Capítulo: 28 "Ximena"

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México, hace 10 años

Los días pasaron, los menores fueron encerrados en ese viejo almacén junto a los demás secuestrados, habían varias mujeres recién encerradas, las más antiguas fueron llevadas a otro lugar, siendo golpeadas y arrastras sin compasión, lloraban y gritaban, algunas lucharon, pero fueron retinadas por medios de patadas y palazos, incluso un hombre les pegó con su cinturón, con la hebilla de metal logró quebrarle algunos huesos, la sangre salpicó el piso y a una pared, los gritos y ruegos cedieron, por lo que se asume que esa pobre mujer de tan solo veinte y tanto años de edad murió, ya no se sabe nada de ellas.

Se rumorea que habían sido asesinadas, debido a que ellas ya llevaban mucho tiempo trabajando en el burdel, por lo que debían cambiar por producto nuevo. Los menores se acercaron con María, la cual trataba de consolarlos, no dejaba que nadie los tocará, cuando dormía, se iban hasta la esquina del fondo, a las niñas las acostaba pagadas a la pared, mientras que los niños enfrente de ellas, cuidando que nadie se les acercará, y ella dormía al lado de ellos, algunas veces no podían dormir, por lo que ella les contaba historias o les cantaba en voz baja, tratando de que no la escuchasen.

Los días eran largos y lentos, siempre temiendo que esa puerta de acero se abriera, ya que al abrirse solo significa problemas, el doctor Samuel no lo habían visto desde esa vez cuando les sacó sangre, no sabían que estaba pasando, parecía que allá a fuera había mucho alboroto.

En eso, la puerta se abrió de golpe, cinco hombres fornidos entraron, sus rostros sin expresión alguna, como si fuera algo monótono y aburrido.

Detrás de ellos ingresó aquel hombre de pantalones vaqueros, en su cinto tenías dos pistolas y un chuchillo, se veía divertido por lo que pasaría.

-Tomen a esos dos por allí. – Señaló a dos jóvenes, los cuales retrocedieron, pero al haber sido capturados, intentaron pelear, todo intento fue inútil, con un golpe en la cabeza quedaron inconscientes.

-También agarren a esas tres mujeres y a esa niña. - Apuntó con sus dedos a las tres mujeres, las cuales comenzaron a llorar, sin embargo, la niña que mencionaba se trataba de la pequeña Ximena, la cual tenía siete años de edad, María y los demás la cubrieron, dispuestos a defenderla, no permitirían que se la llevaran a quien sabe dónde, ella era la más pequeña de los que quedaban del orfanato, la más inocente e infantil, por lo que debían resguardar aquella inocencia que aún se aferraba a criatura.

Los hombres las arrastraron con brutalidad, sin importarle si las lastimaban o no, intentaron resistirse, pero fueron apuntadas con un arma, por lo que dejaron de luchar, sin embargo, una de ellas, cansada de todo esto, logró escapar de esos brazos que la retenían y gritó con fiereza.

-Mátenme, prefiero que me maten a que me prostituyan o me hagan acostarme con quien sabe quién. – Aquel hombre que ordenó su captura, se río divertido, limpiándose las lágrimas imaginarias, le contestó con una voz áspera.

-Descuida morirás hoy, no te preocupes por ello, todos los que señale tienen su tiempo contado. – El rostro de la joven palideció, las demás mujeres lloraron amares, María abrazó con sus brazos temblorosos a la menor, mientras reprimía sus lágrimas inútilmente, pues estás se deslizaron por sus mejillas.

-¿Así que lo haces por la buena o por la mala? Si eres obediente, seremos buenos contigo, te compartiré una cerveza ¿Qué te parece? Un último trago antes de partir al otro mundo.

-Que te jodan imbécil. – Gritó con una rabia creciendo en su interior, el contrario suspiró desanimado, por lo que sin compasión le disparó en el hombro, la chica cayó al suelo asustada, los demás gritaron y huyeron hasta el final de la habitación, algunos pisaron a los más pequeños, los niños del orfanato fueron presionados con fuerza, todos estaban como sardinas en una lata.

PASIÓN, AMOR Y DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora