Capítulo: 6 "Pruebas"

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Los jóvenes acordaron que mientras su trabajo no influenciara su carrera académica todo seguiría igual, pero una vez que su trabajo origine problemas, se darían de baja, de todas formas, no llevaban demasiado tiempo, les faltaba mucho camino por recorrer, por ello, le comentarían a su tutora sobre sus decisiones, tanto XingCheng como Qinghua asintieron en afirmación, de todas maneras eran por alcanzar sus sueños, además ellos estarían para apoyarlos en las buenas y en las malas, los cuatro eran una familia unida, una familia de hermanos de distinta sangre pero casi de igual crianza.

La mañana siguiente transcurrió igual que siempre, las horas eran tediosas pero rápidas, faltando minutos para que dieran las cinco en punto, ambos jóvenes se acercaban corriendo, sus alientos idos, pero con un brillo en sus pupilas, Ying amaba el color negro y rojo, por lo que era anormal verlo con otro color de ropa, así que obviamente portaba una polera negra y unos jeans rojos sangre, sus cabellos eran un caos, sin embargo, eso era típico en él, el arreglarse no era un hábito al cual presumir de su lista, en cambio WanYin portaba unos jeans de mezclilla, una polera púrpura con distintivos plateados, en su cuello colgaba un colgante plateado con un dije en forma de una flor de loto y un arete morado relucía en su lóbulo de su oreja, sus largos cabellos estaban sujetos en un chongo y una delgada trenza lo rodeaba; haciéndolo ver como un príncipe moderno, de carácter feroz pero de corazón blando.

-Chicos apúrense, el examen será en tres minutos, ¿Estudiaron? – Preguntó XingCheng, su tono de voz sonaba preocupado e inseguro.

-Nunca estudiamos para exámenes. – Respondieron al unísono, sin muestra de nerviosismo o inseguridad, su tonalidad de voz era despreocupada y segura.

-¿Por lo menos repasaron los link que les envié?

-Solo los vimos, pero despreocúpate, nunca estudiamos y siempre sacamos altas notas, un examen es para saber si aprendiste no para memorizarte todo de un día para el otro, lo que importa es que tengas los conocimientos y sepas utilizarlos en tu vida, de que sirve saberme todo de memoria y sacar diez en un examen, sí en la vida nose cómo solucionar mis problemas con dichos conocimientos, prefiero obtener un seis pero sabré que ese conocimiento lo poder aplicar en mi vida y solucionar mis problemas en lo que cabe. – Explicó Ying sonriente, WanYin asintió con una leve sonrisa en su rostro. El mayor solo negó con la cabeza, pero era verdad, cada palabra fue cierta, por lo que no sabía si preocuparse o tranquilizarse, pues un "seis" no es una buena nota y por ende una buena presentación.

Sin perder tiempo los tres subieron al ascensor, sin embargo, cuando las puertas se iban a cerrar un joven de ropas rojas adentro su brazo para bloquear las puertas, estas se abrieron, el joven le cedió el paso a otro joven de ropas blancas, este chico tenía una belleza de pureza y elegancia, su rostro parecía haber sido tallada por la misma Afrodita, las Diosa de la belleza y el amor, de rasgos finos y delicados, su cuerpo era delgado y estatura un poco más bajo del promedio, en sus brazos abrazaba varios folders y algunos engargolados, en cambio, el chico a su lado, era guapo, sus rasgos eran celestiales, la belleza que desprendía hacía que se te erizaría los bellos de la piel, sin embargo, su mirada era sombría y penetrante, un aura de frialdad se podía sentir en su aire, pero por alguna razón ese hombre se les hacía conocido, aunque no sabían de dónde; el joven de ropas blancas les sonrió.

-Buenas tardes. – Saludó con una voz tierna y dulce. Su compañero solo los vio de reojo, y les dijo un "Buenas" por cortesía.

El ascensor avanzaba lentamente, los jóvenes observaban a los hombres que habían ingresado al ascensor de último minuto.

-Buenas tardes. – Constataron al saludo. Sin embargo, esas voces se les hacían conocidas, con varios segundos buscando en su base de datos de donde conocía esas voces, la respuesta apareció, una sonrisa ilumino su blanquecino rostro.

PASIÓN, AMOR Y DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora