Capítulo 37 "Elección"

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México, hace 10 años

Después de que María despertó, la elección debía ser mencionada, los chicos no querían elegir entre sus amigos, Qinghua y María, simplemente era imposible decidir a quien no mandarlo a la zona roja, para hacer violado y humillado constantemente, siendo un simple esclavo sexual de cualquier hombre o mujer que pague por ello.

María no sabía que estaba pasando, pero al notar la tensa atmósfera y al ver a los chicos en pánico, con una mirada oscurecida adivinó que solo podría tratarse de una mala noticia.

-Tienen diez minutos. – Comentó Rex mientras se daba media vuelta y salía de la sala, el Señor permaneció en su lugar, con su tío sentado sobre su regazo mientras jugaba con las delgadas y huesudas manos, aquel hombre mayor estaba en silencio, mirando de reojo aquellos niños que no sabían cómo romper el terrible silencio, el joven al percatarse que la atención de su amado no era en él, un amargo sentir inundó su corazón.

Con molestia ejerció mayor fuerza en su agarre, crujiendo los dedos del contrario, provocando un ligero dolor y hormigueo en sus extremidades, la complexión de Samuel era delgada, demasiado delgado al punto en que era un poco preocupante, su piel estaba pegada al hueso, sus músculos eran flacuchos y débiles, sin embargo, su rostro y su mirada era linda, de rasgos finos y delicados, de aura amable y tierna, su cabello era sedoso y largo, muy hermoso ante la vista de aquellos hermanos líderes de una de las mafias más peligrosas y famosas de América.

Ellos poseían un poder, estatus y carácter digno de respeto, pero sobre todo de temer, eran estrategas, sabían mover sus piezas a su favor, utilizando a sus peones en el momento y lugar adecuado, tejían trampas de doble filo, pero siempre teniendo un respaldo exitoso antes de lanzarla, poniendo en jaque a la policía y enemigos en múltiples casos.

Después de atraer nuevamente la atención de su amado, no dudo en continuar mimándolo, incluso una de sus manos recorrió la pequeña cintura del contrario, tocando por allí y por allá, luego fue descendiendo a una zona comprometedora, el mayor frunció el ceño, sus pómulos se volvieron de un color rosado suave, la vergüenza y el enojo era notable en su ceño, el menor sonrió satisfecho por provocarle una inmensa marea de emociones en su ser amado, ya que él solo podía provocar que la consciencia de aquel hombre de edad madura fuera tan inestable, no le importaba que le provocará emociones y sentimientos negativos hacia a él, mientras fuera capaz de generarle algún cambió eso le era suficiente.

Samuel estaba molesto, su ceño fruncido y un asfixiante ardor de cianuro envolvió su corazón, quemándolo con esa ácida sustancia, odiaba esto, él solo veía a sus sobrinos con ojos de amor fraternal, como si fueran sus hijos, técnicamente él los crío, los vio crecer, nunca tuvo un sentimiento indecoroso o antimoral hacia ellos, siempre marcó en claro sus limitaciones en sus muestras de afecto, era cariñoso como cualquier tío que quiere cuidar y educar a sus sobrinos, queriendo a toda costa alejarlos de un ambiente de violencia, maldad e toxicidad, sin embargo, fracasó, todos sus esfuerzos fueron en vano, ya que no importó cuanto se sacrificase, el camino que eligieron sus amados sobrinos fueron el camino que intento alejarlos a más no poder, incluso heredaron las malas costumbres de su padre, de su hermano mayor, la locura y enfermedad psicológica que desarrollaron hacia a él era enfermiza, dañina y antimoral.

Ahora él tenía que pagar las consecuencias de no poder orientar adecuadamente a sus sobrinos, casi sus hijos.

Los chicos al ver que el tiempo avanzaba y debían tomar una decisión les hizo temblar de impotencia, querían correr lo más lejos de allí, alejarse de estas pesadeces que torturaban sus mentes y almas.

-¿Qué pasa? – Preguntó María al no poder más con la incertidumbre. Los chicos se volvieron a ver, el primero en responder fue Wei Ying.

-Nos dijeron que nosotros. – Señaló a WanYin y a él. – Vamos a vivir en la casa principal, seremos las mascotas de Samuel, y que van aceptar a otro, nos ordenaron que decidiéramos quien sería entre tú y Qinghua.

