—De pequeños, nos preguntaron qué queríamos ser cuando creciéramos —habló Jessica frente al auditorio—, nuestras respuestas eran astronauta, presidente o, en mi caso, princesa —Louisa rió levemente al igual que el resto de los asistentes—. Cuando cumplimos diez, volvieron a preguntarnos. Nosotros respondimos vaqueros, roqueros o, en mi caso, ganadora de una medalla de oro. Pero ahora somos adultos, quieren una respuesta seria, ¿qué tal esto? ¿Quién demonios sabe?
El auditorio rompió en risas y aplausos y Jessica sonrió.
—No es el momento de tomar decisiones difíciles, es el momento de cometer errores, de tomar el tren equivocado y perdernos, de enamorarnos, mucho. De estudiar filosofía porque jamás nos ganaremos la vida con eso. De cambiar de opinión una y otra vez porque nada es permanente. Así que cometan cuantos más errores puedan. Así, algún día, cuando les pregunten qué quieren ser, no tendremos que adivinar: sabremos.
Louisa aplaudió con ganas sin poder borrar la sonrisa que se había formado en su rostro, Angela la abrazó y ambas se quedaron mirando a su amiga, quien se notaba bastante orgullosa.
Había llegado el día, el día en el cual dejaba atrás la escuela y tendría qué decidir qué haría con su vida y no tenía ni la más remota idea. Sabía que quería estudiar, quizá ciencias o negocios, incluso medicina; pero esa no era la decisión que no paraba de hacerle ruido, era quién escogería para toda la vida.
Sabía que tenía dieciocho años, las personas de su edad rara vez se topan con el amor de su vida a la primera, pero ella sí lo había hecho. Y quisiera o no, llegaría el momento donde tendría que elegir un camino y no habría vuelta atrás. Eso la aterraba pero a la vez la emocionaba.
La llamaron al frente para recoger su diploma, pasó con el horrible traje amarillo que los habían forzado a utilizar y no pudo evitar sonreír de oreja a oreja al ver a Marianne y a Alex entre la multitud, quienes estaban de pie y aplaudían con ganas.
—¡Eso, corazón! —escuchó gritar a su tía y soltó una carcajada.
Antes de bajar del podio sus ojos se encontraron con los de Jasper, quien la miraba diferente, como si no la conociera pero a la vez la amara. Louisa ni siquiera entendía qué significaba esa mirada, sacudió la cabeza, necesitaba dejar de pensar.
• • •
Alice había organizado una fiesta en su casa y Louisa había estado tentada a no ir pero Jessica y Angela no pararon de insistir hasta que consiguieron llevarla a rastras.
Se había puesto un suéter largo color blanco y unos jeans ajustados, la verdad es que la fiesta la tenía sin cuidado, sólo había ido para que sus amigas estuvieran contentas.
—Felicidades, Louisa —escuchó decir a Bella a sus espaldas.
La castaña sonrió y abrazó a Bella.
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brown eyes || jasper h. & paul l.
Fanfic❝Son como un rompecabezas... sólo funcionan cuando están juntos❞ Portada hecha por marveltwd. Los personajes pertenecen a Stephenie Mayer, salvo por Louisa y su familia. Todos los derechos reservados. Fanfic Jasper Hale y Paul Lahote.