómo estaba —después de acabar con Bella, claro—, sin dejar de hostigarla. Y en el hospital había sido lo mismo, su tía no paraba de interrogarla, Louisa estaba cansada: ¡no le había ocurrido nada!