María asintió asombrada, parecía que ninguna opción era correcta, pero al menos la primera les daría un techo y que comer, en cambio era más que obvio que, el que no fuera aceptado su vida pasaría a la de los clientes, ya sea como un objeto sexual o como un juguete de casa o venta de órganos, la opción más sensata era la primera.

Al menos el sufrimiento sería menor, o al menos eso parece, además Samuel estará con ellos, no estarán del todo solos, después de suspirar profundamente, asintió con una cálida sonrisa.

-De acuerdo, creí que era algo más grave, no hay mucho que pensar, la respuesta es obvia, Qinghua será el elegido, se irá con ustedes a vivir a la casa principal. – El mencionado negó con la cabeza, sus manos temblaron y sus ojos se tornaron más rojos.

-Quien no sea el elegido ira servir en el burdel, ellos harán lo que sea, tu vida pasará a las manos de esos malditos demonios. No te permitiremos que te sigas sacrificando por nosotros. – Mencionó WanYin mientras fruncía el ceño y tomaba a la joven entre sus brazos.

María aceptó el abrazo, sonrió con amabilidad, sus ojos amenazaron con derramar lágrimas, un fluido comenzó a fluir por su nariz, haciendo que le complicará respirar con facilidad.

Qinghua al ver en ese estado a la chica, también rompió en llanto, la joven sintió una punzada en su corazón al ver al niño llorando, por lo que lo tomó entre sus brazos y lo consoló con palabras amables y tiernas, Ying chisteó la lengua cuando dirigió su mirada aquel hombre que molestaba y acosaba a Samuel, los guardias parecían no inmutarse por tales escenas, una de los niños llorando y otra de un hombre joven acosando a un hombre mayor.

El corazón abrumado del chico se sintió más presionado, estrujado, ellos eran su familia, la que quedaba de ella, parece que el mundo estaba conspirando contra ellos, parecían que no tenían derecho a la felicidad, a un vida tranquila y pacífica, no pedían lujos, sino amor, paz, felicidad y salud.

-Tienen un minuto. – Una voz un femenina pero ronca resonó en la habitación, era profunda, penetrante, haciendo que ellos temblaran al sentirse pequeños y frágiles.

Los chicos estaban renuentes a la respuesta de la joven, ella ya había sufrido demasiado, se había sacrifico por el bien de ellos, de los niños del orfanato, no era justo que también continúe eligiendo el bienestar de los demás al de ella misma.

-Descuiden, no se sientan mal por mí, esta es mi decisión y si de verdad me quieren deben aceptarla, les guste o no. – EL ceño de la mujer se frunció, una mirada autoritaria y seria se formó en su rostro, algo muy inusual en ella, muy anormal; los jóvenes no dijeron nada, solamente asintieron con renuencia y de mala gana, al ver que los tres habían aceptado su decisión, su seria expresión y profunda mirada se volvió nuevamente cálida, amable y conmovedora.

El hombre en traje dejó de molestar a su tío por un momento, se irguió con lentitud y se dirigió hacia a ellos con paso firme y seguro, los menores le dedicaron una intensa mirada de despreció, estaban molestos y asustados por lo que ocurriría.

-Bien, veo que ya tomaron una decisión ¿Quién será el afortunado de ser adoptado por mi tío? – Preguntó con una ligera sonrisa, al ver dicha sonrisa, los chicos e incluso los guardias se congelaron en su lugar, era aterrador.

-Sí, Qinghua será quien se vaya con usted, por favor le ruego que no sufran más, ellos ya han sufrido demasiado. – Pidió la mujer con voz temblorosa, el contrario asintió sin interés, realizó una seña a los guardias, quienes de inmediato acataron la orden implícita.

Tres guardias se llevaron a los niños, ellos intentaron liberarse de sus agarres, estaban intranquilos y desesperados, María no luchó, ya que si se resistía sería más traumático para sus hermanos, simplemente se despidió con una sonrisa y una mirada de ternura y amor.

-¡Cuídense mucho! ¡Sigan viviendo por nuestros hermanas y hermanos que no pudieron! – Gritó María mientras era llevada por un hombre hacia otra habitación, Ying y WanYin tuvieron que ser noqueados con un golpe, debido a que no dejaban de pelear y gritar, Qinghua estaba llorando a mares, al grado que parecía que moriría ahogado por sus propias lágrimas.

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elvis- Sempai 

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