Capítulo: 17 "Todo, menos eso"

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Oregón, hace 11 años

-¿Papá puedo ir al cine con Xie Lian? – Preguntó Qing Xuan con una mirada enternecedora, un brillo destelló de sus ojos, el hombre lo miro de reojo y frunció el ceño.

-Ayer te dio un fuerte ataque de asma ¿Piensas que puedes ir hoy al cine? No me hagas perder el tiempo en tus estúpidas preguntas, vete a tu cuarto y ponte a estudiar.

El niño de once años asintió con sus labios temblorosos y una mirada decaída y triste.

Pues había sido su segundo mes sin presentar un ataque como el de ayer, así fue como el día que iba a ir a una pijamada con su amigo, pero el día anterior sufrió un fuerte ataque de asma, por lo que sus planes se cancelaron.

Ahora fue igual, ya habían quedado en ir mañana a ver la película El pecado de Shia con su mejor amigo; debido a que el protagonista sería el gran actor She Qingqiu, un joven al cual había nacido con un don en la actuación, cualquier película donde él saliera estaría nominada a un premio o sería un gran hit en taquilla.

Con desanimo se encamino a su habitación, le mandaría un mensaje a su amigo cancelándole los planes, a los minutos se abrió la puerta de la entrada, un joven de dieciséis años llegó con su mochila colgando en su hombro y su uniforme limpio y ordenado.

-Qué bueno que ya llegaste Wu Du, debo salir por unos días, te dejo dinero en la alacena y allí hay comida congelada, cuida de Qing Xuan, no vaya hacer una estupidez, ya sabes si le pasa lo mismo que ayer, cualquier cosa me marcas o le avisas a la vecina. Adiós. – Sin más el hombre tomo su maletín y una maleta de viaje, luego tomo las llaves de su camioneta y se fue.

Wu Du ya estaba acostumbrado a esto, no era la primera ni la última vez que los dejaba solos en la casa, sin embargo, esto no lo deprimía, al contrario; se animaba, ya que podría estar con su hermano sin tener que escuchar las réplicas de su padre debido a que decía que ya eran muy grandes para estarse abrazando y dándose de besos a cada rato, que debía dejar a Qing Xuan ser más independiente y aprender hacer amigos, y no estar siempre con su hermano ya que le haría mal.

Por lo que el mayor se molestaba de escucharlo y mucho más al ver a su hermano alejarse de él, o peor aun cuando le rechazaba sus abrazos o besos.

Así que cuando se encontraban solos aprovechaba cada minuto para estar pegado a su pequeño y adorable hermano menor.

-Qing Xuan ya vine, padre tuvo que salir de improvisto por algunos días. – Comentó con voz fuerte mientras sonría de oreja a oreja, sus pisadas se volvieron rápidas mientras subía las escaleras y se dirigía a la habitación del menor.

-¡¿De verdad?! – Preguntó emocionado y con una radiante sonrisa.

-Tu sabes que nunca te mentiría. – Respondió mientras abrazaba con fuerza al niño, el cual le correspondía de igual forma, su cabeza descansaba en el pecho del mayor, los latidos del contrario eran rápidos y profundos, haciendo una sinfonía sincronizada y rítmica.

Las mejillas del mayor se ruborizaron, incluso un brillo cubrió sus ojos, haciendo su mirada cálida y tierna.

-Hermano puedes hacerme un favor.

-El que quieras, tu sabes que yo no te negaré nada. – Respondió mientras besaba la frente y las mejillas del menor, por lo que un tenue color rojizo coloreo el rostro del niño, pero se repuso al ver que sus planes no se cancelarían.

-No le digas a padre que iré mañana al cine con Xie Lian. – Comentó mientras abrazaba con fuerza el cuerpo del contrario.

La enorme y firme sonrisa de Wu Du se congeló, luego se desvaneció y su feliz mirada se tornó oscura, sus fuertes latidos cesaron, volviéndose lentos y torpes, al igual que sus respiraciones. Su expresión cálida se transformó en una ensombrecida y confusa, la atmosfera se volvió pesada y fría. El menor no se dio cuenta de tal cambio debido a que estaba emocionado por mañana, incluso le dio un beso en la mejilla y fue corriendo a su cuarto a preparar su ropa para ir al cine.

-Lo siento Qing Xuan, todo, menos eso. – Con una expresión ennegrecida se dirigió a su cuarto y busco entre sus cosas, luego de un compartimiento secreto saco un sobre con polvo claro, luego se dirigió a la cocina a preparar la cena, el cual calentó la carne ya cocinada y preparó las hamburguesas, luego hizo agua de limón recién exprimido y revolvió el polvo en el agua. Hasta que no quedará ningún residuo asentado o flotando en la superficie.

Al estar todo listo subió al cuarto de su hermano con una hermosa y amable sonrisa.

-Ya está la comida. – Mencionó mientras las colocaba en la cama y se sentaba al lado de su hermano el cual estaba viendo Dragon Ball Z.

-Gracias, esto es lo mejor, hamburguesas, anime y tú, esta noche es una de mis favoritas. – Comentó el menor mientras le daba una gran mordida a su hamburguesa.

- Que bueno, me alegra escuchar ello, pero toma un vaso de limonada, hecha con mis propias manos. – El menor asintió y le tomó un gran sorbo, casi la mitad de limonada quedaba en su vaso, la noche la pasaron comiendo, viendo anime y jugando videojuegos, luego de la media noche el menor terminó profundamente dormido.

Shi Wu Du aprovecho el muy profundo sueño de su hermano y se adentró a su cama, rodeándole con sus brazos y repartiendo besos en todo el contorno de su rostro, rozando sus labios con los del contrario, pero reteniendo las inmensas ganas de plantarle un intenso beso al bello durmiente que descansaba en sus brazos.

En la madrugada la tez del menor se volvió cada vez más pálida, incluso un leve chillido provenía de su pecho, el chico comenzaba a temblar y sudar frío, incluso sus labios se tornaron azules, el mayor se despertó al ver que el menor comenzaba a entrar en segunda fase, sus respiraciones eran descontroladas y muy torpes, el menor ya estaba inconsciente bañado en sudor frío.

Ataques tras ataques de tos provocaron que el menor se convulsionará levemente, por lo que Wu Du se asustó, debido a que su hermano nunca se había convulsionado y siempre había alguien con él cuando se desmayaba.

Asustado de ver a su hermano en dicha situación lo sujetó con fuerza y lo zarandeó tratando hacer que regresará, pero no, incluso las convulsiones se tornaron más fuertes y más duraderas.

-¡Qing Xuan! Abre los ojos. – Gritó aterrado y con lágrimas escurriendo de sus ojos.

-Por favor ábrelos, me estas asustando. ¡Qing Xuan!

Aterrado lo tomó entre sus brazos y lo cargó, luego corrió por los pasillos y bajó las escaleras con cuidado, después corrió con prisa hacia la casa de al lado.

Con nerviosismo y miedo golpeó la puerta con fuerza, azotándola contra su puño.

-¡Ayuda, por favor! ¡Ayúdeme! ¡Mi hermano está mal! – Gritó el joven mientras se aferraba al cuerpo inconsciente de Qing Xuan.

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elvis- Sempai

Les aviso que va haber actualización de todas mis novelas ;) 

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