Capítulo: 9 "¡No me rendiré!"

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A la mañana siguiente, los jóvenes se despertaron, obviamente el primero en levantarse y sufrir fue Jiang WanYin, pues su mejor amigo se aferraba al colchón y a su almohada.

-¡Que te levantes! – Gritó el joven mientras arrastraba del tobillo al chico que permanecía dormido y se negaba a salir de la cama.

-¡No te lo diré dos veces! ¡Sal de la cama en este preciso instante o te sacaré a punta de nalgadas! – Ying al escuchar la palabra "nalgadas" un escalofrió recorrió por su médula espinal, en un brinco se arrojó al suelo, sus cabellos estaban revueltos, igual a un nido de pájaros.

-Solo así te levantas, flojo dormilón. – Comentó cruzándose de brazos, su rostro era fresco, su sonrisa radiante, pero con un toque de malicia, como cuando un niño travieso le dan las armas y la oportunidad perfecta para su siguiente travesura.

-Por eso estas soltero, naces sin pareja y te morirás sin pareja, solo como un perro. – Reprochó molesto y con sus ojeras decorando su ensombrecido rostro.

- Pues yo que recuerde, a ti te botaron por tu terrible forma de ser, nadie te soporta más de cinco días.

-Y a ti ningún día, eres tan tsundere que nadie te aguanta, eres peor que un bipolar sin medicar. – Se defendió, sus brazos continuaban cruzados, su rostro se tranquilizó, pues odiaba que lo levantaran temprano, siempre su malgenio aparecía.

-Así, pues este tsundere te dará la peor paliza de tu vida. – Comentó con agresividad, cogió una almohada de la cama y se la aventó, dando en el blanco, o sea en la cara de Wei Ying, este la tomo con fuerza, y se abalanzo contra su "enemigo" usando la almohada compuesta de trapos viejos como una espada y al mismo tiempo como un escudo, ganó terreno, aunque el chico se movía bien y era rápido como un colibrí, logrando esquivar casi todos los ataques, pero no vio que lo dirigía a su trampa, solo le faltaba unos cuantos pasos más y caería en donde más le gusta verlo.

Con unos movimientos al aire y unos pasos atrás, el joven cayó sobre la cama, habían dado vueltas en la estrecha habitación que perdió el sentido del espacio, olvidando la posición del mueble; sin desaprovechar la oportunidad Ying se tumbó encima de su amigo, presionándolo con fuerza, lo tomo de las muñecas y las llevo arriba de la cabeza, imposibilitándolo de un contraataque, el joven de prendas purpuras se removió con frustración, pero todo movimiento fue inútil, originando una sonrisa de satisfacción en el rostro del de enfrente.

-¿Veremos quién le dará a quién unas nalgadas? – Preguntó burlesco, el rostro de WanYin se ensombreció, como detestaba cuando su amigo actuaba de forma tan infantil.

-Deja esto, se nos va hacer tarde, recuerda que hoy grabamos la canción, no podemos darnos el lujo de lastimarnos la garganta. – Explicó el chico, Ying asintió, se bajó del abdomen de su amigo y se metió a la ducha. WanYin se sobo las muñecas, una curva hacia arriba se formó en sus rosados labios, "Nunca cambies" este pensamiento cruzo por su mente, pues si detestaba ese comportamiento inmaduro, pero al mismo tiempo gracias a eso, ellos pudieron lograr soportar esos malditos años viviendo en la alcantarilla de mierda que fue su niñez.

-Estoy listo, vámonos. – Comentó Wei Ying amarándose un listón escarlata en su cabello como la brea en una cola, que está aún estaba goteando.

-¿Cómo es posible que estés listo en menos de cinco minutos? – Preguntó irritado, ya que él se tardaba más de media hora.

-Fácil, todo lo hago al mismo tiempo, son tres minutos en la ducha, pero al mismo tiempo que me estoy bañando, orino y me cepillo los dientes. Después son menos de un minuto en secarme con la toalla y lo que queda para cambiarme y peinarme. Soy el hombre de los cinco minutos. – Se regodeo, sin embargo, el rostro de WanYin palideció, luego se fue tornando verde y consiguiente gris.

PASIÓN, AMOR Y DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora