Capítulo: 3 "Preocupación"

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Shang Qinghua se removió lentamente, su cabeza pesaba y se sentía mareado, asqueado, como si aquellos recuerdos que intentó suprimir y olvidar volvieran a invadir su mente, su consciencia.

-¿Estás bien? – Preguntó una voz masculina, la cual, al ser escuchada por el menor le provocó un ligero temblor en su cuerpo, como si tuviera miedo de ello. – Tranquilo, ya llamé a una ambulancia, resiste. – Volvió a decir aquella voz.

El ruido cada vez se hacía más fuerte, la multitud rodeó aquella pareja viendo lo que estaba pasando, la mayoría no hacía nada, solo querían ver el chisme, mientras que otros se ofrecieron a apoyar, pero no fueron de gran ayuda.

Después de obligarse a levantar sus pesados párpados, vislumbró que aquella figura masculina no era ninguna de sus recuerdos que lo atormentaban, sino un conocido del trabajo, el cual habían tenido algunas discrepancias y malentendidos, pero las habían resuelto.

El hombre era atractivo, alrededor de 30 a 35 años, piel blanca y cabello negro, sus ojos azules y sus labios rosados, de perfil puntiagudo pero fino, al igual que sus facciones delicadas que lo hacían resaltar de la multitud, además portaba un traje azul oscuro, lo cual destacaba su cuerpo trabajado y su delgada cintura, era una persona muy guapa.

Sin embargo, no tenía tiempo ni humor para apreciar la belleza frente a sus ojos, pues recordó aquel mensaje que le enviaron segundos antes de caer al suelo inconsciente.

Por lo que intentó levantarse, pero sus piernas estaban flácidas, haciéndolo caer nuevamente, su estómago se contrajo, quería vomitar, se sentía mal, débil, impotente, inseguro y aterrado; un océano de emociones lo abrumaron, lo ahogaron, lo estaban asfixiando.

No quería tener miedo, no quería sentirse así, ya estaba harto de ello, quería huir, escapar y esconderse en algún lugar donde no lo encontrarán, creía que habían logrado rehacer su vida, desde que huyeron del Señor y Rex, y al no haber sido encontrados hace años, pensó que se habían olvidados de ellos, que serían libres de vivir sus vidas en paz.

Pero no, que estúpido sueño tan hermoso creyó que viviría, era obvio que esos bastardos no los dejarían irse y vivir felizmente, nunca los dejarán ir, los estaban cazando y esperando el momento ideal para tenderles una trampa.

Que imbéciles fueron en creer que eran totalmente libres de sus actos, de sus vidas.

Sin poder retener más sus lágrimas, el chico empezó a llorar, la gente que contemplaba el espectáculo se aburrió de ello, por lo que la mayoría regresó a sus cosas, mientras que otros nuevamente sugerían o querían ser de apoyo, lo cual no lo fueron.

Mo Beijun vio que estar allí solo sería contraproducente para la recuperación del menor, por lo que, mejor lo levantó fácilmente entre sus brazos y se fue a sentar a una esquina mientras esperaba la ambulancia.

Intentó preguntar el porque de la situación del menor, pero no puedo hacerlo, al verlo tan frágil y llorar tan profundamente, prefirió darle su tiempo y que solo se calmará, por lo que se sentó a su lado y lo rodeó con su brazo los hombros del contrario, no dijo ninguna palabra, pero su presencia fue de ayuda.

Ya que Qinghua ya no se sintió tan solo, tan irreal.

Después de unos minutos, apareció la ambulancia, Mo Beijun les explicó al paramédicos que vino asistir al herido, sin embargo, el menor se negó a ser llevado al hospital, ya que no creía necesario, ya estaba mucho mejor después de haber llorado y calmado sus emociones.

Luego de checarle los signos vitales y de confirmar que el chico estaba bien, se fueron, al igual que Mo Beijun y Qinghua, el cual necio intentó pedirle nuevamente al mayor que lo dejará volver solo, que necesitaba hacer algunas cosas personales, pero, el mayor no lo permitió, insistió firmente en acompañarlo hasta su casa.

Qinghua aceptó sin poder resistirse otra vez, así que intentó llamar a sus amigos, pero los dos no contestaban sus llamadas ni mensajes, lo cual lo preocupó aún más.

Rex secuestró a XingCheng, por lo que, sus amigos irían a salvarlo sin duda alguna, pero era más que obvio que era una trampa para capturarlos a los tres, tenia que pensar cual sería el siguiente movimiento, pues contactar a la policía solo sería contraproducente, como también contárselo a alguien más, ya que, no podían confiar ni en sus sombras.

No importa cuantas veces llamara, siempre lo mandaban al buzón de voz, esta situación lo estaba desesperando, tenía que hacer algo, pero primero debía buscar a sus amigos y ponerse de acuerdo en que es lo que procedería a continuación.

Estaba temblando, sudando en frío, al ver la tez pálida del menor, el mayor le preguntó sí estaba bien, si podría hacerle de ayuda en algo, que le contará que pasaba, que no era bueno cargar todo el solo.

Qinghua lo pensó detenidamente, así que en respuesta solo negó con la cabeza.

-Lo siento, no me puedes ayudar en nada, pero gracias. – Comentó con un tono de voz triste y preocupado, como también dio un suspiro de cansancio y nerviosismo.

-Entiendo, pero si necesitas algo, cuenta conmigo, e igual, si alguien te esta molestando, quiero decirte que fui guardaespaldas hace años, así es como me conocieron los líderes Lan. – Respondió con una pequeña sonrisa, tratando de brindarle calidez y consuelo al joven que estaba nervioso, casi cayendo en paranoico.

Siempre observando con desconfianza a todos lados y evitando que se le acercarán.

-Gracias. – Sin más que decir, el sonido de una llamada entrante hizo que Beijun prestará atención a su celular, atendió la llamada y aceptó la indicación.

-Me marcó Lan XiChen, Jiang Cheng y Wei Wuxian están en su casa, al parecer algo pasó y quiere que vaya a llevarlos a un lado ¿Quieres venir conmigo? – Preguntó mientras lo encaraba y se preparaba para marcharse, el contrario asintió al instante; los dos se fueron a la casa de los líderes Lan en completo silencio.

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elvis- Sempai

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